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La vida se cultiva como una semilla: Abuelos del Totonacapan

  • El Consejo de Abuelos del Totonacapan participó en el VIII Congreso Tequio, organizado por el IIESES de la UV 
IIESES de la UV les convocó a un conversatorio en la capital veracruzana

El IIESES de la UV los convocó a un conversatorio en la capital veracruzana

Karina de la Paz Reyes Díaz 

09/10/2019, Xalapa, Ver.- Cinco integrantes del Consejo de Abuelos del Totonacapan participaron en el VIII Congreso Tequio “Economías alternas y sus escalas de bienestar”, que organizó el Instituto de Investigaciones y Estudios Superiores Económicos y Sociales (IIESES) de la Universidad Veracruzana (UV). Su conversación se tituló “Paradigma de la cosmovisión totonaca sobre el mundo”. 

La actividad tuvo lugar en el Centro Recreativo Xalapeño el viernes 4 de octubre, segundo y último día del congreso. En ella participaron Gerardo Cruz Espinoza, Guadalupe Simbrón García, María Isabel Villanueva Pérez, Luciana Pérez Tiburcio y Ubaldo Santiago Santés. 

Les acompañó Julio César Juárez Méndez, asistente del consejo, en sus términos “sobrino” de éste, y fueron moderados por el director de IIESES, José Luis Pérez Chacón. 

El funcionario universitario leyó la historia de vida de los integrantes del Consejo de Abuelos. Dio cuenta del quehacer de estas personas, conocedoras de la filosofía de la vida totonaca, distinguidas en su comunidad y en las vecinales por acciones en defensa de su cultura, llámese siembra de maíz y vainilla, alfarería, telar de cintura, partería, rescate de idioma originario, por citar algunas. 

Cada uno de los abuelos compartió con los estudiantes y público presente sus experiencias de vida, su forma de pensar y una serie de consejos. Se trató de una actividad que aún bajo las reglas de un ejercicio académico, fue notoriamente emotiva para los asistentes. 

Como ejemplo está la historia de María Isabel, fundadora de la Casa-Escuela del Algodón del Centro de las Artes Indígenas. Aunque no lo dijo en su intervención, José Luis Pérez destacó que ella pasó de ser la única tejedora en telar de cintura que quedaba en la región, a emprender una cruzada de rescate de esta práctica ancestral. A la fecha, son más de 15 las maestras de este oficio, todas discípulas suyas. 

“La vida es como una semilla. Para nosotros, ustedes son nuestros nietos y queremos que nos entiendan que la vida se cultiva como una semilla, porque si no la cuidamos, se pierde. Sabemos que hay jóvenes que se están perdiendo, que se están echando a perder, ustedes pongan mucha atención de todo lo que nos rodea y que lo ha hecho nuestro creador”, dijo Guadalupe Simbrón. 

Cada uno de nosotros nacimos con una estrella. Precisamente, nuestros abuelos (los que conforman el Totonacapan) nacieron con esa estrella, con esa luz. Lo han demostrado en sus comunidades, lo seguimos demostrando en El Cantillan y eso nos llena de orgullo”, añadió. 

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