Cultura

Académicos de la UV impartieron taller en encuentro internacional

  • Una de las interrogantes que motivaron este ejercicio fue: ¿A través de qué medios y cuáles son los procesos con los que construimos el conocimiento artístico en el arte contemporáneo?

 

Participantes del taller “La estampa como metáfora/herramienta para el pensamiento artístico contemporáneo”

 

Karina de la Paz Reyes Díaz

01/12/18, Xalapa, Ver.- El Seminario Permanente de Investigación Artística (SPIA) del Instituto de Artes Plásticas (IAP) de la Universidad Veracruzana (UV), impartió el taller teórico-práctico “La estampa como metáfora/herramienta para el pensamiento artístico contemporáneo”, en el 1er Encuentro Internacional Estampa de América Latina y el Caribe.

El encuentro se desarrolló en la Ciudad de México, del 21 al 25 de noviembre, tuvo como sedes el Museo Nacional de la Estampa y el Museo Nacional de Arte, y fue convocado principalmente por ambos recintos culturales, en coordinación con el Departamento de Artes de la Universidad Iberoamericana. Además, participaron en el comité organizador varias instituciones afines a la disciplina, como el propio IAP de la UV.

El taller teórico-práctico se desarrolló los días 24 y 25 en el Museo Nacional de la Estampa, tuvo un cupo limitado a 15 personas y, como lo indicó la convocatoria, el SPIA se desplazó de su sede en la UV para compartir algunas interrogantes con las que trabaja como motor de producción artística. Una de ellas es: “¿A través de qué medios y cuáles son los procesos con los que construimos el conocimiento artístico en el arte contemporáneo?”.

En el taller se trabajaron técnicas como la estampación de sellos, dibujo indexado y collage para intervenir y re-construir planteamientos, interrogantes o conceptualizaciones con la unión entre imágenes y textos. El taller tenía la propuesta de debatir “el re-ciclaje de ideas y productos de consumo cultural y popular a partir de una lectura dirigida, el debate grupal y la re-significación visual e individual de las ideas generadas”.

Tal ejercicio tuvo una convocatoria y desarrollo exitoso, compartió Natalia Calderón, investigadora del IAP, fundadora y coordinadora del SPIA e integrante del comité organizador del 1er Encuentro Internacional Estampa de América Latina y el Caribe.

“Lo más interesante es que este taller lo desarrollaron integrantes del SPIA. Fue impresionante organizarlo entre todos, determinar qué daríamos y cómo haríamos esas actividades; y luego, ver cómo el desarrollo de la habilidad de impartir un taller es en sí mismo un aprendizaje irremplazable”, dijo en entrevista con Universo.

 

La estampa nos puede enseñar sobre procesos de pensamiento

 

Los talleristas por parte de SPIA fueron, además de Natalia Calderón: Joyce Martínez Medrano, Gabriela Hernández Olivares, Jonathan Farías Carrillo, Luis Alberto Sánchez Ortiz, Víctor Manuel Napoleón y Ricardo Martínez Méndez.

“Parte del objetivo del taller fue analizar cómo la estampa nos puede enseñar sobre procesos de pensamiento. Se trataba de utilizar la estampa como un pretexto y no como un fin; no se trababa de hacer un grabado en dos sesiones, sino más bien de enseñarles otra manera de pensar, que es lo que nos da la investigación artística, cuestionarnos nuestros propios preceptos, lo que damos por sentado o que consideramos como natural o normal. Cuestionar nuestros propios marcos de comprensión.”

Calderón remarcó que uno de los preceptos que trabajan en el SPIA es la horizontalidad, pues no se trata de que alguien que tiene más conocimiento “otorgue” a quien no lo tenga, sino producir conocimientos en colectivo.

Como parte de la dinámica de trabajo del taller, se requirió la previa lectura de cinco textos: “Arde la imagen” y “El mensaje de las mariposas”, de Georges Didi-Huberman; “Un mundo común”, de Marina Garcés; “Sellos de goma, teoría y praxis”, de Ulises Carrión, y “Los condenados de la pantalla”, de Hito Steyerl.

“Para nosotros las lecturas son las herramientas de trabajo, no únicamente el tórculo, la tinta, la placa –que son importantísimas en la práctica del grabado–; también lo es la teoría, por eso las trabajamos en conjunto.”

La dinámica del taller tuvo el propósito de que las ideas generadas a partir de las lecturas guiaran la producción artística. “Ponemos a los productores en otro lugar, en el lugar de la duda, la inestabilidad, la incertidumbre, del cuestionarse su mismo hacer. Esa es la idea”, explicó la entrevistada.

Aclaró que si bien en un principio muchos de los asistentes al taller se sintieron cuestionados, después entendieron que ese lugar de la duda es el productivo para pensar cosas que no habían pensado antes. “Que sean la duda y la interrogante las que guíen por dónde movernos”.

Para ella, se trata de planteamientos filosóficos y en relación a que el arte no está aislado de otros campos de saber y viceversa: dar cuenta hacia otros campos qué produce el arte en cuanto a saberes y conocimientos.

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