Abril-Junio 2005, Nueva época No. 88-90 Xalapa • Veracruz • México
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Fundamental, el estudio de primates para entender los procesos evolutivos del hombre
Carolina Cruz, Edith Escalón y Alma Espinosa

La UV y el Instituto de Ecología reunieron a más de 100 primatólogos del mundo para que presenten los resultados de sus más recientes investigaciones.
 Después de la participación de más de 100 ponentes de Brasil, Alemania, Estados Unidos, Japón, Argentina, Bélgica, Portugal, Reino Unido, España y México, concluyó el 7 de mayo el Segundo Congreso Nacional de Primatología, que reunió en Xalapa a los especialistas mundiales más connotados en esta disciplina científica.

Miguel Equihua Zamora, director del Instituto de Ecología (Inecol), señaló que el estudio de los primates es fundamental para entender nuestros propios procesos evolutivos, ya que pertenecen a un grupo taxonómicamente cercano a los seres humanos. “Hemos avanzado en estos conocimientos, y ya tenemos las bases de respuestas éticas, las capacidades de desarrollo tecnológico y algunos rasgos culturales”, pero no es suficiente, pues tradicionalmente han existido verdaderos atentados contra su supervivencia a partir de la destrucción de su hábitat.

Víctor Alcaraz, director de Investigaciones, comentó que la Universidad Veracruzana ha jugado un papel fundamental en la creación de conocimientos en torno a estas especies, pues una trayectoria de más 20 años la respalda como una institución pionera en la investigación y conservación de primates.
Katherine Milton ha realizado investigación de campo con monos araña y aullador durante 15 años.(Foto: Luis Fernando Fernández)
Juan Carlos Serio Silva, director de la Asociación Mexicana de Primatología (AMP), organizadora del congreso, manifestó que esta agrupación muestra “signos de madurez” que se traducirán en una mejor coordinación y posicionamiento como representante de la comunidad científica especializada en primatología.

Muestran estudios con primates que no existe la violencia “por naturaleza”
Mecanismos neurológicos y endocrinológicos estudiados científicamente en comunidades de primates revelan que no existe en ellos la violencia «por naturaleza», como se creía, cuando la mayoría de los modelos de interacción de estos animales señalaban que la base de la convivencia en ésta y otras sociedades animales eran la
agresión y la competencia. “Estos descubrimientos darán un giro a las investigaciones conductuales en primates, incluso, en humanos”, aseguró el científico
norteamericano Paul Garber, al abrir la ronda de conferencias magistrales del Congreso de Primatología.

De acuerdo con los estudios comparativos que ha realizado desde 1978 en Costa Rica, Nicaragua, Panamá, Perú y Brasil, la convivencia de primates se basa en el placer y los beneficios que obtienen de su interacción social, que redunda en apoyos comunes, en actividades como la alimentación, el cuidado mutuo y la convivencia. “Estos beneficios son mucho más importantes que los costos de su interacción (la agresión y la competencia), relación que también se presenta en muchas otras sociedades de mamíferos, donde la cooperación es fundamental”.

Extrapolando sus descubrimientos a las sociedades humanas, esta propuesta de interacción es la que le permite sostener que a las personas les sucede lo mismo, pues se ha encontrado que en áreas cerebrales se activan ciertos centros nerviosos que pueden sincronizarse y determinar el placer de convivir. “Yo sé que la violencia es evidente en muchas sociedades, pero pienso que no es porque nuestra naturaleza sea violenta, sino porque hay muchos factores del contexto que manipulan el comportamiento y que éste es el resultado del prácticas culturales”.
Alejandro Estrada dio a conocer el valor de algunas prácticas agrícolas para la conservación de primates en paisajes neotropicales. (Foto: Luis Fernando Fernández)
Afectará cambio climático a monos tropicales
Además de afectar los parámetros de vida de los seres humanos, el cambio climático afectará a poblaciones de monos araña y aullador, pues recientes estudios señalan que la lluvia y la producción frutal influyen directamente en sus patrones poblacionales, aseguró Katharine Milton, de la Universidad de California, quien explicó que, luego de 15 años de investigación de campo con monos araña y aullador en Barro Colorado, Panamá, ha podido correlacionar la producción y disponibilidad frutal con el aumento y la disminución de las poblaciones de estos animales.

Algunas hipótesis sugieren que tanto el aumento como la disminución de población en los primates salvajes están determinados por los depredadores, los parásitos o las enfermedades, clave demográfica también en muchas otras especies de mamíferos. Sin embargo, ha podido comprobar que esos factores no determinan del todo el crecimiento poblacional: “Yo he podido observar que cuando es más alta la producción frutal, la población se incrementa, y que ésta disminuye cuando la disponibilidad de fruta decrece”.

Tanto los monos aullador como los araña comen grandes cantidades de hojas y frutas, por lo que sus patrones poblacionales pueden ser afectados por la producción local de fruta. Fenómenos meteorológicos derivados del calentamiento global influyen también directamente en sus poblaciones. Como ejemplo, men-cionó la influencia que tuvo El Niño en los patrones de población de ambas especies de primates, aunque aceptó que esa relación requiere, como todas, un proceso de verificación científica.

Primates y prácticas agrícolas
Alejandro Estrada dio a conocer el valor de algunas prácticas agrícolas para la conservación de primates en paisajes neotropicales, al tiempo que presentó los resultados previos de un proyecto realizado en Los Tuxtlas (México), Lechúa (Guatemala) y tres localidades de Costa Rica. El interés por desarrollar el tema surgió a raíz de la poca información que existe sobre los beneficios que pueden aportar las actividades agrícolas para los primates.

Apoyado por la National Geographic Society, la Scott Neothropic Fund, el Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza de Costa Rica y la UNAM, el estudio mantiene en observación a cinco especies de primates en 15 tipos de agrosistemas arbolados, cuyos productos son cacao, café, mango, pimienta negra y plátano, entre otros.

La subsistencia de los primates en estos sistemas, dijo el investigador, se debe a que no son plagas y sólo consumen hojas y frutos específicos. Además, son dispersores de semillas de árboles de sombra y enriquecen invaluablemente los suelos, gracias a sus heces fecales que contienen más cantidad de fósforo y nitrógeno que la hojarasca.

La mayoría de las ANP carece de planes de manejo
El proceso encaminado a conservar la biodiversidad y los recursos naturales se ha transformado para conciliar el aprovechamiento de los recursos, la calidad de vida de los asentamientos humanos y la conservación del patrimonio natural, aseguró Ernesto Rodríguez Luna, investigador de la UV.

El vicepresidente del Grupo Especialista en Primates de la Unión para la Conservación de la Naturaleza (UICN, por sus siglas en inglés) se refirió tanto a las metodologías y planes de acción que varios grupos especialistas han desarrollado para seleccionar e identificar grupos de primates que están en riesgo, como a las investigaciones que reciente-mente ha publicado en colaboración con otros investigadores en revistas científicas internacionales como Primate Conservation y Neotropical Primates.

Señaló que las Áreas Naturales Protegidas (ANP) constituyen la táctica fundamental para la conservación de especies y de ecosistemas, pero que en México dichas áreas presentan serias dificultades. La principal es que la mayoría carece de planes de manejo y de una visión integral que motive a los pobladores a sujetar sus actividades productivas a un proceso de ordenamiento ecológico para asegurar el desarrollo sustentable de la región, porque de no hacerlo se perderían recursos naturales y ecosistemas, se suspenderían los servicios ambientales y se cancelarían las oportunidades para el desarrollo regional.

De las 188 ANP decretadas en México, sólo 30 cumplen con un plan de manejo de especies y recursos naturales, no obstante, existen deficiencias en sus políticas. La reserva de la biosfera de Los Tuxtlas, que cuenta con respaldo de los gobiernos federal y estatal, es el mejor ejemplo de lo que hace falta en pro de la conservación de los primates, ya que se ha identificado que, fuera de los tres núcleos donde se conservan varias especies, en las zonas bajas existen varias poblaciones de primates aisladas que cuentan con pocas posibilidades de sobrevivencia, lo que hace necesario replantear las estrategias de manejo en las ANP desde una visión más general.

Reconoció que en materia de desarrollo sustentable aún hay mucho por hacer; por ello, la UV está formando nuevos cuadros de profesionales para que se sumen a esta tarea, a través de la carrera de técnico superior universitario en Manejo de Vida Silvestre, en Acayucan y, próximamente, en Catemaco.