El término “Cookie” significa galleta en inglés, pero también es una palabra que en el mundo de la informática se utiliza para hacer referencia a unos archivos que algunas páginas web instalan en nuestro navegador cuando accedemos a ellas. Mediante estos archivos, el sitio web o servicio puede consultar y monitorizar la actividad del usuario en esa página.

Existen diferentes tipos de cookies. Se pueden clasificar según su propósito, quién las genere o el tiempo que permanecen en los dispositivos. Pero básicamente se pueden dividir en cookies propias y cookies de terceros.

Por un lado, las cookies propias son las que genera la propia página web a la que hemos accedido. Tienen distintas finalidades, como facilitar la navegación de los usuarios por la página web o identificar el inicio de sesión de un usuario en el sitio web. Estas cookies son necesarias para que la página web se cargue correctamente en nuestro navegador y que no experimentemos ningún problema a la hora visualizar su contenido o de entrar en las diferentes secciones que componen la página web. Éstas no recogen nuestra información personal ni la utilizan con propósitos publicitarios.

Por otro lado, están las llamadas cookies de terceros que no son imprescindibles para navegar correctamente y aun así se generan e instalan en nuestro navegador. Estas cookies recogen información sobre nuestros gustos, hábitos de navegación y búsquedas en el navegador, y emplean toda esa información para mostrarnos publicidad personalizada o para realizar estudios de mercado. Estas cookies son las responsables de que después de buscar “Apartamento en Benidorm”, toda la publicidad de nuestro navegador esté relacionada con apartamentos o con Benidorm. Por tanto, esta información la estamos cediendo sin saber a quién ni para qué. Éstas son las cookies que  no necesitamos y debemos evitar que se instalen en nuestro navegador.

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