Exhibe la Galería Alva de la Canal fototipos de Rembrandt
Durante abril y mayo, en la celebración de su XX aniversario, la Galería Uni-versitaria Ramón Alva de la Canal exhibió una importante serie de fototipos del genio holandés Rembrandt, considerado uno de los máximos exponentes de la pintura barroca europea que además remite, en mayor o menor medida, al Barroco italiano. Esta exposición fue posible gracias al apoyo del pintor José Luis Cuevas, quien prestó la valiosa colección para ser presentada en la capital veracruzana. Los de Rembrandt fueron tiempos en los que el mecenazgo alcanzó sus máximos límites.

La pintura por encargo y su comercialización promovió la movilidad de este autor tan cotizado desde entonces. El holandés aprovechó los trabajos por encargo para perfeccionar sobre todo el retrato; sin embargo, además de las efigies, tuvo también una prolífica faceta como pintor de obras religiosas. Destacó un período en la vida del artista: su distanciamiento evidente del Barroco, que fue sustituido por un enri-quecimiento en los colores vibrantes y el detalle extremo. Éste fue el sello de sus últimos días, tiempos de pinceladas empastadas y largas con luces doradas que crean efectos de claroscuros al estilo de la escuela veneciana.

Por primera vez en Xalapa, un festival de música sacra
La conjunción de esfuerzos de la Universidad Veracruzana y la Arquidiócesis de Xalapa dio por resultado la realización del I Festival de Música Sacra, que se llevó a cabo del 27 de marzo al 1 de abril, en Xalapa, Coatepec, Xico, Teocelo y Naolinco. La programación abarcó diversos géneros, y fue posible contar con grupos universitarios como el Trío Clásico de Xalapa y el Ensamble Clásico de Guitarras. También participaron el violinista Borislav Ivanov y la pianista Nune Poghosyan, el coro Novus Tempore que dirige el barítono Serafín Rodríguez, así como la Orquesta Pro Arte «Silvestre Revueltas» que tocó bajo la dirección de Antonio Tornero.

Esther Hernández Palacios, directora del Instituto Veracruzano de Cultura (Ivec), le auguró un buen futuro al festival. “Hay talento y preparación en los intérpretes; oído y buen gusto en nuestro público. Esto nos compromete a aprovechar los nuevos espacios para abrirnos a nuevos públicos. Dentro de algunos años la gente de otros lugares tendrá como destino importante este festival xalapeño”. El director Antonio Tornero se mostró satisfecho por los resultados y por la asistencia: “No importan los ruidos y el murmullo… el templo es alabanza y un artista que actúa aquí debe prepararse para ello”.