Sus primeras lecturas, su formación como novelistas y la relación de la literatura con la sociedad fueron algunos de los temas que abordaron Mario Vargas Llosa y David Grossman en un encuentro moderado por Juan Cruz en noviembre pasado en la Feria del Libro de Guadalajara (México). Los fragmentos que siguen pertenecen al final de la charla, momento en el que, con el conflicto entre Israel y Palestina de fondo, hablaron sobre la vigencia del compromiso del escritor.
Mario Vargas Llosa
Cuando yo era estudiante universitario, las ideas que tenían más arraigo en América Latina venían de Francia. Quizá para un joven que descubría una vocación literaria las ideas que más podían acercarlo eran las teorías de Sartre, sobre todo las que desarrolló en Situations II, un libro que se tradujo al español como ¿Qué es la literatura? Ese fue un libro que leí con una enorme pasión y que me fue enormemente útil. Y ¿qué decía de la literatura y de la vocación literaria en ese tiempo? Sartre nos decía que la literatura no era una actividad gratuita, que las palabras eran actos, y que las palabras que un escritor escogía para poner en sus historias repercutían inevitablemente en la vida, y dejaban en ella una huella, producían cambios. Eso significaba que el escritor tenía una gran responsabilidad al usar las palabras, escribir y dirigirse a un público, no debía actuar irresponsablemente, ni frívolamente como lo habrían hecho algunos escritores del pasado o del presente, pensando que el papel aguanta todo y que se puede esctibir sin ningun sentido de responsabilidad cívica, histórica,moral, o cultural.
Artículo completo en: El Pais 31/05/2014