Colaboración

“La trágica” de Mahler

  • La Sinfonía No. 6 es una obra autobiográfica sobre el dolor y la crueldad personales

 

El compositor se consideró a sí mismo “tres veces extranjero: un bohemio entre austriacos, un austriaco entre alemanes y un judío ante el mundo”

 

José Antonio Gaar y Diana Elisa Flores

11/11/18, Xalapa, Ver.- Nadie puede negar que Gustav Mahler (1860-1911) tuviera un protagonismo absoluto en la Viena finisecular. Una vez instalado en el país, y tras los hostigamientos de la comitiva antisemita, Mahler declaró: “Soy tres veces extranjero: un bohemio entre austriacos, un austriaco entre alemanes y un judío ante el mundo”.

En 1898, Alma Schindler quedó cautivada tras escuchar la Heroica de Beethoven, interpretada por la Filarmónica de Viena bajo la dirección de Gustav Mahler. Aquel acontecimiento le parecería tan extraordinario, que encontraba a Mahler como “un director increíble y fascinante”, lo que le provocó gran inquietud por conocerlo.

Tres años después se convertiría en Alma Mahler, mismo año en que Gustav estrenó la Sinfonía No. 5. La historia del azar muestra que Arnold Schönberg fue uno de los pocos que apreció, desde el inicio, la obra del bohemio; sin embargo, la Sinfonía No. 6 en La menor le pareció una revelación. Schönberg encontró a su maestro, y subrayó, más que otra cosa, el uso de la celesta y el xilófono como una armonía filosófica. Mahler, por su parte, siempre dijo que no estaba a favor de alguna moda, sino que sus composiciones respondían exclusivamente a sus sentimientos más profundos.

 

La Orquesta Sinfónica de Xalapa interpretó esta singular obra, en doble función, los días 9 y 10 de noviembre

 

Y quizá sea ésta, con oníricos paisajes sonoros, la más coherente, anímicamente hablando, de sus obras: la Sinfonía No. 6 es la composición más surrealista, imaginativa y perturbadora de todas sus piezas. Compuesta entre 1903 y 1906 –terminada en 1904, pero revisada hasta la saciedad–, la sexta de Mahler tuvo como fecha de estreno el 27 de mayo de 1906 durante el Festival del Club de Música General Alemana, bajo la dirección del propio compositor.

Con respecto a la Sexta Sinfonía de Mahler, Alma escribió: “En el tercer movimiento representó los arrítmicos juegos de dos niños, tambaleándose en zigzag sobre la arena. Ominosamente, las voces infantiles se hacen cada vez más trágicas, y se extinguen en un gemido”.

Aunque la pieza gozó de una buena recepción ante el público, no tuvo el mismo éxito entre los críticos; sin embargo, pareciera que la sinfonía presagia el destino hostil del compositor; aunque el nombre de “la trágica” no es oficial, es mejor conocida por aquel título ya que, tanto Gustav como Alma, compararon los tres martillazos del destino –simbolizados con un mazo en el último movimiento– como la antesala de sus tres momentos fúnebres: la salida de la Ópera de Viena, la muerte de su hija mayor y la aparición de la enfermedad que acabaría con la vida del compositor en 1911.

Como resultado, nos encontramos con la biografía de aquel compositor que se ha mirado como un gran hombre derrotado, como alguien que desciende a la “noche” de los muertos, con absoluta tranquilidad, sí, pero sin frenos.

Este singular concierto lo pudimos disfrutar este fin de semana, gracias a la Orquesta Sinfónica de Xalapa, (OSX)que lo presentó las noches del viernes 9 y sábado 10 de noviembre.

 

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