Por
séptimo año consecutivo, la Universidad Veracruzana
(UV) ganó el Reconocimiento Nacional que la Secretaría
de Desarrollo Social (SEDESOL) otorga por labores de vinculación
con comunidades marginadas. En esta ocasión lo recibió
por el proyecto Casa de la Universidad de Tlapala, comunidad del municipio
de Totutla.
Alejandro Contreras Cerdán, director de Vinculación,
comentó que el séptimo premio es un reconocimiento directo
a los actores fundamentales de la Universidad: los estudiantes; también
significa un reconocimiento tanto a los académicos que contribuyen
a su formación como a la institución en conjunto. “Es
significativo que la UV haya mantenido una estrategia de articulación
con las clases más marginadas y que esa relación sea
calificada por SEDESOL como una muy buena práctica”.
La marginación en el estado ha provocado que la UV vuelque
su atención hacia los espacios más desfavorecidos, por
lo que también ha propuesto otros proyectos, como es el caso
de los planes de ordenamiento que en la convocatoria lanzada por dicha
Secretaría también resultaron ganadores.
En la modalidad de Servicio Social Comunitario 2007, el reconocimiento
fue para los estudiantes Miguel Ángel Acosta Olivares, de la
Facultad de Odontología-Poza Rica, por su participación
en la detección de problemas de salud bucal y caries a preescolares
del municipio de Zozocolco, y Ana Laura Mújica Mexicano, por
colaborar en el programa Salud Bucal, en el municipio de Totutla.
José Luis Pérez Chacón, jefe del proyecto Casas
de la Universidad Rurales de la Dirección de Vinculación,
explicó que estos centros comunitarios son escenarios de vinculación
de la UV con el entorno social, específicamente con comunidades
pobres, marginadas. Informó que hasta el momento se han construido
seis: Coyopolan, El Manglar, Molino de San Roque, El Conejo, La Chinantla
en el valle de Uxpanapa –en colaboración con el DIF–
y están por concluir la Casa de Atlahuilco, en la sierra de
Zongolica. La séptima será la de Tlapala, en el municipio
de Totutla.
Alicia Ceja Rivas, coordinadora del proyecto de la casa de Tlapala,
señaló que en esta comunidad son escasos los servicios
de salud, por lo que se consideró desarrollar un proyecto que
involucra la prestación de servicios de médicos, nutriólogo,
enfermera, laboratorista, psicólogo, pedagogo, sociólogo
y antropólogo. La población a la que está dirigido
el proyecto es infantil y juvenil, debido a que el fenómeno
de la migración está presente en la comunidad. Por ello,
la Casa también ofrecerá talleres para capacitarlos
en distintas actividades, con la ayuda de estudiantes de Arquitectura
y del Área de Humanidades.
La comunidad, dijo, dio su visto bueno al proyecto y participará
en la construcción de la Casa, que estará ubicada en
un complejo en el que se encuentran escuelas y un salón social;
además tendrá al lado un vivero con recursos del Instituto
Veracruzano para el Desarrollo Rural. Y es que la cuestión
forestal fue un punto importante a considerar en el proyecto, dado
que la región presenta altos índices de deforestación
y, como consecuencia, se están perdiendo especies nativas y
hay carencia de agua, por lo que se pretende con el vivero realizar
acciones de rescate y reforestación.
Aunque no se tiene fecha precisa para que esté lista la primera
de tres etapas, Alicia Ceja comentó que el presupuesto para
la construcción será proporcionado inicialmente por
el municipio de Totutla, pero seguirán trabajando en el proyecto
para conseguir más dinero, ya que lo asignado por la SEDESOL
sólo cubre becas para prestadores de servicio social –que
serán alrededor de 15– y la operación del programa.
Más
que un servicio social
Antonio Romero Cárcamo, director de la Facultad de Arquitectura,
aseguró que es muy gratificante recibir invitaciones para
participar en este tipo de proyectos de gran impacto social y que,
además, se hayan obtenido grandes reconocimientos por el
Gobierno federal. Agregó que los premios hasta ahora obtenidos
son un gran aliciente para los estudiantes, al tiempo que contribuyen
a que la facultad continúe ocupando un lugar destacado entre
las instituciones educativas. Esto se refleja en las reuniones nacionales
donde los proyectos y el programa de servicio social de Arquitectura
son tomados como ejemplo.
Erick Herrera López, José Clemente Vázquez
y Valentín Ceba Ambros, del taller de Diseño Arquitectónico
de octavo semestre, también fueron acreedores al reconocimiento
de la SEDESOL por su participación en la elaboración
del proyecto arquitectónico.
Valentín Ceba comentó que, más allá
del premio, fue significativa la experiencia obtenida durante su
servicio social, pues además de poner en práctica
sus conocimientos de arquitectura, hicieron una gran aportación
a la sociedad, que es finalmente la que sostiene a la UV. Por su
parte, Erick Herrera dijo que antes de crear el proyecto fue necesario
tomar en cuenta a la comunidad e integrarla; en tanto, José
Clemente explicó que también se consideraron los materiales
abundantes en la región y la arquitectura.
Retorno
a la arquitectura autóctona
La Casa de la Universidad de Tlapala tendrá tres secciones.
La primera y la más accesible será la de talleres;
la segunda estará en la parte media y se darán servicios
de salud; la última será el albergue para los jóvenes
de las Brigadas Universitarias de Servicio Social. Atenderá
a una población cercana a las cinco mil personas, que residen
en los municipios aledaños a Totutla, como Progreso y Calcahualco.
Sobre los detalles técnicos de la Casa, Luis Montiel Ortiz,
coordinador del sistema constructivo a base de bambú y académico
de la Facultad de Arquitectura, detalló que se rescataron
tecnologías ancestrales para su construcción, al tiempo
que afirmó que en los municipios de Totutla y Tlaltetela
se está perdiendo la costumbre de utilizar bambú para
la construcción, por lo que es necesario rescatarla.
Ana María Moreno, una de las coordinadoras del proyecto arquitectónico
en el taller de Diseño, consideró un acierto el material
que se empleará para la construcción, que medirá
600 metros cuadrados de los mil 500 donados por el municipio. Añadió
que con la participación de alumnos y académicos se
evidencia la necesidad de que la arquitectura sea parte de un sistema
o proyecto integral, porque no se puede aislar de las demás
variables como la ambiental, social o económica. “No
podemos hacer un proyecto desde nuestro restirador. Tenemos que
salir, vivir el contexto, asimilar lo que la gente de la comunidad,
los coordinadores y las autoridades nos pueden aportar para que
el proyecto tenga mayor relevancia”.
Premio
a planes de desarrollo
Enrique Jiménez Oliva, coordinador del Programa de Seguimiento
de Planes de Ordenamiento Urbano Local de la zona norte del estado,
también recibió un reconocimiento de la Secretaría
de Desarrollo Social.
En entrevista comentó que la comunidad de las facultades
de Arquitectura de todas las zonas de la UV participaron en la elaboración
de 15 planes de desarrollo –de los que 13 fueron aceptados–
con la estrategia de SEDESOL, denominada 100 por 100, que consiste
en trabajar con el 100 por ciento de las localidades que integran
los municipios.
Asimismo, luego de puntualizar que los planes son para los municipios
Tehuipango, Mixtla de Altamirano, Astacinga, Textcatepec, Atlahuilco,
Ilamatlán, Soledad Atzompa, Mecatlán, Zontecomatlán
de López y Fuentes, Tlaquilpa, Xoxocotla, Soteapan y Tequila,
informó que en meses pasados también realizaron 13
planes de ordenamiento en distintas regiones del estado, los cuales
serán sujetos a un escrupuloso seguimiento. |