• Nahomi Bonilla Sainz, directora de esta entidad académica, afirmó que la danza brinda habilidades útiles para superar obstáculos 
• Las y los integrantes de la Facultad están listos para brindar lo mejor en el retorno a las actividades presenciales 

Nahomi Bonilla Sainz

Carlos Hugo Hermida Rosales 

 23/01/2022, Xalapa, Ver.- Nahomi Bonilla Sainz, directora de la Facultad de Danza de la Universidad Veracruzana (UV), informó que esta entidad presentó un índice de deserción mínimo durante la pandemia por COVID-19, que no superó el seis por ciento de la matrícula total de alumnos; de éstos sólo el uno por ciento solicitó la baja definitiva y el resto lo hizo de forma temporal. 

Esto lo atribuyó a que en esta Facultad “tanto los docentes como los estudiantes fueron formados para superar los obstáculos, lo que ha sido de gran ayuda para afrontar la contingencia”. 

Los docentes mantuvieron un acompañamiento permanente con sus estudiantes, tanto a nivel colegiado como en las tutorías, y fomentaron en ellos el autoconocimiento y la introspección para que desarrollaran el estudio en solitario. 

Durante el primer semestre -dentro del confinamiento- se desarrollaron 270 reuniones y se permitió que las tareas se entregaran en diversas formas, que iban desde hojas escritas a mano hasta videollamadas en la que reflexionaban sobre textos académicos y vinculados con la danza. 

Actualmente algunos estudiantes becados ya regresaron al aula física con las medidas sanitarias pertinentes, y los directivos y docentes se preparan para recibir al resto de los alumnos paulatinamente.  

Nahomi Bonilla manifestó que la danza es una manifestación artística desarrollada para ser vista en vivo y a todo color, y que las y los integrantes de la Facultad están listos para brindar lo mejor en el retorno a las actividades presenciales. 

La creatividad para resolver problemas y la disciplina –habilidades que la danza brinda– permitieron salir a flote en medio de la pandemia por COVID-19. 

Los estudiantes continuaron a distancia de forma sincrónica con el entrenamiento físico de algunas experiencias educativas en las que trabajan la coordinación y el desarrollo muscular, en el mismo horario y días que lo hacían de manera presencial. 

No obstante, la virtualidad les ha impedido practicar otras actividades como desplazamientos, cargadas e improvisaciones de contacto, las cuales es necesario realizar dentro del aula.