Núm. 10 Tercera Época
 
   
encabezado
 
JOSÉ GARCIA OCEJO
EL ÚLTIMO DE LOS ROMÁNTICOS
 
 
fotos
escudo uv
 
corre
 
  punto    Puntos de venta
  buzón Buzón del lector
  suscribete Suscríbete

 

lineamientos de publicación

 

 

 
 
 
Páginas <<< 1 2 3 >>>
 
La Mesa tiró la primera pieza del dominó. [...] Sin la Mesa Redonda no habrían existido las elecciones del 4 de junio [las primeras elecciones semidemocráticas llevadas a cabo en Polonia] y la victoria de Solidarnosc [movimiento sindicalista]. No habría existido el Gobierno de Tadeusz Mazowiecki [primer jefe de gobierno no comunista]. Luego cayó el muro de Berlín y empezó el Otoño de las Naciones, que llevó la libertad a [los países de] Europa Central del Este. Fuimos los primeros. Los polacos veneran su historia, rica en esperanzas vanas y levantamientos fracasados. La fracción del gobierno debería romper con su dogmatismo totalitario. Hoy podemos celebrar la victoria frente a la dictadura sin derramamiento de sangre. La oposición debería superar la desconfianza y hacerse cargo del riesgo de una pérdida de credibilidad. 1

Por otra parte, tratándose de un país con tanta tradición católica como lo es Polonia, tradición que se remonta al bautizo de Mieszko I2 en el año 966, no debe olvidarse el papel que los polacos atribuimos a Karol Wojtyla y su primer viaje a la patria después de su elección para la sede de San Pedro (2-10 de junio de 1989). El cardenal Stanislaw Dziwisz, amigo, confidente y servidor de Juan Pablo II, quien lo acompañó en sus 104 viajes al extranjero y se dice que estaba con él en el momento de su muerte, recordaba en una entrevista:

Entrevistador: ¿Se daba cuenta Juan Pablo II de que el discurso que había pronunciado en Gniezno y donde afirmaba que la misión del Papa eslavo era la de hacer redescubrir a Europa la unidad entre Occidente y Oriente, ponía en tela de juicio a la Ostpolitik3 vaticana que de hecho aceptaba la situación existente?
          Cardenal Dziwisz: Juan Pablo II siempre rechazó la doctrina del compromiso histórico, según la cual Occidente y también la Iglesia habrían debido considerar al marxismo como un elemento decisivo del desarrollo de la historia. […] Él estaba a favor de los derechos de la persona y de la intocable dignidad del hombre. El discurso de Gniezno marcó el inicio de la caída de la cortina de hierro que entonces dividía Europa. ¡La caída del muro comenzó allí, no en Berlín! 4
   
 

 

Efectivamente, 20 años más tarde la mayoría de los polacos cree que para la caída del comunismo fue vital el movimiento Solidaridad encabezado por la ya emblemática figura de Lech Walesa, así como el pontificado de Juan Pablo II (opiniones del 44 y 38% de la población adulta, respectivamente). 5 Como otros factores se señalan la debilidad del sistema soviético, la política de Perestroika de Gorbachev, las acciones políticas de Reagan y la supremacía militar de los Estados Unidos sobre la URSS.

Desde la perspectiva que nos otorgan los pasados 20 años se puede puntualizar cómo se modificaba la percepción de un polaco promedio con respecto a los cambios políticos, sociales y económicos. El viraje político ha sido, tal y como lo habíamos mencionado antes, el menos complicado con respecto a la transformación social de los polacos. En 1999, 10 años después de la caída del comunismo, un 70% de la población creía que, en general, valió la pena el cambio del sistema. No obstante, la percepción, como suele ser, varía en función de los grupos sociodemográficos: los ciudadanos de los niveles educativos bajo y alto suelen centrar su atención, respectivamente, en las transformaciones materiales e inmateriales.

1 Fuente de la traducción: Eurotopics, revista digital.
2 Mieszko I fue príncipe de la tribu Polanie. Es considerado el creador del Estado polaco. Gracias a su bautizo la futura Polonia empezó a formar parte de la cultura cristiana occidental.
3 La Ostpolitik como tal significa en alemán Política del Este y es un término que describe el esfuerzo realizado por Willy Brandt, ministro de Relaciones Exteriores y más tarde canciller de la República Federal Alemana, para normalizar las relaciones con las naciones de Europa del Este. Sin embargo, en este contexto se refiere a las relaciones de la Santa Sede con los países del bloque soviético en una aplicación de la así llamada diplomacia realista, es decir, buscar la mejor situación posible ante un gobierno contrario o abiertamente hostil.
4 Citado con base en México Siempre Fiel, Diario de noticias de la Iglesia católica (en línea).
5 La fuente de todos los datos estadísticos es la base de las publicaciones del organismo polaco llamado Centro de Investigación de la Opinión Publica.

 
 
Páginas <<< 1 2 3 >>>
     
Hidalgo #9 • col. Centro • Xalapa, Veracruz, México • (2288)8185980, 8181388 • lapalabrayelhombre@uv.mx