- Como parte del proyecto Recreo: Talleres de Ciencia, impulsado por la direcciones General de Investigaciones y de Comunicación de la Ciencia de la UV
- El taller “Memoria para el futuro: guardianes del patrimonio cultural”, fue impartido por la investigadora Virginia Arieta Baizabal, con apoyo de estudiantes

Virginia Arieta Baizabal, investigadora adscrita al Instituto de Antropología
Paola Cortés Pérez
Fotos: Omar Portilla Palacios y cortesía Virginia Arieta
29/04/2025, Xalapa, Ver.- Como parte del proyecto Recreo: Talleres de Ciencia, impulsado por las direcciones General de Investigaciones y de Comunicación de la Ciencia de la Universidad Veracruzana (UV), niñas y niños del Centro de Asistencia Social “Ciudad Asistencial Conecalli” participaron en el taller “Memoria para el futuro: guardianes del patrimonio cultural”, el cual no sólo se enfocó en la enseñanza de la arqueología como ciencia, también en crear un espacio de esparcimiento.
La iniciativa de divulgación científica está a cargo de Virginia Arieta Baizabal, investigadora adscrita al Instituto de Antropología de esta casa de estudios; surgió como una estrategia de comunicación pública del conocimiento desarrollada en 2020, que busca promover la apropiación del conocimiento arqueológico y la salvaguarda del patrimonio cultural, principalmente entre infancias de contextos vulnerables.
Comentó que, a lo largo de estos años, el programa ha diversificado sus contenidos según el contexto, abordando las realidades tanto rurales como urbanas. En zonas rurales, por ejemplo, la estrategia se ha adaptado con productos como cuentos ilustrados –entre ellos ¿Qué me trajo el río?–, debido a la falta de electricidad y recursos tecnológicos; mientras que en las áreas urbanas se ha desarrollado una oferta lúdica de talleres, como simulaciones de excavación.

Con ayuda de estudiantes, impartió el taller “Memoria para el futuro: guardianes del patrimonio cultural”
“Yo la quería enfocar específicamente en las infancias de la zona rural donde hago trabajo de campo como arqueóloga”, destacó.
Con respecto al trabajo realizado en “Ciudad Asistencial Conecalli”, Arieta Baizabal detalló que tuvo una duración de dos horas y fue dirigido a estudiantes de primaria, incluido un grupo con discapacidad.

Fue impartido a niñas y niños de “Ciudad Asistencial Conecalli”, incluido un grupo con discapacidad
Las actividades, indicó, se distinguieron por su enfoque particular: más allá de la enseñanza arqueológica, se priorizó ofrecer un espacio de esparcimiento emocional para las infancias en situación vulnerable.
“Utilizamos a la arqueología como un medio, un pretexto para llevarles distracción y felicidad. Ya no nos importa si se quedan con cuánto pesan las cabezas colosales o de qué material están hechas, solo queríamos que fuera simple y sencillamente un momento de distracción”, afirmó Arieta Baizabal.

Entre las actividades lúdicas, estuvieron simulaciones de excavación
La colaboración con el proyecto Recreo: Talleres de Ciencia ha permitido llevar esta iniciativa a comunidades que muchas veces quedan fuera del radar académico. La investigadora destacó también el aprendizaje para su equipo, conformado en su mayoría por estudiantes:
“La divulgación desde la academia es fundamental al convertirse en un medio para romper barreras, porque como universidad también tenemos que atender la pertinencia social.”

El taller no sólo se trató de acercar el conocimiento, sino de llevarles un espacio de esparcimiento emocional
La académica mencionó que el taller fue realizado en conjunto con un grupo de docentes y estudiantes de la Facultad de Química Farmacéutica Biológica de la UV, región Xalapa.
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