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En la vida no hay imposibles: Lessli Verónica Ortega Torres

  • La joven estudiará Administración en el SEA de la UV
  • El regalo más bonito que podemos dejarle a las futuras generaciones es motivarlos a que se formen profesionalmente para enfrentarse al mundo, compartió

 

“Si tienen algún sueño no se detengan”, expresó Lessli Verónica Ortega Torres

 

 

Karina de la Paz Reyes Díaz

 

Xalapa, Ver., 06/08/2017.- Lessli Verónica Ortega Torres celebrará ─en este mes─ su cumpleaños 21 de una manera peculiar: iniciará clases en la Licenciatura en Administración del Sistema de Enseñanza Abierta (SEA) de la Universidad Veracruzana (UV). Para ella no hay distinción especial hacia su persona por trabajar y estudiar desde que cumplió la mayoría de edad. “Sinceramente, no he hecho nada relevante”, aclaró.

“Ahora la situación está más difícil que antes y creo que es muy importante seguir estudiando. Tener una carrera te mejora en todos los aspectos: económico, personal, familiar. Tu círculo social cambia. Además, el regalo más bonito que podemos dejarle a las futuras generaciones es motivarlos a que se formen profesionalmente para enfrentarse al mundo”, añadió entusiasta.

Es más, dijo: “La UV es la mejor universidad de Veracruz, es muy honroso y valioso ser parte de ella, porque ya me siento UV. Tengo la meta de terminar la carrera, graduarme y poner a la Universidad más en alto, porque en la vida no hay imposibles”.

Ella tiene un gusto muy especial por los animales, sobre todo por los gatos, por ello goza con la presencia de cuatro en su vida cotidiana: Galleta, Paloma, Fifí y Ojitos. Si bien pasa la mayor parte del tiempo en su trabajo, su día de descanso procura salir con su novio o amigos; en sus ratos libres escucha música en inglés y español –sobre todo romántica, pop y reggaetón.

También le gusta leer. Su libro favorito es El psicoanalista de John Katzenbach, pero tiene especial recuerdo por otros como Las batallas en el desierto de José Emilio Pacheco y Bajo la misma estrella de John Green.

“Antes no me gustaba leer, recuerdo que en la escuela nos decían ‘tienes que leer esto o lo otro’. Era una obligación y no me gustaba hacerlo así, pero en la preparatoria conocí amigas que leían mucho. Yo me preguntaba ‘por qué a ellas sí les gustará y a mí no’, entonces empecé poco a poco, con libros pequeños y me gustó. Leer te abre la mente, te imaginas millones de cosas y vives las historias, te saca de tu vida para empezar otra. Me gusta muchísimo.”

 

Perdió el interés por la preparación profesional

Desde antes de su mayoría de edad Lessli ya tenía la inquietud por trabajar, pero sus papás –su mamá se dedica a las labores de la casa mientras su papá ejerce el oficio de sastre– se opusieron y le plantearon que una vez cumplidos los 18 años podía decidir al respecto, y así lo hizo.

“Yo ya estaba ansiosa y en cuanto cumplí años me fui a buscar empleo. Los cumplí el 27 de agosto y el 17 de septiembre ya estaba trabajando”, recordó.

Inició los estudios de nivel medio superior en la Escuela de Bachilleres Unidad y Trabajo; en la coyuntura de iniciar el cuarto semestre se incorporó al campo laboral –su trabajo consiste en ser cajera de un supermercado ubicado en una plaza comercial de la ciudad– y con tal de cumplir en ambas actividades se cambió a la Escuela de Bachilleres Artículo Tercero; posteriormente dejó de estudiar alrededor de dos años, y el quinto y sexto semestres los realizó en el sistema de enseñanza abierta.

“Al principio, cuando todavía no me acoplaba bien al trabajo, fue complicado, porque en tu mente tienes el trabajo y la escuela. Se me complicó mucho, por eso tardé tanto en terminar la prepa, pero finalmente lo logré.

”La mayoría de los compañeros de la prepa trabajábamos, por eso no me sentía mal, estaba dentro de lo normal y nos preguntábamos por aquellos que no trabajaban. Yo me sentía muy bien, si muchas personas podían, ¿por qué, yo no?”.

Lessli reconoció que el entusiasmo que le provocó tener un empleo y un ingreso económico mermó su interés por continuar estudiando una carrera profesional, pero paulatinamente entendió que la preparatoria es insuficiente en el campo laboral.

“Pensaba ‘tengo dinero sin la necesidad de estar estudiando’, y pude seguir con esa idea, pero después me di cuenta que sí se requiere estudiar para mejorar y más ahora que para conseguir trabajo mínimo solicitan la prepa, la secundaria ya casi no la aceptan. Por eso busqué la manera de concluir la preparatoria.”

 

La reconexión

Desde pequeña Lessli ha tenido interés en los animales, por eso su primera opción para continuar sus estudios fue Medicina Veterinaria y Zootecnia, también en la UV, pero como la región más próxima donde la podría cursar es Veracruz y se ofrece en el sistema escolarizado, se le complicó y optó por Administración en el SEA.

La joven tiene tres hermanos y uno de ellos hace un tiempo estudiaba Nutrición y trabajaba al mismo tiempo, pero la carrera es escolarizada y la dejó trunca; por otro lado, mencionó que su novio ha sido una figura motivante en este proceso pues comparten el mismo interés: prepararse profesionalmente lo más posible.

En algún momento decidió que en este año se postularía para ingresar a la universidad. Al sentirse desconectada del ámbito escolar, pidió permiso en el trabajo para tener “horarios preferibles” y tomó un curso preparatorio, lo cual le resultó favorable.

Ese periodo fue intenso, con ejercicios matemáticos y temas que desde hace mucho tiempo había visto en la escuela. “Se me complicó un poco, en la mañana venía al trabajo, en la tarde al curso. Fueron cuatro meses difíciles. Unas semanas antes de hacer el examen, ya con el curso concluido, me la pasé estudiando todos los días, sobre todo matemáticas, que era lo que más me costaba”, relató.

El 21 de junio, día que se publicaron los resultados del examen de ingreso, se preparó emocionalmente en caso de no obtener un lugar. Pero desde las primeras horas de la mañana una cascada de mensajes de felicitación por WhatstApp la enteraron del resultado. Un asombro más fue que obtuvo mejores resultados en matemáticas que en español.

“Cuando entré al trabajo me di cuenta que no es suficiente tener la preparatoria y si tú quieres mejorar en todos los aspectos se necesita ir más allá”, insistió. Es más, mencionó que en sus planes persiste estudiar Medicina Veterinaria y Zootecnia, una vez que haya concluido Administración y tenga una mejor posición profesional y laboral.

A quienes no lograron un lugar en la UV en esta ocasión, Lessli les aconseja que no desesperen, que se preparen y persistan. “Si tienen algún sueño no se detengan, si no se pudo ahora, se podrá para la siguiente”. Mientras tanto, son altas sus expectativas respecto al programa educativo que cursará.

 

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