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Alumna de Enfermería imparte clases de danza en colonia marginada

  • Aunado a sus actividades en el área de la salud, se da tiempo para compartir sus conocimientos y gusto por el folclor
  • Reconoce el compromiso y entusiasmo que muestran sus alumnos del telebachillerato de la zona 

 

Angélica Díaz Cortés realiza su servicio social en la Casa UV Molino de San Roque

 

Claudia Peralta Vázquez 

07/07/19, Xalapa, Ver.- Angélica Díaz Cortés, alumna de la Facultad de Enfermería de la Universidad Veracruzana (UV), realiza su servicio social en la Colonia Plan de Ayala de esta ciudad y su labor no se ha limitado únicamente a la atención propia de su profesión, también la ha llevado al plano artístico al brindar clases de danza a jóvenes de un telebachillerato de la zona. 

Hace un año, Angélica llegó a la Casa UV Molino de San Roque, adscrita al Departamento de Vinculación Social de la Dirección de Vinculación Universitaria, espacio donde a diario estudiantes de Medicina, Enfermería, Nutrición, Odontología, Pedagogía, Psicología, entre otras disciplinas, aplican sus conocimientos y habilidades en beneficio de los habitantes del lugar. 

Comentó que durante este tiempo se ha esforzado por brindar una atención de calidad a niños, mujeres, embarazadas, adolescentes y adultos mayores, pues realiza acciones de control prenatal, del hipertenso, diabético y del niño sano. 

Entre sus actividades también realiza chequeo de peso, talla, signos vitales, tamiz neonatal y exámenes visuales a niños de nivel primaria. 

Sin embargo, narró que en una ocasión tuvo lugar un festival en el telebachillerato de la colonia, con el propósito de motivar a los adolescentes a realizar actividades distintas, todo enfocado al arte y a la cultura. 

La universitaria cuenta con conocimientos de danza folklórica, pues durante seis años participó en un grupo de ballet que tuvo que abandonar para ingresar a la UV, y eso la motivó a involucrarse e impartir clases de zapateado. 

“Como en todo, algunos chicos sí prestaron atención y mostraron su aceptación y gusto por esta experiencia.” 

Fue así que en marzo surgió la oportunidad de conformar un grupo de danza y se convocó a todos los que quisieran participar. En la actualidad el grupo está integrado por siete mujeres y un varón, con quienes ensaya una hora y un día a la semana. “Tienen mucha disponibilidad por aprender. 

 

Dentro de la Casa UV Molino de San Roque, Angélica Díaz también brinda atención a pacientes

 

Angélica Díaz dijo que incluso el pasado 10 de mayo se desarrolló un festival por el Día de las Madres, para el cual se montó una coreografía en la cual mostraron al público los avances y habilidades adquiridas.  

Lo que bien se aprende no se olvida y me sirvió para enseñar a los jóvenes de esta escuela, nunca había estado frente a un grupo compartiendo algo que a mí me gusta. 

Para esta ocasión invirtió más días y horas en los ensayos, con el propósito de hacer una buena presentación de la estampa folklórica. “Les enseñé algunas técnicas de la danza, útiles para mantener una buena postura y porte al bailar”. 

La universitaria dijo que hubo avances y cambios notorios en los chicos, quienes entraron a este grupo sin saber zapatear. Asimismo, está muy contenta porque a raíz de los ejercicios mejoraron mucho y hubo disposición del grupo por aprender el faldeo y zapateado. 

Ahora practican una nueva coreografía de danzón, pero como son pocas mujeres se invitó a más varones a sumarse al bailable. Dada la respuesta a esta convocatoria, ahora son más de los esperados. 

Angélica expresó que además de las destrezas, los chicos han reforzado algunos valores como la responsabilidad, puntualidad, trabajo en equipo y convivencia. 

Aunque sabe que está a punto de concluir esta etapa de servicio social espera continuar esta labor que contribuye a la formación personal y profesional tanto propia como de sus alumnos. 

“Me siento contenta por transmitir mis conocimientos, me llevo un buen aprendizaje porque yo también aprendí mucho de ellos.” 

Respecto a la atención que brindó directamente en la Casa UV Molino de San Roque, expresó que no le fue difícil acercarse a la comunidad, toda vez que en la Facultad cursó la experiencia educativa (EE) Práctica Profesional Comunitaria, en la que le tocó visitar varias colonias de la ciudad e ir casa por casa para revisar las cartillas de vacunación. 

Aun así, esta experiencia fue muy significativa, pues tuvo más contacto y convivencia con los integrantes de las familias que acudían al lugar. “Me di cuenta de sus necesidades, y aprendí a tratar a las personas de una mejor manera”. 

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