Abril-Junio 2007, Nueva época Núm.102
Xalapa • Veracruz • México
Publicación Trimestral



 Ventana Abierta

 Mar de Fondo

 Ser Académico

 Quemar Las Naves

 Perfiles

 Pie a Tierra

 Reglamentos


 Números Anteriores


 Créditos

 

La UV celebra diez años de autonomía
La autonomía nos permite disentir y dialogar: Arias Lovillo

Edith Escalón, Alma Espinosa y Dunia Salas Rivera

Es un instrumento para relacionarse con los gobiernos, empresarios, organizaciones sociales y políticas, sin subordinaciones ni prejuicios, aseguró

El gobernador Fidel Herrera celebró, juto con la comunidad universitaria, el décimo aniversario de la autonomía de la UV.
(Foto: Luis Fernando Fernández)
Además de permitirnos disentir y discrepar, cuando ejercemos el legítimo derecho a pensar y opinar con libertad y crítica responsable implicada en un pensamiento comprometido con la verdad, la autonomía abre posibilidades para dialogar, razonar y convenir con base en intereses colectivos, fortaleciendo la democracia, el respeto y la convivencia, aseguró Raúl Arias Lovillo, rector de la Universidad Veracruzana.

Al presidir en la USBI-Xalapa los festejos del décimo aniversario de la autonomía y la instalación de la primera Junta de Gobierno de esta casa de estudios, el rector Raúl Arias reconoció que la autonomía es un instrumento para dialogar y razonar, sin subordinaciones ni prejuicios, con los gobiernos, empresarios, organizaciones sociales y políticas, diálogo que permite cumplir con el compromiso social de toda universidad pública.

Arturo Gómez Pompa, presidente de la Junta de Gobierno de la UV, dijo que la autonomía “garantiza que las universidades elijan su propio gobierno sin injerencia del poder público, y que todas las corrientes del pensamiento y las tendencias de carácter científico y social estén presentes sin censura de ningún tipo”.

A la conmemoración del décimo aniversario de la autonomía de la UV asistieron el gobernador del estado, Fidel Herrera Beltrán, ex rectores, intelectuales de la talla de Sergio Pitol y Emilio Carballido, representantes populares y universitarios de todo el estado. Además, en este marco se entregó un reconocimiento a los ex rectores Emilio Gidi Villarreal, quien promovió y concretó la demanda de este derecho durante su administración, y Víctor Arredondo, quien operó cambios estructurales y profundos en la UV a raíz de esta nueva condición, así como a ex integrantes de la Junta de Gobierno.

Fidel Herrera, gobernador de Veracruz, coincidió con el Rector de la UV al señalar que su gobierno no entiende a la autonomía como un antagonismo o enfrentamiento con la academia o la universidad, “al contrario, reconociendo los campos distintos y las atribuciones y responsabilidades, tenemos que actuar y ser consecuentes con la obligación común, la de servirle a los veracruzanos”. Afirmó que universidad y gobierno son aliados y corrresponsables en la construcción, sostenimiento y mejora de las condiciones de vida de los veracruzanos: “En la preparación, en la formación del capital humano, en la investigación, en el talento, en la cultura, en el deporte, en el arte, hoy gobierno y universidad debemos seguir trabajando en la mutua relación de respeto y de respaldo”.

Arias Lovillo señaló que el diálogo permanente de la UV con los gobiernos federal y estatal es un ejemplo claro del ejercicio responsable de la autonomía. “Los hechos muestran que el gobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán, ha sido respetuoso del derecho de los universitarios a gobernarse a sí mismos, y un serio impulsor de la tutela de este derecho constitucional de la UV. Estoy seguro de que nuestro diálogo con el Gobierno del estado seguirá siendo, por esas razones, constructivo y duradero”.

“La universidad no puede ni debe guardar silencio ante la injusticia. Debemos advertir los desafíos políticos, económicos y ecológicos de la sociedad; no podemos perder de vista las acechanzas que se ciernen sobre las universidades públicas, a las que desde hace tiempo se les quiere silenciosas y conformistas”, agregó el Rector.

Para Arias Lovillo, la autonomía financiera de las universidades públicas se sustenta en el compromiso recíproco con los gobiernos federal y estatal: de éstos, el de proporcionarnos un presupuesto justo, oportuno y sin condiciones; y de parte de nuestras instituciones, el de sujetarse al ejercicio responsable del gasto y a la práctica de la transparencia y la rendición de cuentas. “A lo largo de estos años, la UV se ha significado por someterse de manera escrupulosa a la revisión de sus estados financieros. La autonomía, lo he dicho siempre, no nos exime de nuestro deber de sujetarnos a las contralorías formales y a las de la sociedad”.

Dijo también que los gobiernos federal y estatal han sido respetuosos de la autonomía al mantener los porcentajes de montos que tradicionalmente corresponden a nuestro presupuesto, aunque remarcó que sería deseable, en este mismo terreno, una mayor participación del Gobierno federal para hacer realidad un equilibrio presupuestal que le permita a la institución proporcionar un mejor servicio educativo a la sociedad.

UV, de las universidades más vigorosas del país y AL: De la Fuente
Los logros que la Universidad Veracruzana ha conquistado en los últimos años son inobjetables y la han constituido como una de las universidades más vigorosas que tenemos en nuestro país y en América Latina, aseguró el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Juan Ramón De la Fuente.



Los ex rectores Emilio Gidi y Víctor Arredondo recibieron un reconocimiento por promover el derecho a la autonomía y por operar cambios estructurales en la UV, respectivamente.
(Foto: Luis Fernando Fernández)

En su intervención, De la Fuente afirmó que “se puede estar o no de acuerdo con algunos asuntos de la Universidad, pero nadie, objetiva y racionalmente, podría cuestionar que hoy es mucho más sólida, con mucha mayor presencia, con un prestigio cada vez más extendido y, en términos de cualquier indicador que se quiera utilizar para evaluar a una institución educativa, hoy la UV es mucho mejor de lo que era hace diez años”.

Frente a la comunidad universitaria, y en presencia del gobernador del estado, Fidel Herrera Beltrán, ex rectores, intelectuales y políticos, el Rector de la UNAM, además, advirtió que “no hay razones objetivas de ningún tipo para cuestionar la independencia de la UV respecto de los poderes públicos, con los que mantiene, como debe de ser, una relación respetuosa”.

De la Fuente añadió que “lo que hemos visto que ha ocurrido en los últimos diez años en la UV” define a la autonomía por antonomasia: “Capacidad de autogobernarse, de tener sus propios órganos de decisión; su Junta de Gobierno, que ha sido un factor fundamental en la consolidación de la autonomía universitaria; administrar su patrimonio y, desde luego, los principios fundamentales que vienen con la autonomía: la vertiente académica, la libertad de cátedra y la libertad de investigación”.

Tras evocar los principios de la Autonomía establecidos por Justo Sierra y Pedro Henríquez Ureña, es decir, la necesidad de separar la academia del Gobierno y la religión imperante y la de tener una institución autónoma financiada por el Estado, De la Fuente se refirió a la relación entre el Estado y las universidades: “El primero tiene una responsabilidad ineludible con la educación pública; tiene que seguir comprometido con la educación pública como con la seguridad y con la salud pública”.

Además, destacó que la calidad, la transparencia y el apoyo a todos los niveles educativos son esenciales en las universidades autónomas y modernas. “En ejercicio de la autonomía universitaria, hay que rendir cuentas públicas. Así como no hay impedimento en que haya instituciones autónomas financiadas por el Estado y que preserven su autonomía, tampoco lo hay para someterse escrupulosamente a un procedimiento de rendición de cuentas, para mantener la credibilidad y la confianza de la sociedad”.

Para concluir, el Rector de la UNAM comentó que si bien es cierto que hay gente que piensa que la universidad no es el medio para alcanzar la justicia social, hay personas –como él– que consideran que “los mejores proyectos que han construido las sociedades, y México no es la excepción, son las universidades, y como muestra hoy podemos públicamente decir esto de la Universidad Veracruzana”.

Las universidades deben imponer el proyecto de nación: Tuirán
No es el Estado quien debe imponer unilateralmente un proyecto de nación, son las universidades y los espacios de reflexión los que deben propiciar las grandes propuestas nacionales, aseguró Rodolfo Tuirán Gutiérrez, subsecretario de Educación Superior de la Secretaría de Educación Pública, en un mensaje leído por Víctor Beltrán Corona, durante la celebración del décimo Aniversario de la Autonomía de la UV.

Afirmó que las universidades obtienen la confianza, el respeto y el reconocimiento de la sociedad por su trayectoria y resultados, y que la Universidad Veracruzana es un ejemplo de ello. “Ésa es la razón real de su autonomía y de esta celebración: su capacidad crítica, su lucidez en la discusión de los problemas universales y de México, su alianza y compromiso con la sociedad del estado y el país”.

En su mensaje, el subsecretario de Educación Superior señaló que “las universidades y las instituciones de educación superior han sido espacios privilegiados para identificar problemas y buscar soluciones a las interrogantes nacionales; han utilizado su autonomía como garante de sus acciones y, en su ámbito, han hecho naturales la sensibilidad, la lucidez y la inteligencia”.
Por su parte, el rector de la UV, Raúl Arias Lovillo, insistió en que se debe crear una nueva Ley de Educación Superior que contenga normas vinculantes para promover la interacción de las instituciones autónomas, y que propicie la conformación gradual de un auténtico sistema nacional de educación superior, sin afectar los derechos universitarios.

Luego de señalar que “la posibilidad de movilización de los académicos podría ser una vía para cerrar las grandes brechas que actualmente existen entre las instituciones de educación superior mexicanas”, el Rector comentó que el sistema podría contribuir a diseñar y decidir una oferta nacional de educación superior o definir un programa nacional de investigación, por lo que consideró que el debate sobre una nueva ley de educación superior debería ser una prioridad de las propias instituciones.

Aclaró que no propone una coordinación que uniforme o elimine la diversidad de las instituciones, pero que sí “debería aspirarse a establecer un orden conscientemente establecido, que podría empezar por contar con información estandarizada y validada debidamente; para ello, haría falta establecer mecanismos para el registro, procesamiento, estandarización, actualización y emisión de la información”, entre otras tareas.


Gilberto Guevara.
(Foto: Luis Fernando Fernández)

Renate Marsiske.
(Foto: Luis Fernando Fernández)

Universidad, impulsora de la vida democrática
En representación del presidente ejecutivo de la ANUIES, Rafael López Castañares, Alejandra Romo López señaló que la educación superior debe jugar un nuevo papel para que valore su importancia real, de manera que sea posible acceder a mejores niveles de calidad como una exigencia del entorno. Asimismo, debe alcanzar un elevado nivel de pertinencia y responsabilidad social. “Es necesario que rescatemos la importancia de sus principios, como la autonomía que contribuye a su fortaleza y se vuelve en un factor primario para la vida social. La autonomía debe atesorarse como valor, como la llave hacia la integración de un proceso de enseñanza-aprendizaje que promueve el respeto a la pluralidad de ideas y a la diversidad de pensamiento para la construcción de un sistema democrático”.

En tanto, Rafael Velasco Fernández, ex integrante de la Junta de Gobierno, puntualizó que gracias a la autonomía las universidades públicas proporcionan a la nación los recursos humanos del más alto nivel, participan en el desarrollo de la comunidad a través de programas, sirven como fuente de información multidisciplinaria, refuerzan la educación en todos los niveles mediante la formación de profesores, y preservan, desarrollan y difunden la herencia de la cultura nacional y universal. “La universidad mexicana ha sido y es impulsora de la vida democrática, mediante su función crítica, su pluralismo ideológico, la apertura a la demanda social de ingreso, su casi gratuidad, su estructura y su gobierno”.

Autonomía: libertad frente al Estado, pero también tolerancia y compromiso
La autonomía supone un conjunto de responsabilidades por parte de quienes se benefician de ella: libertad, tolerancia, amor por la verdad, rigor, autoexigencia, cooperación, diálogo, crítica y compromiso con la nación, aseguró Gilberto Guevara Niebla, profesor de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.

Se refirió a la autonomía universitaria como la construcción de un proyecto moral: “La autonomía no sólo fue la resistencia de los intelectuales contra un gobierno populista, autoritario y particularmente anti-intelectual, sino una medida de agresión contra la cultura. Quienes dirigieron la lucha en defensa de la autonomía y en rechazo a la imposición socialista eran hombres libres, ilustrados que amaban la democracia y que temían la evolución de México hacia el totalitarismo”. Este bloque poderoso que quería libertad para la universidad –conformado por Antonio, Ángel y Alfonso Caso, Jesús Silva Herzog, Enrique González Aparicio, Pablo González Casanova, Alberto Bremauntz, Manuel Gómez Morín, Julio Jiménez Rueda, Ezequiel A. Chávez y Fernando Ocaranza– también pedía libertad para México, dijo.

El mérito de los intelectuales que conquistaron la autonomía en la lucha de 1933 al 35 fue ganar, dijo, oxígeno democrático para México: “La universidad ha sido un pulmón para la democracia mexicana, como en 1968 se demostró también. La universidad nos ha dado democracia”. En este sentido, agregó que el objeto de la universidad debe ser la búsqueda permanente de la verdad y que el fraude académico es un atropello a la autonomía: “La comunidad universitaria debe contar con una gestión democrática, no en el sentido de establecer un sistema populista de elección de rectores por votación universal. La democracia académica es la democracia del saber”.

El doctor por el Instituto de Educación de la Universidad de Londres señaló que los valores de la democracia deben regir en toda la universidad, pero principalmente en las comunidades de profesores e investigadores que son quienes realizan las funciones sustantivas. Sin embargo, reconoció que los avances democráticos de México no han tenido reflejo importante en el medio educativo: “El carácter no democrático de la educación básica se revela en la organización corporativa, burocrática, centralista y vertical del sistema educativo básico y, en segundo lugar, en las formas de enseñanza de vida escolar, en la complicidad inmoral entre la burocracia gobernante y la dirigencia caciquil del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación”.

Por otra parte, el autor de Democracia y Educación y Lectura para maestros dijo que la autonomía –la autorregulación– sólo se hace realidad cuando entre los miembros de la comunidad académica existe una ética autónoma: “Lo que hace autónoma o no a la universidad son las actitudes, valores y creencias de estudiantes, maestros e investigadores (y habría que incluir a los trabajadores administrativos, de intendencia y servicios)”.

Necesaria, Ley de Autonomía Universitaria
Para asegurar y garantizar desde el marco constitucional el ejercicio real de la autonomía universitaria, es necesario construir una iniciativa de ley que perfeccione el alcance de las facultades autonómicas, aseguró Roberto Rodríguez Gómez, del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México.

La iniciativa buscaría regular en la ley la competencia de las instituciones para determinar sin interferencia sus modelos de organización y gestión: “Sobre todo con relación a las políticas públicas de educación superior, al acceso a los recursos públicos autorizados por el congreso, a la definición de los órganos competentes de fiscalización y a los destinatarios de la rendición de cuentas”.

El investigador, integrante del Seminario Permanente de Educación Superior, señaló que el diseño de esta iniciativa tendría que ser encabezado por la UNAM con la concurrencia de las universidades públicas autónomas; además, agregó que la reforma del Artículo tercero Constitucional que dio lugar a la autonomía universitaria es insuficiente para garantizarla, sobre todo si se consideran las políticas públicas de educación superior que se han impulsado en los últimos 20 años.

Como ejemplo, planteó una serie de interrogantes: “¿Es compatible la autonomía con criterios que determinen desde la SEP el perfil académico de instituciones y académicos?, ¿es afectada la autonomía de gestión por la inducción de políticas como la reorganización institucional a partir de cuerpos académicos y la inducción de la departamentalización? o ¿en qué medida los criterios de evaluación y acreditación externa a las universidades determinan el perfil académico de los planes y programas?”

La ley de autonomía, concluyó, podría recoger las interpretaciones dadas por la Suprema Corte de Justicia de la Nación en temas polémicos concernientes a la autonomía universitaria, como el pase automático, el juicio de amparo en asuntos académicos laborales o las facultades de fiscalización de los congresos estatales.

Autonomía, asunto de definición
Renate Marsiske, investigadora del Centro de Estudios Sobre la Universidad de la UNAM, aseguró que la autonomía no es sólo un asunto histórico de separación entre la universidad e instancias de gobierno, sino un asunto actual de definición, ya que una universidad autónoma no desconocerá los mecanismos de evaluación, organización y control público, pues tiene una función que cumplir frente a la sociedad. “Hay que reconocer los problemas y transformaciones que tendrán que ser discutidos tanto en las áreas de gestión y desenvolvimiento de comunidad académica como de financiamiento, evaluación y las nuevas responsabilidades que acarrea”.

Dijo, además, que en el mundo globalizado, la universidad pública autónoma se enfrentará a otras exigencias internacionales. Sin embargo, reconoció que la autonomía es el reclamo de la universidad y de sus miembros de una independencia sustancial, pero, ante todo, una condición necesaria para que la institución pueda cumplir con sus tareas.

Aclaró que la autonomía universitaria –que implica básicamente autodeterminación en su gobierno, libertad académica y autonomía financiera– no siempre es el resultado de un enfrentamiento entre universidad y gobierno, sino resultado de acuerdos con el Estado.