Enero-Marzo 2005, Nueva época No. 85-87 Xalapa • Veracruz • México
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Alumnos de Psicología y Desarrollo Comunitario
Realizan un programa de intervención en grupo de alcohólicos anónimos de Xico

Alma Espinosa

S La violencia intrafamiliar y los resentimientos que genera son factores presentes en el alcohólico que pueden ser tratados con la ayuda de profesionales en las áreas de psicología y comunidad, aseguró Alejandro Moreno, académico adscrito a la especialidad de Psicología y Desarrollo Comunitario del Instituto de Investigaciones Psicológicas de la UV (IIP).

Moreno Hernández diseñó, junto con un grupo de estudiantes de la especialidad, un programa de intervención en un grupo de alcohólicos anónimos de Xico, para detectar entre sus miembros rasgos de violencia familiar y contribuir a su control.

Para llegar a estos resultados, fue necesario revisar los proyectos previos que realizaron las generaciones anteriores de la especialización y la maestría, los que revelaron que en cuestión de violencia sólo se había puesto atención a la parte agredida. De ahí surgió la idea de partir de la mentalidad del varón que golpea a la mujer que ama y a los hijos que lo aman.

A partir de 2004, el grupo de trabajo realizó, mediante animación sociocultural, sesiones semanales con el grupo de alcohólicos, de las que se rescató que el resentimiento fue su problema más recurrente. A raíz de esa labor, añadió Moreno Hernández, se instó a los interesados a participar en un proceso de cambio, que seis personas aceptaron. Con cada uno se trabajó su historia de vida para conocer las causas del resentimiento, y la gran coincidencia fue la violencia intrafamiliar, protagonizada por la madre, principalmente.

Entonces, los estudiantes aplicaron nuevas estrategias y técnicas, mediante las cuales la gente puede conocer otros puntos de vista; además, se les recomendó escribir un diario en el que registraron el contacto con su familia. Con ello, se logró el cambio en cuatro personas y las otras dos consideraron que necesitarían ayuda psicológica de otro tipo. Esta experiencia también ayudó a los estudiantes a analizar su propia situación de violencia e identificar el daño tan severo que genera en el desarrollo humano, y a considerar la urgencia de trabajar en el tema.

Alejandro Moreno comenzó a trabajar con las comunidades veracruzanas desde 1993. Sin embargo, a partir de 2003 cambió su visión acerca del significado de comunidad, que no es sinónimo de localidad, y del inevitable cambio en la calidad de vida familiar, la organización comunitaria y sus formas de hacer y de pensar.