Para todxs nosotrxs

Para todxs nosotrxs.

El día martes 11 de junio en Huatusco, Veracruz, fue asesinada Margarita Alarcón Mendez. Egresada de la Licenciatura en Psicología y de la Maestría en Ciencias Sociales de la Universidad Veracruzana.

Magy o Mago fue una buena persona, una estudiante disciplinada, siempre amable, solidaria y comprensiva. Se tituló en diciembre del 2018 con una tesis sobre violencia en el noviazgo en jóvenes de nivel secundaria; un trabajo del que todos quienes trabajamos con ella, aprendimos. Tenía curiosidad y paciencia; estaba dispuesta a seguir aprendiendo; justo lo que hace falta para quien se dedica a los asuntos sociales. El apoyo de una beca del Conacyt permitió que Magi nos dejara entender cosas importantes de los jóvenes rurales contemporáneos que, sin duda son diferentes de cuando, por ejemplo, yo, era un joven rural en los años 90.

La extrañamos desde ya; tenía muchos planes y tantas cosas por hacer. Como a miles de mujeres, hombres, niños en México, a Magi se la llevó la violencia que hace que todo proyecto de vida se interrumpa de pronto y se disuelva en angustia, en preguntas y enojo.

En México, como en Veracruz la muerte tiene permiso (Edmundo Valadés); es la misma licencia que se le concedió hace varias décadas y que se alimenta tanto de corrupción como de ineficacia e incompetencia. No hay gobierno, no hay política, no hay programa, no hay acción que la detenga, ni a nivel estatal ni a nivel federal. Las cifras de incidencia delictiva están como siempre; la violencia contra las mujeres, en particular la violencia letal está peor que nunca.

Y no se ve para cuándo ni por dónde puedan cambiar, porque lo que se ganó con la alternancia sigue siendo, sigue teniendo la forma de un deseo, de una hipótesis, a veces de un salto de fe. ¿Cuántos de nosotros, de los que nos dedicamos a la investigación social no quisiéramos que nuestras previsiones sobre el gobierno o sobre las políticas, o sobre la violencia estuvieran equivocadas? Pero la evidencia, así limitada, así precaria, nos deja pensar que hay muy poco en los dichos, en las decisiones o en las acciones de las actuales autoridades públicas que nos permitan visualizar un cambio, pronto o en el mediano plazo.

Por ahora, resta la esperanza de que en algún momento, como resultado de un esfuerzo constante y de algo que permanece en la zona de lo no representable todavía, la situación cambie. Resta la puesta en común de todos los que sentimos ya su ausencia. Para su madre y padre; para sus amigxs y todos nosotros queda el pésame. Resta la exigencia de justicia y de paz, hasta que se hagan costumbre en la vida de todxs nosotrxs.