• La doctora en Ciencias Fisiológicas, adscrita al Instituto de Neurobiología de la UNAM, mostró un complejo comparativo de las conductas y respuestas sexuales

Maricela Hernández González expuso el tema “Bases neurales de la motivación sexual”

Jorge Vázquez Pacheco 

03/11/2019, Xalapa, Ver.- Como parte del sexto Simposio Internacional de Neuroetología “Integrando el comportamiento”, organizado por la Universidad Veracruzana (UV) a través de su Instituto de Neuroetología, Maricela Hernández González disertó en torno del tema “Bases neurales de la motivación sexual”, el pasado 29 de octubre en el auditorio de la Iniciativa Municipal para el Arte y la Cultura, IMAC. 

Doctora en Ciencias Fisiológicas adscrita al Instituto de Neurobiología de la UNAM, Hernández González mostró un complejo comparativo de las conductas y respuestas sexuales, mediante la experimentación con ratones llevada a efecto en la institución para la que se desempeña. Destacó que desde su maestría, ha trabajado consistentemente las bases neurofisiológicas de la conducta sexual y maternal. 

“Se trata de conductas motivadas de cuya ejecución depende la sobrevivencia de la especie”, indicó. “La conducta sexual lleva implícita un componente hedónico, de búsqueda o experimentación de placer, lo que la constituye como una conducta reforzante en sí misma independientemente de sus consecuencias futuras”. Añadió que en roedores y humanos, se despliega como respuesta a uno o varios estímulos, pero en hombres y mujeres puede motivarse también como respuesta o asociación hacia pensamientos e imaginación. 

Después de ilustrar la forma como los humanos –hombres y mujeres– de edades entre 17 y 26 años reaccionan a estímulos visuales mediante erección peneana o humectación vaginal, concluyó que la conducta sexual de la rata es un buen modelo para estudiar las bases neurales de la motivación y activación sexual. Al igual que en los roedores, durante la activación sexual en hombres y mujeres se presenta una menor correlación encefálica entre las cortezas frontales y posteriores. Los cambios en la actividad del sistema mesocorticolímbico se asocian con alteraciones de la motivación y ejecución sexual de la rata macho y se confirma la prevalencia de actividad con estados sexualmente motivados y placenteros.  

Finalizó indicando que los efectos del estrés en etapas tempranas del desarrollo (periodo prenatal y peripuberal) pueden perdurar hasta la etapa adulta y alterar la funcionalidad cerebral (prefrontal y amigdalina), por lo tanto, afectar la motivación y ejecución sexual.