Julio-Septiembre 2006, Nueva época Núm.99 Xalapa • Veracruz • México
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Consolida UV intercambio académico y científico con la Universidad de Texas

Edith Escalón, Alma Espinosa, Juan Carlos Plata, Edgar Onofre y Dunia Salas


En el encuentro, Raúl Arias y Juan Sánchez refrendaron el convenio de cooperación e intercambio académico y científico que ya existía entre la UV y la UT.
Con la estancia académica que realizó el investigador Aleph Corona Morales, del Instituto de Investigaciones Biológicas de la Universidad Veracruzana (UV), en el Laboratorio de Biología Molecular Celular de la Universidad de Texas (UT), se fortaleció el intercambio académico y científico que ya existía entre estas instituciones y al que, de acuerdo con el compromiso contraído durante la celebración de la Semana de la Universidad de Texas en la UV, darán seguimiento.

El área de Neurociencias en la que colaboran directamente los investigadores Aleph Corona y Francisco González-Lima, de la UV y la UT, respectivamente, es sólo una en las que trabajarán estrechamente ambas casas de estudios, según convinieron el rector de la UV, Raúl Arias Lovillo y el vicepresidente de Investigación de la UT, Juan Sánchez, en el encuentro realizado del 8 al 11 de mayo de 2006.

Al abrir los trabajos académicos de este encuentro bilateral, Arias Lovillo y Juan Sánchez reconocieron las marcadas diferencias entre México y Estados Unidos, no obstante las coincidencias de visión en cuanto al gasto e inversiones públicas y privadas.

Según dijo Juan Sánchez, el reto para las universidades norteamericanas –pese a ser creativas y emprendedoras– radica en equilibrar la obtención de recursos con la inversión: “Sólo 41 por ciento de las universidades hacen el negocio, la mayoría de ellas lo pierden, no ganan gran dinero y pierden recursos. Por tanto ése es el reto que nosotros tenemos que resolver”.

Nicolas Shumway dio a conocer que la UT cuenta con fondos para realizar intercambios académicos con la UV.
En su oportunidad, Arias Lovillo aseguró que en México no existen recursos suficientes para atender las necesidades de la educación superior, pese a que las universidades públicas son, para muchos mexicanos, la única opción para prepararse ante un mundo cada vez más competitivo.

Sin embargo, reconoció, la capacidad de las universidades públicas de obtener recursos adicionales depende de la imaginación y preparación de su propia comunidad, por lo que en esto deben invertir todos sus esfuerzos, pues sin recursos adicionales es muy difícil que una universidad pública pueda impulsar proyectos y programas que permitan tener mejores generaciones de mexicanos.

Frente a académicos de ambas instituciones, Arias Lovillo expuso que es la investigación uno de los ejes fundamentales para llegar al objetivo de generar conocimientos pertinentes que sean distribuidos socialmente, un paradigma que rige actualmente la política universitaria de esta casa de estudios.

A este eje sumó la ampliación de la oferta educativa, la consolidación del modelo flexible, el impulso a la calidad académica, la producción, difusión y fomento a la cultura, la extensión universitaria, la transparencia y rendición de cuentas, así como la relación académica en el ámbito nacional e internacional.

Tecnología de información y movilidad
Tecnología de información y movilidad serán las dos vertientes iniciales en que podrán colaborar la Facultad de Ciencias de la Comunicación (Facico) de la UV y el Colegio de Comunicación de la UT, de acuerdo con lo pactado en la reunión de trabajo que sostuvieron María del Rocío Ojeda Callado, directora de la Facico UV, y Madeline Maxwell, integrante del Departamento de Estudios de Comunicación de la UT.

Rocío Ojeda expresó su interés por emprender actividades de intercambio académico y estudiantil con el Colegio de Comunicación de la Universidad de Texas, con el fin de generar y aplicar conocimientos y no sólo repetir investigaciones. En tanto, la universidad visitante abrió las puertas de sus instalaciones, así como la tecnología de información y fortaleza humana.

Medeline Maxwell explicó que este Colegio, el más grande del país, cuenta con cinco áreas de formación: Publicidad (incluye relaciones públicas), Ciencias de la Comunicación Estudios de comunicación, Periodismo y Radio, así como Televisión y Cinematografía.

Por otra parte, Nicolas Shumway, director del Centro de Estudios Latinoamericanos “Teresa Lozano Long” de la UT, dio a conocer que esta universidad cuenta con fondos para profesores de corto plazo, para participar en seminarios y para becarios: “Una de las tareas primordiales de la UT es buscar formas para que nuestros profesores conozcan a los de la UV y viceversa, de ahí la gran importancia de realizar encuentros como el realizado en la UV”, señaló Shumway. De hecho, el interés de la universidad texana por vincularse con la Veracruzana es grande, así lo demuestra la proposición que desde hace un tiempo hizo Nicolas Shumway para establecer mecanismos dirigidos a crear un fondo especial para estudiantes mexicanos en la UT.

Becas, maestrías y doctorados
Según Paloma Díaz –coordinadora del programa Estudios Latinoamericanos de la UT, que otorga becas a estudiantes y profesores mexicanos–, la universidad estadounidense ofrece más de 100 programas de posgrado, distribuidos en 15 escuelas. El que ella coordina está reconocido como el número uno en el país por poseer un excelente equipo docente, una biblioteca dedicada a los países de América Latina y una enorme red electrónica con información digitalizada, especializada en temas sobre países de habla hispana, conocida como Latin American Network Center (Lanic).

Porfirio Carrillo, director de la Unidad de Estudios de Posgrado de la UV, y Leticia Rodríguez Audirac, titular de la Dirección General de Desarrollo Académico, aseguraron que la información proporcionada por Paloma Díaz será difundida entre los estudiantes de licenciatura y de posgrado, así como entre los alumnos indígenas inscritos en la Universidad Intercultural, quienes podrían verse beneficiados por programas como el de la Fundación Ford.

Los apoyos económicos que ofrece este centro de estudios superiores son: los Fondos de Verano CLASPO, dirigidos a estudiantes de posgrado que realicen investigaciones en el área de la política local, y la beca otorgada por el Centro de Estudios Mexicanos de esta universidad, la Republic of Mexico Solidaridad Endowed Presidencial Scholarship, para alumnos mexicanos que deseen cursar estudios de licenciatura, maestría y doctorado en la Universidad de Texas. Asimismo, hay otro tipo de ayudas financieras que aunque no constituyen una beca completa sí pueden disminuir los costos.
Movilidad, tutorías y acceso a la biblioteca “Nattie Lee Benson”
El Instituto de Investigaciones Lingüístico-Literarias (IILL) de la UV y la UT reforzarán sus actividades de movilidad estudiantil y se establecerán estancias académicas para apoyar la titulación de los alumnos de la maestría en Literatura Mexicana del Instituto, el desarrollo de las líneas de investigación, así como la divulgación de la lengua y la literatura.

Héctor Domínguez-Ruvalcaba, del Departamento de Español y Portugués de la UT, y Efrén Ortiz Domínguez, director del IILL, coincidieron en que estudiantes de ambas dependencias podrán realizar estancias durante el verano para impartir tutorías de su respectiva lengua.

Por su parte, el investigador del IILL, Manuel Sol Tlachi, sugirió la posibilidad de que se realicen estancias en la universidad texana, con el fin de tener acceso a su biblioteca, que cuenta con un gran acervo de textos de literatura mexicana, principalmente de los siglos XIX y XX.

Peter Ward, catedrático de la Universidad de Texas.
Domínguez-Ruvalcaba informó que en su área buscan captar alumnos mexicanos para que cursen estudios de posgrado, por lo que los intereses de ambas universidades coinciden en algunos aspectos y los restantes serán estudiados para analizar su viabilidad: “Gran parte de nuestros estudiantes vienen de Latinoamérica. El número de mexicanos es poco representativo, por lo que uno de nuestros intereses es abrir espacios para ellos”.

La universidad debe guiar las decisiones de los gobiernos
Respecto al problema de la vivienda en Estados Unidos, el catedrático de la Universidad de Texas, Peter Ward, afirmó que su país puede y debe aprender de México en cuanto a políticas públicas sensibles con la realidad de las personas de bajos recursos, “porque el Gobierno de México ya tiene tres décadas construyendo viviendas como política destinada a controlar los asentamientos clandestinos o las colonias establecidas por invasión”.

En los EU, no hay programas ni interés del Estado por promover la producción de vivienda de costo accesible para esta población, dijo: “Mientras que en México, desde los años sesenta, el Gobierno implementó una política pública que intenta respaldar el proceso de colonización, controlarlo, reconocerlo y apoyar a la gente en el proceso de autoconstrucción de sus viviendas, introducción de los servicios y regularización de tierras, en vez de criminalizar a los habitantes”.

Los estudios de Peter Ward están basados en los análisis acerca de la relación dinámica entre los sectores formal e informal de la economía, la informalidad, la globalización, la flexibilidad de contratos, la segmentación de la mano de obra, la movilización social, los movimientos sociales urbanos, así como del trabajo de Manuel Castells y de Saul Alinski.

Por su parte, Charles Groat, director del Centro Internacional de Energía y Políticas Ambientales de la Universidad de Texas, aseguró que las universidades deben guiar científicamente la toma de decisiones de sus gobiernos, para que la generación de energía no atente contra el medio ambiente, y las políticas energéticas no afecten a corto o largo plazo los intereses nacionales. “En América Latina hay una verdadera preocupación por los recursos energéticos, no sólo por la conciencia actual de que no son renovables, sino porque las prácticas y desarrollos del pasado han traído graves consecuencias en todo el mundo”, comentó.

Groat, quien fue asesor del Departamento de Energía de Estados Unidos en la administración de Bill Clinton, comentó que la actividad de investigación y desarrollo científico debe estar encaminada a encontrar mecanismos de producción de energía limpia, y de conservación de los recursos: “Nuestra preocupación debe ser, cada vez más, decir a los gobiernos cómo manejarlos, con bases científicas”.