Tela Invisible
La vida humana es una reflexión íntima de los ciclos de la naturaleza – universal, perene y todo-penetrante. De mayor significado para nosotros son el sol y la luna en sus caminos fijos, cruzando el cielo, vinculados a la llegada, cambio y partida de las estaciones – toda existencia sobre la tierra depende de este eterno, imparable y regular movimiento que es una manifestació
n de reet, el término sánscrito usado en la filosofía clásica india para la ‘verdad’ u ‘orden’ cósmico.
Los textos sagrados usan metáforas del tejido para describir y celebrar reet como un primer principio inviolable y paradigmático de la metafísica de la creación. La obscuridad oculta la luz; la luz se infunde en la obscuridad; a través de graduaciones de luminosidad cada vez más refinadas, lo tosco se vuelvesutil, la opacidad se vuelve transparencia; las transformaciones se revierten a sus estados originales y se re-manifiestan; asimismo las reiteraciones continúan. Tan estrecha y precisamente atados como urdimbre y trama, el son y la luna invierten significado uno en el otro al ir transitando por la esfera visible. Y a veces, se unen en un dramática superposición, la conmoción radiante de un eclipse total cuando el día se transforma en noche. Todo es un solo proceso – expansión y contracción, dispersión y compresión, emanación y disolución.
Mis tapices pictóricos tempranos fueron inspiradas en el diseño inmaculado que yo percibo en la naturaleza y en la realización de que los ritmos axiomáticos del orden cósmico son continuamente escenificados dentro de nuestra consciencia. Transité de esta estética, fluida, lírica y harmoniosa a un período de narración por medio de urdimbres abiertas, manteniendo mi proceso creativo visible para poder significar ambigüedad, ausencia, deferencia, disonancia e imprevisibilidad, así como la posibilidad transformativa, un patrón inherente en cualquier vida.
La siguiente fase de mi obra creció de mi intensa y larga investigación en rafoogari, el arte tradicional del remiendo ‘invisible’, y la comunidad de los rafoogar, custodios de este conocimiento indígena de la India, ignorado pero aun pasado de generación a generación. Realicé una serie de obras de técnicas-mixtas inspiradas en rafoogari, reciclando retazos de mis tejidos descartados al ir combinándolos con pulpa de papel a través de una técnica experimental. Esta elisión de fibras de dos fuentes naturales son un recordatorio simbólico que las orillas de las rajaduras y hoyos en cualquier tejido vulnerable tienen que ser continuamente alineadas, firmes aunque delicadamente contenidas, y selladas puntada por puntada cuidadosa para prevenir aun más roturas y más daño, y así presentar la tela intacta y entera. Usé la metáfora del zurcido tanto visible como invisible en formatos abstractos para sugerir ruptura repentina, no prevista y violenta, donde una vez existía un orden confiable de las cosas; para invocar la ‘reparación’ como una modalidad vital de la auto-consciencia; y para afirmar simbólicamente el lugar, significado y acto de remendar la tela de cualquier vida, así como en la vida de cualquier tela.
Mis últimas articulación de técnicas mixtas intensifican esta lógica y método, usando tintes naturales. Las fibras naturales de ‘tela’ desaparecen en el papel, las fibras naturales del ‘papel’ desaparecen en la tela; completamente habitan, hospedan, permean, empotran, gestan, transforman y ultimadamente. se subsumen una en la otra. A través de semejante fusión, una nueva morfología se destila; las relaciones particulares que constituye la dualidad son re-inscritas como una unidad. Estas imágenes invocan un colapso del falso binario del cual estamos profundamente condicionados a mantener tal distinción arbitraria entre lo existencial y lo transcendental. Como yo lo experimento, cualquier aparente interrupción al ritmo del tejido personal es simplemente otra enunciación invaluable de continuum universal y sin costuras, de reet. Nosotros somos no más ni menos que madejas transitorias y mutables en la urdimbre y trama cósmica, infinita, inmaculada, imperecedera.
Traducción -Yosi Anaya