Chiapas,
Campeche, Guerrero, Oaxaca, Quintana Roo, Yucatán y Veracruz,
entidades que integran la región más biodiversa del
país, acordaron impulsar un plan de educación ambiental,
luego de coincidir en la necesidad de realizar un trabajo colectivo
para enfrentar los retos ecológicos que comparten, a pesar
de los límites territoriales que los separan políticamente.
Reunidos en la UV, representantes de estos estados expusieron los
mecanismos y lecciones aprendidas durante la integración
de sus respectivos planes y estrategias estatales de educación
ambiental, un proceso que en los últimos tres años
ha creado instrumentos para la articulación de esfuerzos
en esta materia fundamental para propiciar el desarrollo sustentable.
En esta primera reunión, las siete entidades coincidieron
en dos puntos principales: la necesidad de profesionalizar a los
educadores ambientales y de insertar a la educación ambiental
en las políticas públicas de educación, según
comentó Ernesto Rodríguez Luna, director del Área
Biológico-Agropecuaria de la UV, institución que lidera
este movimiento regional.
Rodríguez Luna señaló además que este
primer encuentro regional dio la pauta para la creación de
un nuevo directorio de personas e instituciones del ámbito
regional y nacional, con las que la UV planea establecer alianzas
formales que le permitan responder efectivamente a los retos actuales,
“alianzas que se pueden traducir en la conservación
de nuestro patrimonio natural propiciando un desarrollo sustentable”.
La visión e iniciativa de la UV para impulsar esta estrategia
regional fue reconocida por Concepción Velasco Samperio,
representante del Centro de Capacitación para el Desarrollo
Sustentable (Cecadesu) de la Secretaría de Medio Ambiente
y Recursos Naturales (Semarnat), pues era, según dijo, una
propuesta que la UV había estado preparando desde hace tiempo.
“Veracruz es uno de los estados que en materia de educación
ambiental lleva la delantera; hay una gran cantidad de organismos
interesados en el tema y las estrategias se construyen no sólo
en el marco conceptual, sino también en cuestiones muy concretas
y prioritarias para generar una mejor calidad de vida”.
Manifestó que el sureste del país es ambiental y culturalmente
diverso, lo que promueve una evolución más rápida
del conocimiento y de las propuestas ambientales. “Lo más
interesante de todo este proceso es que los estados están
mostrando gran sensibilidad sobre temas ambientales, al tiempo que
están generando movimientos similares de organización
social para dar solidez y orientación a procesos de educación
y medio ambiente”.
Javier Reyes, el primero en impulsar los programas de educación
ambiental, aseguró que el plan es la construcción
muy esforzada de un instrumento para dar dirección y orientación
a los esfuerzos en materia de educación ambiental. “Hace
cinco años era difícil imaginar que un país
o una región tuviera un plan consensuado de educación
ambiental, el que ya exista es promisorio, lo cual no significa
que todo se vaya a resolver por la vía de la publicación
y de la aceptación del plan, pero es un paso fundamental
para romper inercias y corregir los serios problemas que tiene la
educación en el país”.
Velasco Samperio reconoció que el principal reto está
en trabajar más de la mano con el sector educativo, además
de hacer lo propio con otros sectores, como el académico,
el empresarial o el gubernamental, reto en el que los ejes económico,
social y ambiental deben ser considerados.
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