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Egresada UV realiza estancia de investigación en la Universidad del Noreste

  • Durante un año, Yessica Herrera trabajará en el Centro de Investigación de Redes Complejas, Barabasi Lab 
  • Abordará los factores sociales que contribuyen al éxito de los bailarines 

 

Yessica Herrera realiza estancia en Barabasi Lab, del Centro de Investigación de Redes Complejas

 

Paola Cortés Pérez 

Foto: Yessica Herrera Guzmán 

05/03/2022, Xalapa, Ver.- Yessica Herrera Guzmán, egresada de la Maestría en Neuroetología de la Universidad Veracruzana (UV), realiza una estancia de un año en el Centro de Investigación de Redes Complejas (CCNR, por sus siglas en inglés), también conocido como Barabasi Lab, de la Universidad del Noreste en Boston, Massachusetts, Estados Unidos. 

En entrevista para Universo, Sistema de noticias de la UV, contó que cursa el cuarto año del Doctorado en Ciencias de la Complejidad Social –generación 2018– en la Universidad del Desarrollo (UDD), en Chile, donde ha desarrollado un proyecto sobre la complejidad del mundo del arte. 

Compartió que siempre le han apasionado los temas relacionados con la ciencia y la danza; cuando ingresó al doctorado tenía varias opciones de investigación, entre ellas la estructura social de la danza y las bases neurales de las experiencias estéticas. Sin embargo, la pandemia por la COVID-19 afectó el desarrollo de su proyecto y se enfocó en el análisis de la estructura social de la danza, donde se reportan desigualdades de género en los puestos de liderazgo, siendo que es una disciplina principalmente dominada por mujeres. 

En Barabasi Lab se llevan a cabo proyectos únicos y reveladores con alto impacto para la ciencia y otras disciplinas, como las artes. Ahí, Yessica contribuirá al entendimiento de la complejidad de las estructuras sociales en las artes, con énfasis en la danza, bajo la supervisión de Albert-László Barabási, investigador reconocido a nivel mundial por su trabajo en ciencia de redes. 

László Barabási dirige varios proyectos en su laboratorio, incluido el arte como sistema complejo. Esto es algo que no podía hacerse antes, pero con el surgimiento de la ciencia de datos y la nueva era digital, se tiene acceso a este conocimiento. Por ejemplo, “ahora se pueden conocer objetivamente los patrones que determinan el éxito en carreras de áreas creativas con alta subjetividad, como el arte”, explicó Yessica Herrera. 

Sobre cómo fue el proceso de aceptación para estar en Barabasi Lab, narró que en julio del año pasado presentó su trabajo de investigación en la conferencia virtual Networks 2021, auspiciada por el Instituto de Ciencia de Redes de la Universidad de Indiana, la Red Internacional para el Análisis de Redes Sociales y la Sociedad de Ciencia de Redes. 

En este evento coincidió con el grupo “La ciencia del éxito”, y se acercó a otros investigadores de Barabasi Lab que también trabajan la desigualdad de género en el arte. A ellos les comentó su inquietud de realizar una estancia en ese laboratorio, pero ésta debía ser aprobada directamente por Albert-László Barabási. 

“Me preparé durante un mes y presenté mi trabajo al profesor Albert-László, le gustó el enfoque de mi proyecto y su originalidad de explorar la danza desde las ciencias de la complejidad social y teoría de redes, algo que no se ha hecho antes. Además, consideró que es una investigación vanguardista con data que no se encuentra en repositorios de libre acceso en la web. Ésta es la ventaja de mi trabajo.” 

Esta oportunidad a nivel profesional representa un gran paso pues estar en la Universidad del Noreste con el profesor Barabási le generará mucha experiencia en la investigación de redes complejas, algo que seguramente le ayudará al ingresar al mercado laboral. 

“He seguido al profesor Barabási desde que lo conocí en la Conferencia de Sistemas Complejos en 2017. Siempre me llamó la atención su peculiaridad, porque es inusual ver a un científico tan interesado en investigar cosas del arte. De cierta forma me identifico con él, por la pasión que tiene por juntar estos dos mundos que años atrás era imposible. Ahora él también está haciendo una vida de artista con sus exposiciones en varios lugares en Europa, donde presenta visualizaciones y esculturas de las redes que ha investigado a lo largo de su carrera. Es fascinante su habilidad de aplicar el conocimiento de redes a distintos fenómenos del mundo.” 

 

El ballet será el tema central del proyecto que desarrollará en el Barabasi Lab

 

Patrones de conducta en la danza  

Yessica Herrera estudia distintos fenómenos sociales que ocurren en el ballet, que es un arte escénico clásico caracterizado por su femineidad y una tradicional estructura social colaborativa; este proyecto forma parte de su tesis del Doctorado en Ciencias de la Complejidad Social.  

La primera parte de su proyecto es sobre los patrones de colaboración en las creaciones de ballet. Su investigación ya ha sido parcialmente publicada en diversos eventos internacionales; la desarrolló en colaboración con Heetae Kim, del Instituto Data Science de la Universidad del Desarrollo y del Instituto de Tecnología Energética de Corea, y Eun Lee, del Instituto BioFronteras de la Universidad de Colorado. 

En específico, este proyecto se enfoca en el problema de la desigualdad de género en el ballet pues está estereotipado por la figura femenina, “cuando te hablan o piensas en el ballet de inmediato lo relacionas con una bailarina con tutú y zapatillas de punta. Sin embargo, en los puestos de liderazgo y creación coreográfica, la mujer tiene poca participación. 

”La mayoría de la fuerza económica del ballet es femenino: las figuras principales en el escenario, quienes enseñan y dan clases son mujeres, pero los puestos directivos suelen estar en manos de varones; este es un fenómeno de segregación de género y ocurre en varias disciplinas, como en la enfermería o trabajo social.” 

A este fenómeno de segregación se le conoce como “techo de cristal” y ocurre en entornos dominados por un sexo, donde el otro ocupa los puestos de liderazgo. Es un fenómeno social que puede afectar tanto a hombres como a mujeres por igual. Algunos estudios lo explican por la presencia de normas sociales informales que dificultan al género mayoritario el acceso a los puestos de alta jerarquía. Esto es lo que formaría la barrera invisible del “techo de cristal”, lo cual puede tener un impacto psicológico fuerte e incluso llegar a afectar la experiencia y la escala laboral, así como la realización personal. 

Al parecer, esto explicaría la segregación de las mujeres en los puestos de liderazgo en el ballet. “Lo que hicimos fue analizar la estructura de la red de creadores para ver si había patrones que indiquen segregación. En específico, utilizamos análisis de redes y nos enfocamos en ver la segregación de la mujer en los puestos centrales e influyentes, que corresponden a liderazgo en creación coreográfica, ya que es un problema que reporta la comunidad de la danza”. 

Lo que encontraron fue que, en efecto, hay una baja representación de las mujeres en los puestos directivos, alrededor de un 20 por ciento, siendo que en la fuerza de trabajo su participación es de cerca del 70 por ciento. Además, las mujeres no son centrales en la red sino periféricas, y tienen pocas conexiones con sus compañeras. 

“La posición de las mujeres en la red no tendría que afectar su productividad laboral, sin embargo, encontramos que en la práctica son menos productivas que los hombres. Creemos que esto se debe a la formación de ciertos sesgos de percepción pues, al ser una minoría, pueden sentir que no están siendo representadas en la red global. Usamos métodos matemáticos y observamos que hay mucha variación en función de la red colaborativa. Entonces, creemos que la presencia de este sesgo puede afectar su desempeño profesional y comportamiento en el día a día. La falta de representación laboral puede influir en la toma de decisiones respecto a elegir puestos de liderazgo, lo que llevaría a ‘superar la barrera de cristal’.” 

La segunda parte de la investigación, mencionó, se desarrollará durante la estancia que realiza en el Barabasi Lab y el ballet será el tema central, dado que “siempre ha sido mi tema de interés, pero además es un estilo de danza históricamente importante y con una estructura social estable que permite obtener medidas para investigarlo como sistema complejo. Con este enfoque, podremos estudiar y determinar parámetros que contribuyen al éxito de los bailarines de ballet. 

”Queremos ver qué determina el éxito de los bailarines, porque en muchas carreras artísticas depende del performance, pero la red social es un factor clave en el éxito; es decir, quién te avala o patrocina, dónde compites, a qué escuela representas, etcétera. Todos estos parámetros contribuyen al éxito de una carrera en las artes, y nosotros queremos saber cuáles son las dinámicas y patrones en el mundo del ballet.” 

Esta investigación, enfatizó, dará pie a explorar otras disciplinas que se han visto poco o solamente desde el área de las humanidades. 

“La contribución del proyecto es muy específica para la comunidad de la danza, pero hay otras carreras creativas que se han explorado poco porque no tienen data. Ahora aplicamos ciencia de redes y ciencias sociales computacionales para darle una perspectiva analítica y objetiva, esto es, ver con los números lo que está pasando en el mundo del arte.” 

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