- Iván Alejandro Granados Bernal, alumno de la Maestría en Economía Ambiental y Ecológica, hizo una estancia a través del proyecto Erasmus Mundus Association
- La zona aún registra los terribles efectos del conflicto armado que afectó a los países de la ex Yugoslavia

Iván Alejandro Granados Bernal, de la Maestría en Economía Ambiental y Ecológica, con su director de tesis, Edgar Juan Saucedo Acosta
Jorge Vázquez Pacheco
Fotos: Carlos Hugo Hermida Rosales y cortesía de Iván Alejandro Granados Bernal
05/06/2025, Xalapa, Ver.- Iván Alejandro Granados Bernal, alumno de la Maestría en Economía Ambiental y Ecológica de la Universidad Veracruzana (UV), realizó una movilidad semestral en la Universidad Dubróvnik, en Croacia, como parte del programa implementado por la Dirección General de Relaciones Internacionales (DGRI) de la máxima casa de estudios de Veracruz.
Edgar Juan Saucedo Acosta, académico en la Facultad de Economía UV y director de su tesis, indicó que la colaboración con instituciones de Croacia data de doce años previos, aplicada desde el proyecto Erasmus Mundus Association (EMA) que gestionó los recursos para lograr la movilidad de estudiantes y profesores de la UV y la universidad croata. “Es un programa más allá de las cuestiones académicas”, aclaró.
El académico definió a la economía ambiental como la irrupción de los conceptos económicos –costo de oportunidad, disponibilidad de pago, aceptación de precios y demás– hacia el medioambiente. A diferencia de la economía ecológica, que apunta hacia la conservación, esta tiende a la búsqueda y aplicación de cantidades y precios óptimos aplicado al medioambiente.

La movilidad aporta beneficios a largo plazo para los estudiantes UV
Respecto a los conocimientos que llevó de Veracruz y los que trajo de Croacia, Iván Alejandro comentó: “Llevé nuestra cultura, que para ellos es sorprendente en muchos rasgos. De Croacia traje el mejor concepto de la vida que tienen allá; hago a un lado la fantasía, para concebir el país con sus problemas y sus propios estilos de vida”.
Se trata de una zona que atravesó un conflicto terrible y por supuesto que hay huellas. “Todos tienen muy presente la guerra que vivieron los territorios de lo que fue Yugoslavia y se encuentran aún en proceso de recuperación”. Agregó que esa situación los hace herméticos y poco afectos a generar nuevas relaciones amistosas.
De nuestro país tienen la idea de que todo es como en la Ciudad de México; “tienden a profundizar más en nuestras costumbres y nuestra gastronomía. Llama su atención que poseamos dos apellidos y que muchos portemos con mayor orgullo el materno”, apuntó el alumno de maestría.

Edgar Juan Saucedo Acosta, académico en la Facultad de Economía UV y director de la tesis
Ante la pregunta sobre otros rasgos interesantes que observó en aquellas latitudes, Granados Bernal señaló la curiosidad, a veces hasta inocente, por conocer qué hay más allá de Europa, muchas veces con base en preguntas que, por su evidente ingenuidad, parecerían absurdas.
Al comentar sobre los beneficios de una movilidad internacional, tanto académico como alumno coincidieron en que “cambia la forma de pensar, se aprende de los demás, nos hace más flexibles para valorar culturas ajenas y, desde luego, la nuestra. En la Unión Europea mantienen el lema ‘Unidad en la diversidad’, que impulsa el respeto pese a la diferencia de idiosincrasia, podemos construir juntos, aunque no pensemos igual. Un estudiante definitivamente regresa con otra visión global del entorno”.
Los beneficios de la movilidad no son a corto plazo e Iván Alejandro ya planea su doctorado fuera del país, ya que se ha familiarizado con otras culturas y aprenderá otros idiomas.
Categorías: Estudiantes, General, Internacionalización, Movilidad, Principales