Abril-Junio 2005, Nueva época No. 88-90 Xalapa • Veracruz • México
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Estudios realizados en la UV permiten reducir índices de infertilidad humana
Edith Escalón

Más de 50 nacimientos al año demuestran el éxito de la técnica universitaria / El método es efectiva en 40 por ciento de los casos, cuando los padres tienen menos de 37 años, y en 20 por ciento, cuando superan esta edad

Más de 50 nacimientos al año, hijos de parejas con antecedentes de infertilidad, demuestran el éxito que la Universidad Veracruzana ha tenido al aplicar una innovadora técnica de reproducción asistida, probada en modelos animales pero que gracias a la investigación veterinaria ha sido llevada al campo de la medicina humana, donde ha tenido resultados positivos en más de 40 por ciento de los casos.

Se trata de la fertilización in vitro que, a partir de técnicas de micromanipulación no quirúrgica de óvulos y espermas, permite que personas con problemas de infertilidad puedan concebir mediante tratamientos que se realizan en Veracruz, a pesar de la edad avanzada, de la baja producción de óvulos o espermas o del escaso rendimiento de los mismos.

El método tradicional que se ha utilizado en veterinaria desde hace décadas implica extraer de animales óvulos y espermatozoides y facilitar la fecundación a través de técnicas de laboratorio que provocan su interacción. El siguiente paso es esperar que las células maduren y se multipliquen en incubadora, para que, una vez que haya entre 100 y 120, se traslade el embrión a la madre receptora y ahí continúe y concluya su proceso de gestación, procedimiento que han utilizado, por ejemplo, para asegurar la reproducción en bovinos.

Rodolfo Canseco Sedano, investigador de la Facultad de Veterinaria, luego de doctorarse en Fisiología de la Reproducción en Estados Unidos, regresó a la UV e inició en la ciudad de Veracruz la colaboración con un grupo de ginecólogos del Centro de Diagnóstico Ginecológico. “Empezamos a trabajar desde 1999, pero fue a partir de 2001 cuando tuvimos los primeros resultados positivos en humanos, pues consideramos que habíamos tenido éxito en el momento en que observamos los primeros embarazos, no cuando las madres quedaron embarazadas”.

Aunque los ginecólogos tienen los conocimientos médicos para realizar fertilización in vitro, son los médicos veterinarios los que han desarrollado las habilidades prácticas para extraer, por ejemplo, un solo óvulo del ovario y manipularlo en laboratorio, para tomar un espermatozoide entre millones e inyectarlo dentro del óvulo o para aspirar el esperma de los testículos en pacientes con problemas de oclusión.

La técnica es segura y efectiva en 40 por ciento de los casos, cuando los padres tienen menos de 37 años, y en 20 por ciento cuando superan esta edad, lo que representa una verdadera esperanza para aquellas parejas que durante años han intentado la concepción sin ver resultados, aseguró el investigador, quien añadió que la probabilidad de tener problemas genéticos es casi la misma con cualquier método de reproducción asistida, y que ésta no supera el 1.2 por ciento en el caso de la fertilización in vitro, porcentaje poco significativo.

Es importante mencionar que la Red Latinoamericana de Reproducción Asistida avala 140 centros en toda América Latina; en México, sólo 16, y uno de ellos en precisamente el Centro de Diagnóstico Ginecológico que, a diferencia de otros que existen en las grandes ciudades de nuestro país, es económicamente accesible para familias veracruzanas.

“La participación de la UV permite hacer la técnica más accesible y, al mismo tiempo, extremar las precauciones por medio de un trabajo médico-científico de alto nivel, pues lo que hacemos juntos –ginecólogos y médicos veterinarios– no es sólo prestar un servicio, sino perfeccionar cada vez más el método a través de la práctica y la investigación”, explicó Canseco.

Uno de los mayores logros de esta relación ha sido el nacimiento de bebés sanos en familias que no tenían esperanzas de concebir: “Nuestro promedio ahora son 50 nacimientos al año, y pensamos que serán más si se difunde entre la población que ya no es necesario ir a Estados Unidos o a otro país para someterse a estos tratamientos médicos”.

Además de los beneficios que proporciona socialmente esta colaboración, el investigador afirmó que la misma ha permitido la formación de estudiantes en servicio social y la especialización de pasantes de Medicina Veterinaria en técnicas de reproducción asistida.

Las técnicas
Para iniciar la investigación fue necesario adquirir un equipo que permite la micro manipulación de esperma llamado Inyección Intracitoplásmica de Esperma (ICSI, por sus siglas en inglés), pues las técnicas de fertilización in vitro no se pueden llevar a cabo sin equipo especializado ni estrictos procesos de control médico y aséptico.

El investigador señaló que a partir de la metodología básica de fertilización in vitro es posible, por ejemplo, obtener óvulos de una paciente por medio de punción transvaginal guiada por ultrasonido, y ponerlos en contacto con muestras viables de semen del esposo, en un contenedor especial para laboratorio, donde sucede la fecundación.

Cuando se trata de espermatozoides débiles que solos no alcanzan a entrar en el óvulo, aplican otra técnica que implica utilizar el ICSI no sólo para ponerlos en contacto, sino además para inyectar el espermatozoide directamente en el óvulo.
La técnica más novedosa se llama Aspiración testicular, y permite obtener esperma de aquellos pacientes con problemas de oclusión de los conductos deferentes. Así, los científicos de la UV obtienen, a partir de una aspiración a los testículos, una muestra de semen que poste-riormente se pone en contacto con el óvulo por medio de cualquiera de las dos técnicas anteriores.