Cultura

Élmer Mendoza, el gran renovador del género neopolicial mexicano

 

  • Destacó el también narrador y ensayista Juan Pablo Rojas Texon 

 

Juan Pablo Rojas, director de la Facultad de Letras Españolas

 

Karina de la Paz Reyes Díaz 

Fotos: César Pisil Ramos 

29/06/2022, Xalapa, Ver.- Luego de dar un vasto panorama del género policial detectivesco, Juan Pablo Rojas Texon, director de la Facultad de Letras Españolas de la Universidad Veracruzana (UV), destacó que Élmer Mendoza (Culiacán, Sinaloa, 1949) es “el gran renovador del neopolicial mexicano en el siglo XX”. 

El también narrador y ensayista dictó la conferencia “Del cuarto cerrado a la ciudad abierta: el género policial de Edgar Allan Poe a Élmer Mendoza”, en la decimocuarta edición del Curso de Creación Literaria para Jóvenes, que ofrecen la UV y la Fundación para las Letras Mexicanas (f,l,m.). 

Como parte de su disertación, especificó que el padre del género policial clásico es Edgar Allan Poe, específicamente el primer relato policial es Los crímenes de la calle Morgue y el primer detective de ficción Auguste Dupin. 

Tras citar a una serie de autores y obras del género policial clásico –sobre todo de Europa y Estados Unidos–, dijo que en México inició con la visión mecanicista, cuyo origen fueron las cinco reglas que planteó The Detection Club –conformado por escritores como Agatha Christie, Dorothy Leigh Sayers y Gilbert Keith Chesterton–. 

“En México el impulsor, el introductor de la literatura policial, es el potosino Antonio Helú (1900-1972), descendiente de inmigrantes libaneses”, especificó. Se trató del fundador de la revista Selecciones policiacas y de misterio, activa de 1946 a 1957. 

Enseguida, dio pormenores de otros autores y autoras como María Elvira Bermúdez (1916-1988), conocida por obras como la novela Diferentes razones tiene la muerte. Se trata de la primera escritora del género policial en México y de las primeras en América Latina. 

Fue apodada la “Agatha Christie mexicana” y su personaje, María Elena Morán –que resuelve crímenes por su cuenta– fue la primera mujer detective en la región latinoamericana. 

Enlistó otros autores y los detectives que crearon, como Pepe Martínez de la Vega (1907-1954) y Rafael Bernal (1915-1972), siendo éste el más pleno de esa generación, porque se inició en el policial clásico y evolucionó hasta llegar a la novela negra.  

Es más, “la primera gran obra negra de México y que sigue siendo uno de los modelos a seguir es El complot mongol (1969, Rafael Bernal)”. La novela se distingue por el lenguaje “absolutamente coloquial” con que fue escrito. “Es una obra maestra del género, en términos literarios”. 

Juan Pablo Rojas llegó al neopolicial mexicano, datándolo de 1970 a 2021 y citó a sus cultivadores: Paco Ignacio Taibo II (1949), Rafael Ramírez Heredia (1942-2006), Ana María Maqueo (1938), Eduardo Villegas Guevara (1962) y Gabriel Trujillo Muñoz (1958), entre otros. 

“El gran impulsor del neopolicial en el México de los setenta fue el tan amado y odiado Paco Ignacio Taibo II. Él, realmente, después de Rafael Bernal, renovó el policial –con su gran detective Héctor Belascoarán Shayne–.” 

Así, llegó Élmer Mendoza, “el gran renovador del neopolicial mexicano en el siglo XX”. Basándose para decir esto en su saga sobre Edgar el Zurdo Mendieta, que consta de seis novelas y tres cuentos. “Él trabaja la variante llamada ‘narcoliteratura’”. 

“Creo que Élmer Mendoza vino a renovar el policial por incluir el argot callejero. Es muy marcado en su literatura, y la verdad pienso que Balas de plata es la mejor historia”, fue parte de lo que comentó en la conferencia que se extendió por dos horas y tuvo la atención de los 25 participantes de todo el país que conforman la decimocuarta edición del Curso de Creación Literaria para Jóvenes. 

La conferencia tuvo lugar en el Salón Azul de la Unidad de Humanidades, el martes 28 de junio. 

 

La conferencia tuvo la atención de los 25 participantes del Curso de Creación Literaria para Jóvenes

Categorías: Cultura