• El escritor colombiano conversó con Raquel Velasco en la FILU, donde compartió que la vida y lo que escribimos nos va moldeando

Santiago Gamboa, escritor colombiano, conversó con Raquel Velasco

Paola Cortés Pérez

02/05/18, Xalapa, Ver.- El escritor colombiano Santiago Gamboa compartió que los viajes que hizo a lo largo de su vida han sido fundamentales en su desarrollo como escritor, al conversar con su colega Raquel Velasco, académica de la Universidad Veracruzana (UV), en el marco de la XXV Feria Internacional del Libro Universitario (FILU).

La charla tuvo lugar la tarde del martes 1 de mayo, en el Salón “Emilio Carballido”, del Complejo Deportivo Omega. Ahí, Gamboa comentó que se hizo escritor profesional durante su estancia en París, Francia, donde trabajó como periodista, “la vida de uno y lo que escribimos, nos va moldeando”, expresó.

Raquel Velasco le preguntó ¿cómo había mantenido el equilibrio de la violencia en su literatura, sin llegar a obviarla? A lo que el escritor colombiano dijo que la violencia es un tema recurrente en toda la literatura.

“La violencia es un punto de vista, Gabriel García Márquez decía que en Colombia se escribía sobre los horrores de la violencia y lo que le hacían a los muertos, en lugar de hablar de lo importante que era el miedo de los vivos. En las novelas es donde la violencia adquiere ese extraordinario perfil que le da la literatura y el arte, que es transformar la violencia real en algo bello y en conocimiento.”

Expresó que la violencia hace posible la existencia de una literatura que permite sobrellevarla y entenderla, pero al mismo tiempo abre los ojos ante otras realidades, “esto es lo que venimos haciendo en Colombia”.

Con relación a Gabriel García Márquez, Santiago Gamboa comentó que su literatura fue tremendamente peligrosa para un escritor porque absorbía al lector y se metía en la sangre, entonces en su tiempo el mundo se llenó de “García Marquitos” que repetían una fórmula que le fue exitosa.

“Creo que muchos de esos García Marquitos no lo hacían por imitación sino porque la obra se mete en la sangre, lo mismo sucede con (Julio) Cortázar y recientemente con la obra de (Roberto) Bolaño. En cambio, (Mario) Vargas Llosa no se ve, no es un autor que influya en la escritura, más bien en la arquitectura o estructura de la novela”, concluyó.