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Los videojuegos no bloquean el aprendizaje

 

  • Incluso los profesores deben fomentar el uso de la tecnología
  • Los académicos Verónica Marín, de España, y Don Passey, del Reino Unido, participaron en el Coloquio Internacional de TIC en Educación

 

David Sandoval Rodríguez

 

Académicos de España y el Reino Unido coincidieron en señalar que los profesores en la actualidad deben incentivar el interés de los estudiantes mediante diversos recursos tecnológicos, ya sean videojuegos o foros de discusión en línea, replanteando así los conceptos de pedagogía y enseñanza que damos por sentado.

Verónica Marín Díaz, profesora titular de Educación Mediática de la Universidad de Córdoba (UCO), España, y Don Passey, director del Centro de la Tecnología para mejorar el aprendizaje de la Universidad de Lancaster, Reino Unido, participaron en el Coloquio Internacional de TIC en Educación que organizó el Instituto de Investigaciones en la Educación (IIE) de la Universidad Veracruzana (UV), efectuado el 20 de octubre.

Verónica Marín Díaz y Don Passey en la Unidad de Humanidades.

Verónica Marín Díaz y Don Passey en la Unidad de Humanidades.

En sus charlas, realizadas en el Salón Blanco de la Unidad de Humanidades, abordaron las tendencias y desafíos de las tecnologías de la información y comunicación (TIC) en el contexto educativo y cómo repercuten en las definiciones de aprendizaje, enseñanza y pedagogía actuales.

Marín Díaz dirige actualmente el Máster de Educación Inclusiva de la UCO y es editora de la revista digital EDMETIC, publicación de educación mediática y TIC. En su ponencia “Los videojuegos como herramientas de formación en el aula 2.0”, habló de la importancia de abordar los aspectos positivos que pueden brindar diferentes tipos de videojuegos en diversos grupos de estudiantes, desde niños en quinto año de primaria hasta jóvenes cursando algún estudio de posgrado.

A partir de su experiencia, tanto en la educación superior como con niños de primaria, la investigadora reconoció que se difunden más los aspectos negativos de los videojuegos como el aislamiento social, el estrés que ocasiona el juego en sus participantes, así como el tiempo que pueden dedicarle a ello y sin embargo también se puede dar cuenta de los aspectos positivos que generan.

En el caso de la educación primaria, explicó que hay juegos que refuerzan las capacidades matemáticas y lógicas de los niños, como es el caso de un juego llamado “Lemmings”, donde es necesario aprender relaciones aritméticas para lograr diferentes objetivos.

Refirió también los casos de la Universidad de Berkeley en California, donde el profesor Alan Feng utiliza un juego de estrategia llamado “Starcraft” con sus alumnos de posgrado en matemáticas ya que, de acuerdo con sus resultados, para ganar en el videojuego es necesario desarrollar habilidades de cálculo diferencial y resolver ecuaciones complejas.

Marín Díaz recalcó que los profesores deben incentivar al alumno para asistir a clase, ya sea con el uso de videojuegos, como ocurre en la actualidad, tomando en cuenta las habilidades que puedan desarrollar en ellos; aunque esta opción no es la única, es una de las actividades que niños y jóvenes realizan con mayor frecuencia y habilidad hoy en día y a nivel mundial.

A continuación, Don Passey, quien además es director del Programa de Doctorado en e-Investigación y Tecnologías para la Educación en el Departamento de Investigación Educativa de la Universidad de Lancaster, presentó la ponencia “Nuevos caminos de la enseñanza utilizando diferentes formas de tecnologías”.

Mencionó que a nivel mundial “a los educadores se nos motiva para que incorporemos las tecnologías a la enseñanza, al parecer nadie tiene dudas sobre ello y puedo constatar, con base en el trabajo que realizo con estudiantes de todas partes del mundo, que es posible aprender y enseñar de distintas maneras, y en cada uno de sus países he constatado que se demanda a la educación superior incorporar el uso de las tecnologías de manera creciente”.

Ello, en sí mismo, es un tema importante sobre el qué pensar, cómo nos aproximamos a la tecnología y cómo la usamos en nuestro quehacer cotidiano, afirmó. “El concepto donde se establece que la educación superior debe hacer uso de las tecnologías para la enseñanza de manera creciente y constante, se basa en la idea de expandir los recursos educativos, que a su vez está sustentado en el concepto de incrementar el acceso a la tecnología para el mayor número posible de personas”.

Sin embargo, observamos que cada país y cada universidad tiene una idea distinta de lo que esto significa, apuntó, lo cual tiene un impacto mayor cuando consideramos que existen diferencias previas en los conceptos de enseñanza y pedagogía.

Puntualizó que el uso de la tecnología debe ir en función a las necesidades pedagógicas, y las políticas que se elaboren deben tener esto muy en cuenta, pues depende en gran medida qué es lo que se pretende enseñar al hecho de cómo será asimilada la herramienta tecnológica por los propios estudiantes.

Esto porque algunos preferirán ser dirigidos, otros participar en foros de discusión y otros buscarán ser instruidos de manera pormenorizada. Todas estas necesidades deben ser tomadas en cuenta por los académicos, destacó Don Passey.

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