Ciencia

Frenar el cambio climático requiere acciones coordinadas y colectivas

  • Afirmó José Luis Piñuel Raigada, catedrático de la Universidad Complutense de Madrid 
  • Los seres humanos deben crear una noosfera –esfera planetaria constituida por el conocimiento humano para salvar a la biosfera

José Luis Piñuel Raigada

Carlos Hugo Hermida Rosales 

17/10/2019, Xalapa, Ver. José Luis Piñuel Raigada, catedrático de la Universidad Complutense de Madrid, comentó que para afrontar al cambio climático y sus afectaciones la humanidad se debe crear una noosfera, que es una esfera planetaria constituida por el conocimiento humano. 

“A través de esta noosfera se puede trabajar para salvaguardar la vida en la Tierra”, enfatizó. 

El académico impartió la conferencia “De la biosfera a la noosfera: una transición para la resiliencia ante el cambio climático”, el 16 de octubre en el Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales (IIH-S) de la Universidad Veracruzana (UV), en el marco de la Cátedra UNESCO sobre Ciudadanía, Educación y Sustentabilidad Ambiental del Desarrollo, del Instituto de Investigaciones en Educación  

Piñuel Raigada mencionó que los conocimientos científicos ya han dado la alarma sobre las consecuencias del cambio climático, cuyas afectaciones afectan no tanto al planeta sino a la vida en él, ya que de no hacer nada éste aún existirá pero sin vida, como muchos otros en los sistemas solares del Universo.  

Comentó que el riesgo para la existencia de la vida es la parte que nos importa a los humanos, y que este peligro ya inició debido a que ya son muchas las especies de seres vivos que han desaparecido.  

“Con este escenario adverso las personas necesitan reaccionar individual y colectivamente ante el riesgo”, enunció.  

El docente explicó que es indispensable analizar el discurso mediático que se ha configurado en torno al cambio climático, para conocer la opinión de políticos, científicos y grupos informados sobre este fenómeno. 

Enfatizó que la única forma en que la humanidad puede afrontar al cambio climático y las afectaciones que conlleva, es con una gran capacidad de resiliencia, que le permita reaccionar para recuperar los equilibrios perdidos.  

Declaró que para conseguir esa resiliencia no es necesario el conocimiento individual, sino una cognición distribuida, un sentido tanto activo como pasivo de lo que es el nosotros, la comunidad y el conocimiento compartido, que será de gran utilidad para la construcción de la noosfera.  

El catedrático comentó que como ha sucedido otras veces en la historia de la resiliencia de nuestra especie, nuevas posibilidades y formas comunicativas pueden contribuir a que la noosfera salve a la biosfera en peligro.

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