Nobuyuki Ito-Universidad de Nagoya, Japón.
Roberto Lunagómez Reyes-MAX/UV

Figura 1
En el Occidente del país centroamericano de El Salvador, se han encontrado varias esculturas llamadas “Gordinflón” debido a su forma tan característica que representan a personajes humanos obesos. Asimismo, esta forma de personajes también se esculpió en otras regiones de Mesoamérica como la costa del Golfo de México, específicamente en el centro del actual estado de Veracruz (véase Figura 1).

Figura 2
Esta forma de escultura en roca volcánica llamada “Gordinflón” se puede relacionar con otras esculturas como la cabeza de jaguar estilizado en los sitios de Chalchuapa y Santa Leticia en El Salvador (véase Figura 2), lo que podría indicar un antiguo culto relacionando a los personajes obesos quizá dignatarios emblematizados, con la representación totémica del jaguar. Esta representación escultórica practicada por la cultura Olmeca siglos atrás se puede visualizar en las múltiples escenas de felinos sagrados y hombres-felinos como la escena escultórica de Loma del Zapote-El Azuzul y el monumento 10 de San Lorenzo Tenochtitlán entre muchos otros ejemplos.

Dibujo de Fernando Botas
También es notable señalar, que las ubicaciones de las esculturas tipo “Gordinflón” se encuentran asociadas a la estructura arquitectónica principal de los sitios o en ocasiones sobre ella a manera de remate del edificio como en la escena escultórica de Loma del Zapote en la parte alta o “Acrópolis” de este sitio secundario a San Lorenzo (véase Figura 3). Es evidente, que estas esculturas desempeñaron un papel importante dentro de la sociedad prehispánica desde los periodos Preclásico hasta el Clásico en las regiones costeras del Pacífico y Costa del Golfo de México.