Abril-Junio 2005, Nueva época No. 88-90 Xalapa • Veracruz • México
Publicación Trimestral


 

 Ventana Abierta

 Mar de Fondo

 Palabras y Hechos


 Tendiendo Redes

 Ser Académico

 ABCiencia

 Quemar las Naves

 Campus

 Perfiles

 Pie a tierra

 Créditos



 

 

 

En Utah, Estados Unidos
Exponen científicos las políticas y normas para investigación arqueológica en México

Edith Escalón

 Puesto que la legislación mexicana implica controles federales muy estrictos y complejos que deben acatar los arqueólogos extranjeros interesados en realizar investigación en nuestro país, la Sociedad de Arqueología Americana (SAA) de Estados Unidos –la más importante de Norteamérica– decidió analizar las políticas mexicanas en esta materia en su septuagésima reunión anual, que se llevó a cabo del 30 de marzo al 3 de abril en Utah.

En el encuentro “La práctica de la arqueología en México, obligaciones institucionales y resultados científicos”, arqueólogos mexicanos explicaron cómo funciona esta
A la reunión de la Sociedad de Arqueología Americana de Estados Unidos asistieron connotados arqueólogos mexicanos, entre ellos Sara Ladrón de Guevara. (Foto: Luis Fernando Fernández)
disciplina en el país y qué parámetros han de seguir los estudiantes, profesionales e investigadores norteamericanos para cumplir con los criterios establecidos por las leyes mexicanas desde 1972.

Sara Ladrón de Guevara, directora del Museo de Antropología de Xalapa (MAX) e investigadora de la UV, explicó que el desconocimiento de la reglamentación mexicana en esta materia provoca que a menudo los arqueólogos norteamericanos interesados en Mesoamérica, en lugar de investigar y excavar en México lo hagan en Guatemala, Belice o en otros países donde la legislación es más laxa.

Reconoció que la legislación de nuestro país complica el ejercicio de la profesión, pues tiene estrictos controles para la práctica arqueológica que algunos consideran burocracia, pero que permiten llevar un registro de toda la investigación en la materia en el país y cuidar la riqueza y el patrimonio arqueológico nacional.

El aporte de los arqueólogos mexicanos en este simposio fue dar a conocer con claridad todos los estatutos, códigos y reglamentos que en esta materia existen en nuestro país y mostrar cómo se puede ejercer la profesión en México sin incumplir las leyes, como la practican ya cientos de especialistas que tienen en nuestro territorio su sede de investigación.

A diferencia de EU, donde la ley no es tan estricta, la legislación mexicana establece que todos los proyectos de arqueología deben ser registrados, evaluados y aprobados por el Consejo de Arqueología, que funciona como un control federal para el trabajo arqueológico en el país, explicó Ladrón de Guevara, quien es además miembro activo de este Consejo.

Enseñanza arqueológica, aporte de la UV
Además de legislación, el simposio retomó el análisis de temas como excavación, investigación, restauración, normas específicas en torno a colecciones, muestras y asuntos éticos de la arqueología en México, así como una de las temáticas más trascendentes de esta práctica profesional: las políticas de educación superior y la enseñanza de la arqueología.

Para exponer el tema, la SAA eligió precisamente a la directora del MAX, quien adquirió una notable experiencia en el área educativa durante su gestión como secretaria Académica de la UV, institución que posee la segunda escuela de Arqueología más importante del país, después de la de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH).

“La enseñanza de la arqueología en México es fundamental porque conlleva la práctica de la investigación de campo, regida por normas muy específicas que los científicos nacionales cumplimos sin problema, pero pocos norteamericanos dominan”, señaló la investigadora.

En el simposio explicó las diferencias entre el sistema de educación superior de México frente al de Estados Unidos, que resulta sustancial en términos de práctica profesional. “Los estudiantes de college (equivalente a la licenciatura mexicana), por ejemplo, no tienen una licencia de ejercicio profesional al egresar, como tienen los egresados de la universidad en México. Ellos sólo alcanzan este permiso cuando concluyen sus estudios de posgrado”.

Esto implica que en México, de acuerdo con la legislación vigente, no se pueda tener una escuela de campo que permita a estudiantes del nivel college excavar como práctica profesional, lo que sí tienen permitido los alumnos nacionales dentro de proyectos de investigación de académicos adscritos a las instituciones responsables.

Una de las ventajas que presentan los arqueólogos en cuanto a la práctica profesional está precisamente ligada a la enseñanza, dijo Ladrón de Guevara, pues todas las políticas arqueológicas forman parte del currículum de las facultades de Arqueología, lo que hace más sólido el aprendizaje de las normas mexicanas.

Además de Sara Ladrón de Guevara, participaron en el encuentro arqueólogos mexicanos de gran nivel, como Joaquín García Bárcena, presidente del Consejo de Arqueología; Alejandro Martínez Muriel, coordinador de Arqueología Nacional del INAH; Pedro Francisco Sánchez Nava, coordinador de Registro Arqueológico del INAH, y Linda Manzanilla, destacada arqueóloga de la UNAM.