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Egresado de maestría desarrolló modelo para la digestión anaerobia

  • Gracias a ello, Claudio Bedolla Arroyo obtuvo el Premio “Arte, Ciencia, Luz” 2021 
  • “El premio es muy motivador para seguir por el camino de la investigación”, expresó 
  • Cursó la Maestría en Ingeniería Química en la UV y actualmente estudia un doctorado en la Universidad de Guadalajara 

 

Claudio Bedolla Arroyo, egresado de la Maestría en Ingeniería Química UV, obtuvo el Premio “Arte, Ciencia, Luz”

Claudio Bedolla Arroyo, egresado de la Maestría en Ingeniería Química UV, obtuvo el Premio “Arte, Ciencia, Luz”

 

Claudia Peralta Vázquez 

18/12/2021, Xalapa, Ver.- Sin ser un especialista matemático, pero sí con un gusto por esta área del conocimiento, Claudio Bedolla Arroyo, egresado de la Maestría en Ingeniería Química de la Universidad Veracruzana (UV), desarrolló un modelo para la digestión anaerobia de residuos agroindustriales, tema por el cual obtuvo el Premio “Arte, Ciencia, Luz” que otorga esta casa de estudios. 

Es un trabajo con alto impacto ambiental que favorece, principalmente, a los productores agroindustriales de pequeña y mediana escala, y deriva de las problemáticas por el mal uso de los residuos generados en la producción de queso y café en esta zona. 

Como parte de su formación en la Facultad de Ciencias Químicas (FCQ) de esta región, específicamente en el programa educativo (PE) de Ingeniería Química (IQ), Claudio Bedolla se enfocó en el área de investigación ante la motivación de sus profesores. 

Durante este periodo trabajó sobre procesos de separación, en columnas de destilación y un poco de modelado, pero en la maestría centró su atención en las matemáticas y bioprocesos ambientales. 

Con respecto al proceso y uso de los residuos agroindustriales, comentó que es muy costoso y, por lo tanto, afecta la economía de los pequeños productores al no contar con la infraestructura y recursos para invertir. 

El joven, originario de Martínez de la Torre y actualmente alumno del Doctorado en Ingeniería Química de la Universidad de Guadalajara, destacó la evolución del proceso de digestión anaerobia a partir de los residuos o desechos sólidos orgánicos que se transforman mediante la acción de microorganismos provenientes de excretas de animales. 

De esta manera, pueden generarse diversos productos de valor agregado como el biogás. 

Mencionó que trabajar con microorganismos es complicado porque es una comunidad que se comporta de diferente forma y depende de cómo se les trate. 

Por tanto, los modelos matemáticos permiten conocer y estudiar el proceso a partir de ciertas ecuaciones; es decir, se puede prever la factibilidad de llevarlo o no a cabo, bajo qué condiciones mejorarlo, cómo hacerlo estable y óptimo. 

Bedolla Arroyo no es el primer especialista en proponer un modelo matemático para la digestión anaerobia; sin embargo, los más utilizados son complejos y con muchas ecuaciones. “El modelo que proponemos es simple, su estudio no es muy complejo”, expresó. 

Además, éste fue probado con tres diferentes residuos: el lactosuero, producto que se obtiene del proceso de elaboración de queso; vinaza tequilera, de la destilación del tequila; y el bagazo del agave. 

“Puede describir tres diferentes residuos en diferentes tipos de producción y condiciones, bastante simple de adaptar y con buenos resultados al momento de describir los procesos.” 

Es una innovación que disminuye el impacto ambiental y del cual se obtienen muchos beneficios para los sectores y regiones a las que está dirigido, entre ellas Veracruz y Guadalajara. 

Actualmente, dentro del doctorado trabaja con modelos matemáticos, pero ahora en procesos de fermentación muy distintos a la digestión anaerobia, pues en lugar de producir biogás o metano se busca la producción de hidrógeno. 

Con relación al “Premio Arte, Ciencia, Luz”, manifestó que en los ámbitos personal y profesional es muy gratificante recibirlo porque lo motiva a seguir por el camino de la investigación. “Con esto me doy cuenta que vamos por buen rumbo, es muy positivo y alentador para seguir adelante”. 

No obstante, reconoció que no es un trabajo individual, sino grupal por el respaldo recibido de los directores de la tesis, tanto internos como externos. Por ello, agradeció a María Teresa Leal Ascencio y Eliseo Hernández Martínez, académicos de la UV; y Hugo Méndez Acosta, de la Universidad de Guadalajara, así como a sus compañeros y colaboradores. 

También expresó su satisfacción por aportar un granito de arena al desarrollo de nuevas tecnologías y conocimientos en beneficio de la sociedad, sobre todo en procesos de carácter ambiental y sustentable. 

“Hay muchas cosas positivas en la UV que nos motivan de varias maneras, también hay que reconocer que existen carencias relacionadas con el mantenimiento de los laboratorios, no es tan sencillo, pero a pesar de las limitaciones se busca el ingenio y se obtienen buenos resultados.”