Cultura

El testimonio no es un género literario: Liliana Tabakova 

 

  • Liliana Tabakova, profesora de la Universidad San Clemente de Ojrid de Sofía, participó en las Jornadas Académicas “Umbrales de la investigación en los estudios de posgrado. Área de Literatura Hispanoamericana” 
  • Abordó la construcción del testimonio en el libro Me llamo Rigoberta Menchú y así me nació la conciencia de la ganadora del Nobel de la Paz en 1992 

 

Liliana Tabakova, académica de la Universidad San Clemente de Ojrid de Sofía, Bulgaria, habló sobre el libro testimonio de Rigoberta Menchú

 

David Sandoval Rodríguez 

Fotos: Omar Portilla Palacios 

18/01/2022, Xalapa, Ver.- Liliana Tabakova, académica e investigadora del Departamento de Estudios Iberoamericanos de la Universidad San Clemente de Ojrid de Sofía, Bulgaria, dictó la conferencia inaugural de las Jornadas Académicas “Umbrales de la investigación en los estudios de posgrado. Área de Literatura Hispanoamericana”, organizadas por los programas de posgrado que se imparten en el Instituto de Investigaciones Lingüístico-Literarias (IIL-L) de la Universidad Veracruzana (UV). 

Efrén Ortiz Domínguez, académico del IIL-L, presentó a la ponente, de quien recordó su estancia de investigación hace años en el mismo instituto.  

Al dictar la conferencia titulada “Rigoberta Menchú o sobre la verdad y la mentira en la literatura testimonial”, la investigadora habló sobre el impacto en el mundo editorial que tuvo la publicación del libro Me llamo Rigoberta Menchú y así me nació la conciencia en 1983. 

Tabakova aprovechó su presentación virtual para agradecer y saludar a “amigos entrañables que dejé en Xalapa, cuando realicé mis estudios”, en referencia a los académicos del IIL-L. 

Planteó que, si bien se considera al testimonio como género literario, ella llegó a la conclusión de que no era un género literario que deba basarse en el recuento histórico ni en la veracidad del narrador, porque intervienen otros elementos en el recuento de los hechos. 

“La literatura testimonial aumenta su efecto cuando están suprimidas las preguntas del entrevistador, y es la forma autobiográfica la que hace a los lectores sentirse más identificados con el narrador, en este caso con el colectivo que éste representa”, expresó. 

Tabakova recalcó que “las autobiografías no deben ser tomadas al pie de la letra, porque la imaginación siempre aspira a llenar los vacíos y a enmendar los errores, es un relato mitopoético concebido para dar una interpretación de un mundo determinado de una indígena que tiene el propósito de representar a su colectividad”. 

La ponente explicó que “la memoria transforma, reconstruye y recrea el pasado para que éste no se petrifique y nos remite a sucesos y hechos concretos, todos ellos elementos fracturados que arman el sentido que se ha ido perdiendo con el tiempo”. 

Para efectuar este ejercicio narrativo añadió que “necesitamos de alguna razón para recordar y analizar el sentido y los significados que no recrean el pasado, sino que se vuelven componentes de una estructura nueva porque no estamos en condición de escoger nuestro pasado, uno no recrea su pasado propio y en los recuerdos bullen las emociones, por ello podemos decir que recordar no es un juego y los recuerdos nos comprometen con el pasado y con el futuro”. 

Posterior a su publicación, el libro de Menchú enfrentó distintas acusaciones, principalmente la denuncia de activistas que argumentaban que no representaba a todas las comunidades indígenas de Guatemala, como ella pretendía. 

“El objetivo del libro era denunciar las monstruosidades ante la comunidad mundial, sin embargo, Menchú está lejos de ser una representante promedio de su comunidad étnica, que de entrada es el requisito que plantean las ciencias sociales para la validez del testimonio.” 

Para alcanzar el éxito que tuvo su libro, la Premio Nobel de la Paz de 1992 acudió a Elizabeth Burgos, “ex esposa de Regis Debray, un periodista francés que gozaba de un gran prestigio ante el régimen de Fidel Castro y de la izquierda hispanoamericana, y no fue casualidad que estando en París en una conferencia Menchú fuera a buscarla porque le iba a dar prestigio a un libro sobre una indígena todavía desconocida mundialmente; como ocurre en estos casos, es imposible que no hubiera manipulaciones mutuas, con una dirección determinada que a cada una le interesaba”. 

 

Efrén Ortiz Domínguez, investigador del IIL-L, presentó y dio la bienvenida a la académica búlgara en su ponencia

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