Cultura

Orteuv, seleccionada para participar en la Muestra Nacional de Teatro

  • Con la obra El Mecsicano, de Luis Enrique Gutiérrez Ortiz Monasterio 

 

El Mecsicano actualmente está de gira por Xalapa, Coatepec y Naolinco

 

Karina de la Paz Reyes Díaz 

28/09/2021, Xalapa, Ver.- La Compañía Titular de Teatro de la Universidad Veracruzana (Orteuv) fue seleccionada para participar en la 41 Muestra Nacional de Teatro (MNT) con la obra El Mecsicano, de su dramaturgo residente Luis Enrique Gutiérrez Ortiz Monasterio (LEGOM), y dirigida por Yoruba Romero. 

El elenco está conformado por: Yair Gamboa, Pablos Becerra, Ana María Aguilar, Iris Ladrón de Guevara y Roberto Enríquez; Karem Manzur es asistente de dirección; Enrique Vásquez Burgos tuvo a su cargo el entrenamiento corporal y actoral; y Karla Piedra es asistente de producción. 

Las instituciones que convocan a esta actividad, considerada la de mayor relevancia a nivel nacional en la materia, son: Secretaría de Cultura del Gobierno de México, Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) –a través de la Coordinación Nacional de Teatro– y la Secretaría de Turismo y Cultura de Morelos 

La 41 MNT se llevará a cabo del 25 de noviembre al 4 de diciembre de 2021, por primera vez de manera híbrida, con actividades presenciales y virtuales –si las condiciones sanitarias lo permiten–, y en dos entidades: la Ciudad de México y Morelos, en el marco de las campañas #VolverAVerte y “Contigo en la distancia”. 

 

 

Alrededor de 10 obras de LEGOM, uno de los autores más influyente para las nuevas generaciones, han sido elegidas para la MNT

 

El Mecsicano surgió en pandemia y es una propuesta joven  

En diciembre de 2020 la Orteuv informó que regresaba a los escenarios presenciales con el estreno de El Mecsicano, cuyo formato es teatro de calle, lo cual tuvo lugar en los bajos de Xallitic, con estrictos protocolos de seguridad sanitaria. 

De ahí, en lo que va de 2021 se ha presentado en Casa del Lago UV, en Centros de Gestión Comunitaria de Xalapa (El Moral, El Castillo y Chiltoyac), han regresado a ofrecer funciones a la Plaza Xallitic y durante septiembre y octubre están de gira por escuelas primarias de la ciudad capital, Coatepec y Naolinco, igualmente bajo estrictas medidas sanitarias y convocatoria restringida dado que la pandemia continúa. 

En entrevista con Universo. Sistema de noticias de la UV, LEGOM comentó que al público al que está muy dirigida la obra no es precisamente el habitual y asiduo al teatro, “más urbano, sofisticado, que la verá desde el otro lado de la barda”. 

De ahí la importancia de los escenarios en los que se ha presentado. “No sólo nos fuimos a las colonias, nos brincamos una barda de edad, social, conceptual para ir a ponérsela al público al que está, seguramente, muy dirigida”. 

LEGOM hizo referencia al trabajo logrado por Yoruba Romero, al tratarse de su primera dirección: “Le encargaron un proyecto grande y creo que lo hizo bastante bien siendo un director joven en los dos sentidos: el de la edad y el de la pericia. Tan bien lo hizo que la prueba está en que escogieron (el trabajo) para la Muestra Nacional. 

”No sólo eso, estamos hablando de que la compañía debió haber presentado unas tres o cuatro propuestas y la que escogieron fue la de Yoruba, con actores jóvenes. Es una propuesta joven en todos los sentidos, el único sentido en el que no es joven es el mío. Yo, desde mi viejo colmillo retorcido, escribí una obra infantil, cuando no escribo mucho para niños.” 

Considerado uno de los autores más influyente para las nuevas generaciones, aclaró, por un lado, que se siente fuera del ámbito y el discurso del teatro infantil de este país; por otro, que este tipo de teatro tiene una mecánica, intereses temáticos, así como un lenguaje y discurso propios, al que dijo sentirse ajeno. 

“Me la paso peleándome con ellos (con quienes hacen teatro infantil) porque en mi humilde punto de vista me parece que muchas veces francamente es ridículo lo que hacen; yo estoy fuera de ese discurso.” 

Cierto es que LEGOM escribe poco teatro infantil, de las más de 130 obras de su autoría alrededor de 15 son catalogadas como tal; no obstante, también en ese ámbito se le reconoce su influencia y virtud, basta citar que antes de El Mecsicano escribió Cosas raras, reconocida en 2016 con el Premio Bellas Artes de Obra de Teatro para Niños. Ésta se montó en Ciudad de México por el director Hugo Arrevillaga y, al hablar de ella, la dramaturga y cronista de teatro Estela Leñero reconoció la extraordinaria capacidad para tocar emociones profundas, como el abandono y la separación. 

“La de El Mecsicano me gusta mucho más, la montó la compañía en condiciones de pandemia, con todo lo que implicó y fue prácticamente lo único que hicimos fuera de cámaras, en la calle.” 

Cabe decir que LEGOM no ha estado cerca del proceso de montaje de El Mecsicano pues, por un lado, tiene año y medio “encerrado” dadas sus condiciones de salud y en atención a las medidas sanitarias por la pandemia y, por otro, nunca interviene en los procesos, para que quien monta la obra no lo tome como intervención, y mucho menos si se trata de un director joven con propuestas frescas. “Lo mejor es dejarlo que él haga lo que piense”. 

Pero a la distancia y desde el encierro está al pendiente y dijo sentirse satisfecho con el trabajo logrado por el cuerpo actoral joven de la Orteuv. “Es esa cosa chula de estar frente al público, porque todo lo demás que hemos hecho en las cámaras queremos mentirnos diciendo que es teatro, pero no lo es, es audiovisual, y ésta sí fue teatro”. 

 

El conflicto terminará decidiéndose en la cancha de futbol (Foto: Jorge Castillo)

La obra se estrenó en plena pandemia, por ello sólo participa el elenco joven de la Orteuv 

 

De identidad y amistad 

En palabras del dramaturgo, El Mecsicano trata de la identidad nacional, tema complejo que es puesto frente a otro con el que nos hemos hibridado a lo largo de mucho tiempo, el del país vecino del norte, Estado Unidos, y de las comunidades mexicanas que radican allá. 

“Éste es el tema, pero con niños y un perro, y de una vez les digo que el perro se muere al final”, dijo; “las obras para niños técnicamente son difíciles, en términos dramáticos, porque los niños no tienen pasado y buena parte de lo que trata el drama, al menos en el modelo clásico, que es en el que me baso para escribir mis obras, es del pasado, concentro en un momento todo lo que ha pasado antes”. 

Pero si los niños no tienen pasado, la dificultad está en sacarlos del “aquí y el ahora” para tenerles una ruta de vida y “te obliga a tejer perspectivas”. Precisamente de eso habla, “de las perspectivas de una infancia en condiciones económicas difíciles y de esta perspectiva de ‘visión de túnel’ que es: todos se van a Estados Unidos”. 

Hasta ahí, la obra no toca nada nuevo, sino algo muy familiar en la sociedad mexicana; para LEGOM la obra se torna linda porque rebasa el tema general sociológico y toca el de la complejidad de la amistad y “el entendimiento del niño del mundo de los adultos”. 

El dramaturgo aclaró: “No es nada profunda la obra, tampoco, creo que es chula, pero lo toca a nivel pueril, es para niños. El tema de la identidad siempre me ha gustado mucho” y recordó Odio a los putos mexicanos, escrita ex profeso para la Orteuv y que la han montado por todo el mundo, incluso están por hacerlo en Italia. 

“Lo que quiero decir (en cuanto al tema migratorio), y no quiero parecer insensible, es que un contador de historias, un dramaturgo, está culturalmente en una posición privilegiada, en una situación de complejidad, donde el mismo trancazo que le dan es el mismo que está dando para el otro lado. Somos víctimas y victimarios al mismo tiempo y no podemos establecer una postura ética, moral, clara alrededor del asunto, y eso es maravilloso para el drama. Al drama lo único que le interesa es indagar en la complejidad ética del ser humano”. 

Si una niña le preguntara ¿de qué sirve la identidad?, le respondería “Sirve para saber que tú eres tú y yo soy yo, y nosotros dos somos un ‘nosotros’. A partir de ahí, todo lo que digamos se va a dar, si no partimos de que tú sepas quién eres y yo sepa quién soy, de que yo sepa quién eres tú y tú sepas quién soy yo, y que sepamos que somos un conjunto, no podemos hablar de nada más. Es un principio elemental para todo. Es la base de todo lo que hacemos. Todo el tiempo estamos construyendo nuestra identidad”. 

Más aún, en el “¿qué son?” está el “¿qué podemos esperar de ellos?” y ambos llevan a preguntar “¿Por qué hacen lo que hacen?” y “¿por qué hacemos lo que hacemos?”, tiene que ver con el “¿qué somos y qué pueden esperar de nosotros?”. 

“No sólo es el principio de la identidad, sino de cualquier análisis ético, desde Aristóteles, desde antes, desde ahí parte, de querer saber por qué hacemos lo que hacemos para saber lo que somos. La niña ya me habría dado una patada y se hubiera ido si le digo esto.” 

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