El País describe la visión de los escritores sobre la situación en México, en la IV Feria del libro en español en los Ángeles:
La feria del libro en español de Los Ángeles, LéaLA, ha invitado a México al sur de California. Pero al país entero, no solo la literatura. La situación de crisis institucional y hartazgo social del país se ha extendido a este lado de la frontera con intelectuales que han traído México a un público ávido de saber. Entre el viernes y el domingo, los visitantes han podido atender mesas redondas sobre narcotráfico, luchas sociales, crimen organizado, narrativa del terror, periodismo y violencia, Ayotzinapa, con algunas de las voces que han puesto rostro a la protesta social en uno de los momentos de mayor convulsión de México.
El poeta Javier Sicilia dijo el sábado a una audiencia de emigrantes que su país de origen “está desgarrado, destrozado, yo personalmente nunca lo vi tan incapaz de dar justicia y paz a la multiplicidad de sus ciudadanos”. “El PRI no es un partido, es una cultura política delincuencial”, dijo Sicilia, que hace cuatro años, tras el asesinato de su hijo, lideró un movimiento por el fin de la violencia en el país de trascendencia internacional. “México es una gran noche, pero hay muchas velas encendidas”, dijo sobre las recientes movilizaciones. Junto a él, el periodista y escritor Guillermo Osorno dijo que en México hay una “situación de deterioro por el hartazgo con las élites y el acuerdo político mafioso”.
Las comunidades de jalicienses, michoacanos y guerrerenses son especialmente grandes en Los Ángeles. En los últimos meses, especialmente desde la conmoción internacional por la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, el cordón umbilical irrompible que une a las comunidades de California con México se ha tensado de una forma nunca vista. “Hacía mucho que no venía a Los Ángeles. He visto muchos cambios, lo de Ayotzinapa ha despertado el interés”, decía a EL PAÍS el periodista y escritor Hermann Bellinghausen. Los emigrantes «mandan las remesas y les están matando a su gente mientras ellos trabjan para rehacer el país», añadía Sicilia. Pero advertía de que «la responsabilidad de EE UU es muy alta. Ellos inventaron esta guerra y allá nos mandan las armas. Ojalá la comunidad mexicana que está aquí pudiera presionar en EE UU».
“Veo avidez por saber, por conocer otra verdad de lo que pasa en México”, decía a EL PAÍS el periodista Javier Valdez después de compartir su visión de la actualidad mexicana y tener que dejar preguntas sin contestar en un panel sobre narcotráfico. “Es algo nuevo. Hay migrantes que quieren saber sobre los partidos políticos, sobre las elecciones. Este es un espacio de debate que en México casi no existe”. Compartía mesa con otros dos periodistas que han publicado sobre las conexiones del narco con la política mexicana, como Anabel Hernández y José Reveles. Los tres autores vieron una de las colas más largas de la feria para firmar sus libros sobre el narcotráfico en México.
Valdez había comenzado su intervención diciendo a la sala: “Tienen mi respeto y mi admiración. Es un honor estar aquí. Lo que ustedes hacen es sostener la economía y además ser doblemente discriminados. Son mis héroes”. Aseguró que “el narco manda en México, es mentira que el Gobierno esté retomando el control, es el narco el que decide cuándo se acaba la violencia”. Una señora mayor se le acercó diciendo que estaba muy preocupada por el mal ejemplo que los narcocorridos, cada vez más populares en el sur de California, tienen sobre la juventud. “No hay peor ejemplo que la propia realidad”, le contestó Valdez.
“El Gobierno está entregando todo a los cárteles”, dijo la periodista Anabel Hernández, que cargó contra los bancos americanos a los que acusó de ser los blanqueadores del dinero de la droga. José Reveles afirmó que a los mexicanos “nos han asignado el papel internacional de ser el mayor suministrador de drogas de EE UU”.
California es el primer destino de la emigración mexicana. El 48% en el condado de Los Ángeles, es latino, y de ellos el 80% son mexicanos. Son millones de personas que conforman “el otro México”, como lo llamó el propio presidente Enrique Peña Nieto durante una visita oficial. Los emigrantes son la segunda fuente de divisas de México después del petróleo gracias a las remesas que envían. Sin embargo, apenas tienen oportunidades y medios de recibir información de primera mano de la política de su país, mucho menos de participar en el debate público. La feria LéaLA, única en su especie como evento cultural latinoamericano en EE UU, se ha convertido en el gran conversatorio mexicano de Los Ángeles.
Tomado de:http://cultura.elpais.com/
