Ciencia

Transmisión de enfermedades zoonóticas, evidencia de relación evolutiva

  •  Antonio Lazcano dictó conferencia en la UV y aclaró que no puede predecirse la aparición de nuevos virus
  • “Los virus no fueron los primeros seres vivos ni son primitivos, pero están presentes en todos los reinos biológicos”

 

Antonio Lazcano dictó conferencia sobre el origen y evolución de los virus

 

Paola Cortés Pérez

Fotos: Omar Portilla Palacios

01/04/2022, Xalapa, Ver.- Charles Darwin, biólogo y naturalista del siglo XIX, se dio cuenta de que ningún ser vivo está aislado en su entorno, por lo tanto, la posibilidad de transmisión de enfermedades zoonóticas es una evidencia de la relación evolutiva, pero también es una lección para saber cómo cuidarnos de ellas, planteó Antonio Lazcano Araujo, Profesor Emérito de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El científico mexicano impartió la conferencia “Origen y evolución de los virus: el caso del SARS CoV-2”, con la cual se clausuró la Semana Mundial del Cerebro organizada por el Instituto de Investigaciones Cerebrales de la Universidad Veracruzana (UV).

En la charla que tuvo lugar la tarde del viernes 25 de marzo en el Auditorio “Alfonso Medellín Zenil” del Museo de Antropología de Xalapa (MAX), Antonio Lazcano aclaró que no puede predecirse la aparición de nuevos virus, ejemplo de ello es el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH), el Ébola (EVE) y el SARS-CoV-2.

“La evolución biológica es un proceso multifactorial y es imposible saber cuáles son las mutaciones que se fijarán en una población, pero una vez que aparece y se establece podemos saber cuál es la tendencia del virus.”

En los últimos 40 años la humanidad ha sido testigo de epidemias o pandemias a nivel mundial, todas causadas por virus de ARN: la influenza AH1N1, el SARS, la influenza aviar, el Zika, el SIDA, el virus del Nilo Occidental, el EVE, el Chikungunya, el SARS-CoV-2.

Aunque no puede predecirse su surgimiento, sí los procesos ecológicos que faciliten epidemias futuras, ya que las sociedades de consumo ejercen una fuerte presión urbanística y ecológica sobre el medio ambiente.

Explicó que los seres humanos han invadido los espacios ocupados por los animales silvestres, lo que ha ocasionado que se adapten a los nichos urbanos; por lo tanto, no sólo convivimos con estos animales, también con sus piojos, pulgas, bacterias y protistas.

“Estamos siendo testigos del proceso de evolución de los patógenos, así como de los vectores, resultado del crecimiento de los centros urbanos.”

En los últimos años, las enfermedades de origen zoonótico van en aumento, lo que indica que están arrinconándose a los seres vivos, los cuales tienen sus propios patógenos.

El último censo de coronavirus da a conocer que hay entre cinco mil y 10 mil tipos desconocidos, esto indica que debe buscarse una forma de explotación adecuada del medio, preservación de la biodiversidad biológica, creación de infraestructura, grupos de investigación, que permitan saber que debemos enfrentar esto para siempre.

¿Están vivos los virus?

El integrante de El Colegio Nacional mencionó que pese a la reputación que tienen los virus, la mayoría de ellos no son patógenos.

Contó que en el caso de los placentarios –mamíferos vivíparos, como los seres humanos– los genes que determinan la formación de la placenta son resultado de una infección viral que contrajeron nuestros ancestros hace millones de años.

Precisó que los virus no fueron los primeros seres vivos ni son primitivos, aunque algunos pueden ser muy antiguos. “Hay virus en todos los reinos biológicos, no hay un solo grupo en la tierra que esté libre de infecciones virales”.

¿Cómo clasificarlos?

Uno de los errores en que se ha caído es considerarlos solamente como patógenos, lo que ha llevado a clasificarlos en función del tipo de cápside (conjunto de proteínas que envuelven el material genético, ARN y ADN) que poseen, o bien, por las especies, órganos o sistemas que afectan y por las enfermedades que provocan.

“Clasificarlos en función de las enfermedades que causan no permite ver sus relaciones biológicas, esto ha favorecido la idea de que cada virus es un patógeno que surge de manera independiente, lo que no corresponde a la realidad”, advirtió Antonio Lazcano.

Planteó que la mejor manera de clasificarlos es en función del material biológico que poseen: ARN y ADN. En el caso de los virus de ARN, se mueven en un ambiente donde no tienen competencia con el ADN, lo cual les permite explorar estrategias de organización, replicación y expresión, así como una enorme cantidad de diversificaciones y adaptaciones evolutivas. En el caso de los coronavirus, dijo que son virus de ARN.

 

Jorge Manzo, moderador de la plática, y Antonio Lazcano

 

Evolución y mutación

La evolución de un sistema viral o de cualquier población biológica no depende sólo de las mutaciones, también de la rapidez en la que surgen, el impacto fenotípico, así como el impacto de la selección y la deriva génica (cambio en las frecuencias alélicas de una población).

Antonio Lazcano, mencionó: “A lo largo de su evolución han robado moléculas que sirven como medida de protección, mantienen la integridad del ADN viral y en otros casos abaten los niveles de mutaciones en los virus de RNA”.

Se ha detectado que los coronavirus mutan en promedio 10 veces más lento que los otros virus de ARN, debido a que las exonucleasas (enzimas que catalizan la rotura de enlaces fosfodiéster en los extremos de cadenas nucleotídicas) cortan los extremos de los ácidos nucleicos y, en particular, estabilizan la información genética.

Se ha detectado otro mecanismo de evolución: la recombinación. Si dos cepas o variantes distintas de un virus infectan la célula, al replicarse intercambiarán datos y el resultado será una recombinante, así pasó con la variante Delta y Ómicron del SARS-CoV-2, de donde surgió Deltacron.

Mutación en SARS-CoV-2

Antonio Lazcano explicó que un genoma típico de SARS-CoV-2 acumula aproximadamente dos mutaciones puntuales por mes; en cambio, durante el mismo tiempo el virus de la influenza acumula cuatro mutaciones y el VIH ocho.

“El entender que es un virus que muta lentamente permite detectar un mecanismo que ocasione el decaimiento de su tasa de cambio y, al mismo tiempo, conoceremos la diversidad del virus de ARN.”

Esta información, en términos de salud pública, significa que no habrá niveles altos de variabilidad viral en los infectados, por lo tanto, los tratamientos antivirales pueden ser homogéneos.

Además, la aparición de resistencias será lenta y una vacuna servirá para todas las variantes, ya que la población viral es similar en términos genéticos.

Sin embargo, el virus debe ser atacado inmediatamente que una persona es infectada, de ahí la importancia de las pruebas, del aparato de la detección de la infección y que las vacunas lleguen a los países con sistemas de salud débiles.

“El virus se propaga con mayor rapidez de la que muta, pero si hay muchas personas infectadas hay mayores posibilidades que aparezcan nuevas variantes. México tiene una obligación de vacunar a todos los migrantes, ya que vienen de regiones donde la salud pública está debilitada, además pueden ser portadores de variantes que afecten a todos.”

¿Qué podemos hacer?

Antonio Lazcano recomendó desarrollar mecanismos de vigilancia de virus en el medio ambiente; tener un mejor control de la cacería y el comercio de la vida silvestre, así como de los mercados húmedos y mataderos; parar la destrucción de los ambientes ricos en diversidad biológica, ya que no sólo es sacrificado un acervo biológico, también se puede tener mayor contacto con patógenos.

Por otro lado, dijo que se corre el riesgo de caer en la complacencia de creer que el virus está atenuándose, cuando lo observado es una variación en la tasa de infección consecuencia de la inmunidad por las vacunas o las personas infectadas, pero puede aparecer una variante más agresiva que Delta.

“Esta combinación nos puede estar creando un sentimiento falso de seguridad, tampoco se trata de vivir instalados en la paranoia, sino de estar conscientes de que puede aparecer otra variante, así que no debemos bajar la guardia”, finalizó.

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