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La
UV celebra diez años de autonomía
La autonomía
nos permite disentir y dialogar: Arias Lovillo
Edith
Escalón, Alma Espinosa y Dunia Salas Rivera |
Es
un instrumento para relacionarse con los gobiernos, empresarios,
organizaciones sociales y políticas, sin subordinaciones
ni prejuicios, aseguró |
El
gobernador Fidel Herrera celebró, juto con la comunidad universitaria,
el décimo aniversario de la autonomía de la UV.
(Foto: Luis Fernando Fernández) |
Además
de permitirnos disentir y discrepar, cuando ejercemos el legítimo
derecho a pensar y opinar con libertad y crítica responsable
implicada en un pensamiento comprometido con la verdad, la autonomía
abre posibilidades para dialogar, razonar y convenir con base en intereses
colectivos, fortaleciendo la democracia, el respeto y la convivencia,
aseguró Raúl Arias Lovillo, rector de la Universidad
Veracruzana.
Al presidir en la USBI-Xalapa los festejos del décimo aniversario
de la autonomía y la instalación de la primera Junta
de Gobierno de esta casa de estudios, el rector Raúl Arias
reconoció que la autonomía es un instrumento para dialogar
y razonar, sin subordinaciones ni prejuicios, con los gobiernos, empresarios,
organizaciones sociales y políticas, diálogo que permite
cumplir con el compromiso social de toda universidad pública.
Arturo Gómez Pompa, presidente de la Junta de Gobierno de la
UV, dijo que la autonomía “garantiza que las universidades
elijan su propio gobierno sin injerencia del poder público,
y que todas las corrientes del pensamiento y las tendencias de carácter
científico y social estén presentes sin censura de ningún
tipo”.
A la conmemoración del décimo aniversario de la autonomía
de la UV asistieron el gobernador del estado, Fidel Herrera Beltrán,
ex rectores, intelectuales de la talla de Sergio Pitol y Emilio Carballido,
representantes populares y universitarios de todo el estado. Además,
en este marco se entregó un reconocimiento a los ex rectores
Emilio Gidi Villarreal, quien promovió y concretó la
demanda de este derecho durante su administración, y Víctor
Arredondo, quien operó cambios estructurales y profundos en
la UV a raíz de esta nueva condición, así como
a ex integrantes de la Junta de Gobierno.
Fidel Herrera, gobernador de Veracruz, coincidió con el Rector
de la UV al señalar que su gobierno no entiende a la autonomía
como un antagonismo o enfrentamiento con la academia o la universidad,
“al contrario, reconociendo los campos distintos y las atribuciones
y responsabilidades, tenemos que actuar y ser consecuentes con la
obligación común, la de servirle a los veracruzanos”.
Afirmó que universidad y gobierno son aliados y corrresponsables
en la construcción, sostenimiento y mejora de las condiciones
de vida de los veracruzanos: “En la preparación, en la
formación del capital humano, en la investigación, en
el talento, en la cultura, en el deporte, en el arte, hoy gobierno
y universidad debemos seguir trabajando en la mutua relación
de respeto y de respaldo”.
Arias Lovillo señaló que el diálogo permanente
de la UV con los gobiernos federal y estatal es un ejemplo claro del
ejercicio responsable de la autonomía. “Los hechos muestran
que el gobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán, ha sido
respetuoso del derecho de los universitarios a gobernarse a sí
mismos, y un serio impulsor de la tutela de este derecho constitucional
de la UV. Estoy seguro de que nuestro diálogo con el Gobierno
del estado seguirá siendo, por esas razones, constructivo y
duradero”.
“La universidad no puede ni debe guardar silencio ante la injusticia.
Debemos advertir los desafíos políticos, económicos
y ecológicos de la sociedad; no podemos perder de vista las
acechanzas que se ciernen sobre las universidades públicas,
a las que desde hace tiempo se les quiere silenciosas y conformistas”,
agregó el Rector.
Para Arias Lovillo, la autonomía financiera de las universidades
públicas se sustenta en el compromiso recíproco con
los gobiernos federal y estatal: de éstos, el de proporcionarnos
un presupuesto justo, oportuno y sin condiciones; y de parte de nuestras
instituciones, el de sujetarse al ejercicio responsable del gasto
y a la práctica de la transparencia y la rendición de
cuentas. “A lo largo de estos años, la UV se ha significado
por someterse de manera escrupulosa a la revisión de sus estados
financieros. La autonomía, lo he dicho siempre, no nos exime
de nuestro deber de sujetarnos a las contralorías formales
y a las de la sociedad”.
Dijo también que los gobiernos federal y estatal han sido respetuosos
de la autonomía al mantener los porcentajes de montos que tradicionalmente
corresponden a nuestro presupuesto, aunque remarcó que sería
deseable, en este mismo terreno, una mayor participación del
Gobierno federal para hacer realidad un equilibrio presupuestal que
le permita a la institución proporcionar un mejor servicio
educativo a la sociedad. UV,
de las universidades más vigorosas del país y AL:
De la Fuente
Los logros que la Universidad Veracruzana ha conquistado en los
últimos años son inobjetables y la han constituido
como una de las universidades más vigorosas que tenemos en
nuestro país y en América Latina, aseguró el
rector de la Universidad Nacional Autónoma de México
(UNAM), Juan Ramón De la Fuente.
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Los ex rectores Emilio Gidi y Víctor Arredondo recibieron
un reconocimiento por promover el derecho a la autonomía
y por operar cambios estructurales en la UV, respectivamente.
(Foto: Luis Fernando Fernández) |
En
su intervención, De la Fuente afirmó que “se
puede estar o no de acuerdo con algunos asuntos de la Universidad,
pero nadie, objetiva y racionalmente, podría cuestionar que
hoy es mucho más sólida, con mucha mayor presencia,
con un prestigio cada vez más extendido y, en términos
de cualquier indicador que se quiera utilizar para evaluar a una
institución educativa, hoy la UV es mucho mejor de lo que
era hace diez años”.
Frente a la comunidad universitaria, y en presencia del gobernador
del estado, Fidel Herrera Beltrán, ex rectores, intelectuales
y políticos, el Rector de la UNAM, además, advirtió
que “no hay razones objetivas de ningún tipo para cuestionar
la independencia de la UV respecto de los poderes públicos,
con los que mantiene, como debe de ser, una relación respetuosa”.
De la Fuente añadió que “lo que hemos visto
que ha ocurrido en los últimos diez años en la UV”
define a la autonomía por antonomasia: “Capacidad de
autogobernarse, de tener sus propios órganos de decisión;
su Junta de Gobierno, que ha sido un factor fundamental en la consolidación
de la autonomía universitaria; administrar su patrimonio
y, desde luego, los principios fundamentales que vienen con la autonomía:
la vertiente académica, la libertad de cátedra y la
libertad de investigación”.
Tras evocar los principios de la Autonomía establecidos por
Justo Sierra y Pedro Henríquez Ureña, es decir, la
necesidad de separar la academia del Gobierno y la religión
imperante y la de tener una institución autónoma financiada
por el Estado, De la Fuente se refirió a la relación
entre el Estado y las universidades: “El primero tiene una
responsabilidad ineludible con la educación pública;
tiene que seguir comprometido con la educación pública
como con la seguridad y con la salud pública”.
Además, destacó que la calidad, la transparencia y
el apoyo a todos los niveles educativos son esenciales en las universidades
autónomas y modernas. “En ejercicio de la autonomía
universitaria, hay que rendir cuentas públicas. Así
como no hay impedimento en que haya instituciones autónomas
financiadas por el Estado y que preserven su autonomía, tampoco
lo hay para someterse escrupulosamente a un procedimiento de rendición
de cuentas, para mantener la credibilidad y la confianza de la sociedad”.
Para concluir, el Rector de la UNAM comentó que si bien es
cierto que hay gente que piensa que la universidad no es el medio
para alcanzar la justicia social, hay personas –como él–
que consideran que “los mejores proyectos que han construido
las sociedades, y México no es la excepción, son las
universidades, y como muestra hoy podemos públicamente decir
esto de la Universidad Veracruzana”.
Las
universidades deben imponer el proyecto de nación: Tuirán
No es el Estado quien debe imponer unilateralmente un proyecto de
nación, son las universidades y los espacios de reflexión
los que deben propiciar las grandes propuestas nacionales, aseguró
Rodolfo Tuirán Gutiérrez, subsecretario de Educación
Superior de la Secretaría de Educación Pública,
en un mensaje leído por Víctor Beltrán Corona,
durante la celebración del décimo Aniversario de la
Autonomía de la UV.
Afirmó que las universidades obtienen la confianza, el respeto
y el reconocimiento de la sociedad por su trayectoria y resultados,
y que la Universidad Veracruzana es un ejemplo de ello. “Ésa
es la razón real de su autonomía y de esta celebración:
su capacidad crítica, su lucidez en la discusión de
los problemas universales y de México, su alianza y compromiso
con la sociedad del estado y el país”.
En su mensaje, el subsecretario de Educación Superior señaló
que “las universidades y las instituciones de educación
superior han sido espacios privilegiados para identificar problemas
y buscar soluciones a las interrogantes nacionales; han utilizado
su autonomía como garante de sus acciones y, en su ámbito,
han hecho naturales la sensibilidad, la lucidez y la inteligencia”.
Por su parte, el rector de la UV, Raúl Arias Lovillo, insistió
en que se debe crear una nueva Ley de Educación Superior
que contenga normas vinculantes para promover la interacción
de las instituciones autónomas, y que propicie la conformación
gradual de un auténtico sistema nacional de educación
superior, sin afectar los derechos universitarios.
Luego de señalar que “la posibilidad de movilización
de los académicos podría ser una vía para cerrar
las grandes brechas que actualmente existen entre las instituciones
de educación superior mexicanas”, el Rector comentó
que el sistema podría contribuir a diseñar y decidir
una oferta nacional de educación superior o definir un programa
nacional de investigación, por lo que consideró que
el debate sobre una nueva ley de educación superior debería
ser una prioridad de las propias instituciones.
Aclaró que no propone una coordinación que uniforme
o elimine la diversidad de las instituciones, pero que sí
“debería aspirarse a establecer un orden conscientemente
establecido, que podría empezar por contar con información
estandarizada y validada debidamente; para ello, haría falta
establecer mecanismos para el registro, procesamiento, estandarización,
actualización y emisión de la información”,
entre otras tareas. |
Gilberto
Guevara.
(Foto: Luis Fernando Fernández) |
Renate
Marsiske.
(Foto: Luis Fernando Fernández) |
Universidad,
impulsora de la vida democrática
En representación del presidente ejecutivo de la ANUIES,
Rafael López Castañares, Alejandra Romo López
señaló que la educación superior debe jugar
un nuevo papel para que valore su importancia real, de manera que
sea posible acceder a mejores niveles de calidad como una exigencia
del entorno. Asimismo, debe alcanzar un elevado nivel de pertinencia
y responsabilidad social. “Es necesario que rescatemos la
importancia de sus principios, como la autonomía que contribuye
a su fortaleza y se vuelve en un factor primario para la vida social.
La autonomía debe atesorarse como valor, como la llave hacia
la integración de un proceso de enseñanza-aprendizaje
que promueve el respeto a la pluralidad de ideas y a la diversidad
de pensamiento para la construcción de un sistema democrático”.
En tanto, Rafael Velasco Fernández, ex integrante de la Junta
de Gobierno, puntualizó que gracias a la autonomía
las universidades públicas proporcionan a la nación
los recursos humanos del más alto nivel, participan en el
desarrollo de la comunidad a través de programas, sirven
como fuente de información multidisciplinaria, refuerzan
la educación en todos los niveles mediante la formación
de profesores, y preservan, desarrollan y difunden la herencia de
la cultura nacional y universal. “La universidad mexicana
ha sido y es impulsora de la vida democrática, mediante su
función crítica, su pluralismo ideológico,
la apertura a la demanda social de ingreso, su casi gratuidad, su
estructura y su gobierno”.
Autonomía: libertad frente al Estado, pero también
tolerancia y compromiso
La autonomía supone un conjunto de responsabilidades por
parte de quienes se benefician de ella: libertad, tolerancia, amor
por la verdad, rigor, autoexigencia, cooperación, diálogo,
crítica y compromiso con la nación, aseguró
Gilberto Guevara Niebla, profesor de la Facultad de Filosofía
y Letras de la UNAM.
Se refirió a la autonomía universitaria como la construcción
de un proyecto moral: “La autonomía no sólo
fue la resistencia de los intelectuales contra un gobierno populista,
autoritario y particularmente anti-intelectual, sino una medida
de agresión contra la cultura. Quienes dirigieron la lucha
en defensa de la autonomía y en rechazo a la imposición
socialista eran hombres libres, ilustrados que amaban la democracia
y que temían la evolución de México hacia el
totalitarismo”. Este bloque poderoso que quería libertad
para la universidad –conformado por Antonio, Ángel
y Alfonso Caso, Jesús Silva Herzog, Enrique González
Aparicio, Pablo González Casanova, Alberto Bremauntz, Manuel
Gómez Morín, Julio Jiménez Rueda, Ezequiel
A. Chávez y Fernando Ocaranza– también pedía
libertad para México, dijo.
El mérito de los intelectuales que conquistaron la autonomía
en la lucha de 1933 al 35 fue ganar, dijo, oxígeno democrático
para México: “La universidad ha sido un pulmón
para la democracia mexicana, como en 1968 se demostró también.
La universidad nos ha dado democracia”. En este sentido, agregó
que el objeto de la universidad debe ser la búsqueda permanente
de la verdad y que el fraude académico es un atropello a
la autonomía: “La comunidad universitaria debe contar
con una gestión democrática, no en el sentido de establecer
un sistema populista de elección de rectores por votación
universal. La democracia académica es la democracia del saber”.
El doctor por el Instituto de Educación de la Universidad
de Londres señaló que los valores de la democracia
deben regir en toda la universidad, pero principalmente en las comunidades
de profesores e investigadores que son quienes realizan las funciones
sustantivas. Sin embargo, reconoció que los avances democráticos
de México no han tenido reflejo importante en el medio educativo:
“El carácter no democrático de la educación
básica se revela en la organización corporativa, burocrática,
centralista y vertical del sistema educativo básico y, en
segundo lugar, en las formas de enseñanza de vida escolar,
en la complicidad inmoral entre la burocracia gobernante y la dirigencia
caciquil del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación”.
Por otra parte, el autor de Democracia y Educación y Lectura
para maestros dijo que la autonomía –la autorregulación–
sólo se hace realidad cuando entre los miembros de la comunidad
académica existe una ética autónoma: “Lo
que hace autónoma o no a la universidad son las actitudes,
valores y creencias de estudiantes, maestros e investigadores (y
habría que incluir a los trabajadores administrativos, de
intendencia y servicios)”.
Necesaria,
Ley de Autonomía Universitaria
Para asegurar y garantizar desde el marco constitucional el ejercicio
real de la autonomía universitaria, es necesario construir
una iniciativa de ley que perfeccione el alcance de las facultades
autonómicas, aseguró Roberto Rodríguez Gómez,
del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad
Nacional Autónoma de México.
La iniciativa buscaría regular en la ley la competencia de
las instituciones para determinar sin interferencia sus modelos
de organización y gestión: “Sobre todo con relación
a las políticas públicas de educación superior,
al acceso a los recursos públicos autorizados por el congreso,
a la definición de los órganos competentes de fiscalización
y a los destinatarios de la rendición de cuentas”.
El investigador, integrante del Seminario Permanente de Educación
Superior, señaló que el diseño de esta iniciativa
tendría que ser encabezado por la UNAM con la concurrencia
de las universidades públicas autónomas; además,
agregó que la reforma del Artículo tercero Constitucional
que dio lugar a la autonomía universitaria es insuficiente
para garantizarla, sobre todo si se consideran las políticas
públicas de educación superior que se han impulsado
en los últimos 20 años.
Como ejemplo, planteó una serie de interrogantes: “¿Es
compatible la autonomía con criterios que determinen desde
la SEP el perfil académico de instituciones y académicos?,
¿es afectada la autonomía de gestión por la
inducción de políticas como la reorganización
institucional a partir de cuerpos académicos y la inducción
de la departamentalización? o ¿en qué medida
los criterios de evaluación y acreditación externa
a las universidades determinan el perfil académico de los
planes y programas?”
La ley de autonomía, concluyó, podría recoger
las interpretaciones dadas por la Suprema Corte de Justicia de la
Nación en temas polémicos concernientes a la autonomía
universitaria, como el pase automático, el juicio de amparo
en asuntos académicos laborales o las facultades de fiscalización
de los congresos estatales.
Autonomía,
asunto de definición
Renate Marsiske, investigadora del Centro de Estudios Sobre la Universidad
de la UNAM, aseguró que la autonomía no es sólo
un asunto histórico de separación entre la universidad
e instancias de gobierno, sino un asunto actual de definición,
ya que una universidad autónoma no desconocerá los
mecanismos de evaluación, organización y control público,
pues tiene una función que cumplir frente a la sociedad.
“Hay que reconocer los problemas y transformaciones que tendrán
que ser discutidos tanto en las áreas de gestión y
desenvolvimiento de comunidad académica como de financiamiento,
evaluación y las nuevas responsabilidades que acarrea”.
Dijo, además, que en el mundo globalizado, la universidad
pública autónoma se enfrentará a otras exigencias
internacionales. Sin embargo, reconoció que la autonomía
es el reclamo de la universidad y de sus miembros de una independencia
sustancial, pero, ante todo, una condición necesaria para
que la institución pueda cumplir con sus tareas.
Aclaró que la autonomía universitaria –que implica
básicamente autodeterminación en su gobierno, libertad
académica y autonomía financiera– no siempre
es el resultado de un enfrentamiento entre universidad y gobierno,
sino resultado de acuerdos con el Estado. |
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