Universidad Veracruzana

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Es muy triste ver que ahora el poeta está arrinconado: Sicilia

Por José David Cano

No lo tenía previsto ni contemplado. Es más, al principio ni le interesó, así que prefirió dejarlo en manos de sus editores. No era para menos: cuando le llamaron aquel día de marzo de 2011 para avisarle que su hijo había sido asesinado, todo cambió para el poeta Javier Sicilia.

Se hizo una promesa: no escribir más poesía. Y lo ha cumplido. Sin embargo, aparece ahora un nuevo poemario suyo… evocado, que había escrito, antes de aquella llamada para comunicarle que Juan Sicilia, su lujo, había sido matado junto con seis jóvenes más; sí, Vestigios recoge los últimos poemas de Javier Sicilia antes de que decidiera renunciar a la poesía, antes de que diera por terminada su obra poética y, a modo de despedida a su hijo y a la poesía misma, escribiera: “Ya no hay nada que decir/ el mundo ya no es digno de la Palabra” .
En fin, Vestigios guarda los últimos versos antes de que Sicilia emprendiera el camino de la resistencia civil frente a la irrazonable guerra y la atroz espiral de violencia que vive nuestro país. 1 la sido Ediciones Era, ha sido la sensibilidad y tenacidad de su director general, Marcelo Uribe, para que ahora este libro viera la luz. Al menos así lo explicaba Javier Sicilia durante la presentación de Vestigios —la noche del martes pasado, en la Casa del Poeta Ramón López Velarde—; ahí fue claro: —La verdad, no pensaba publicar estos poemas. Agradezco a ellos, a Era, por todo el cariño… También agradezco el cariño de la poesía misma para que me diera fuerza. Marcelo me dijo un día: tienes que publicar esos poemas. Yo le dije: ahí están; no los quiero ver. Encárgate tú mismo de la edición. Y con un amor, una devoción inmensa a la poesía, a la edición misma, así lo hizo. Acaso sólo me pidió algunos comentarios, cotejar algunas cosas, pero con gran amor me mantuvo al margen de todo el proceso. Porque, para mí, era muy doloroso volverme a releer. Esto dijo Sicilia, y guardó silencio. El silencio que, ahora, lo acompaña y se ha convertido en su salvaguarda. Luego, leyó algunos de los poemas oue integran el libro, tomando fuerza dentro de sí mismo. El ambiente, entonces, se inundó tanto de abatimiento como también de paz. De consuelo. Poco antes de que comenzara la presentación, sin embargo, el ensayista, el novelista, el periodista, el activista, el poeta, conversó con nosotros.
—Parece que con la publicación de Vestigios se cierra un ciclo para usted… —Sí, definitivamente. La poesía, como expresión del poema, para mi
ya es un capítulo cerrado, é on el poema que escribí a mi hijo, que tue mi último, dejé en claro que ya no volvera a escribir poesía. Y lo he cumplido. —Entiendo que estos poemas s a estaban escritos, v que fue a invitación expresa de Ediciones Era sacarlo a la luz.

Estos versos ya hablan de oscuridad, de la ausencia de Dios, o del silencio mismo. Dado que no fue la muerte de su hijo, ¿qué sucesos fueron los que motivaron la escritura de los textos? ¿Hubo un momento particular que detonara la poesía? —Sí, es cierto… fue un momento difícil de mi vida la muerte de mi hijo. Yo creo que la misma temperatura de ía realidad, que ya estábamos viviendo, fue loque me impulsó a escribir muchos de esos poemas. Realmente no puedo fechar si huno o no un momento particular. Lo que sí te puedo decir es que mucho tuvo que ver el arribo de Felipe Calderón y su absurda guerra. Y, bueno, uno de los problemas del poeta es que hay un detonador que abre algo y eso provoca que uno comience a tener una intuición oscura…
—Perdón, ¿a qué se refiere? —La intuición oscura es una especie de saber oscuro… Sí, la intuición poética es un saber oscuro que va tratando poco a poco de encontrar una forma de encarnarse. y lo consigue con el cuerpo del poema para hacerlo accesible, en primer lugar, a una razón de orden poético con la finalidad de transmitir esa intuición (a través del proceso del poema) a un lector… Así que había, hay, una temperatura muy oscura que. bueno, se me devela ya de una forma brutal con el asesinato de mi hijo y de sus amigos. Y es esa… ese sentirse que ahí no erá Dios lo que expreso en los poemas.
—Será que la poesía se adelanta muchas veces a los sucesos, a la realidad misma… —Sí, por supuesto. A veces horriblemente… Yo creo que la literatura, en serio, a veces es un proceso simultáneo. Está muy claramente presente en los profetas hebreos. Míranos ahora, estamos en la Casa del Poeta Ramón López Velarde: él tiene en “ La suave Patria” sus versos premonitorios: “El Niño Dios te escrituró un establo / y los veneros del petróleo el diablo” . Y uno encuentra también sus hallazgos terribles en Vallejo, con su “Me moriré en París con aguacero, / un día del cual tengo
ya el recuerdo” . Y así pasó.

Articulo completo en: El Financiero 13/06/13

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Fecha: 21 octubre, 2021 Responsable: Lectores y Lecturas – Programa Universitario Contacto: mirimorales@uv.mx