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La violencia intrafamiliar y los resentimientos que genera son factores
presentes en el alcohólico que pueden ser tratados con la
ayuda de profesionales en las áreas de psicología
y comunidad, aseguró Alejandro Moreno, académico adscrito
a la especialidad de Psicología y Desarrollo Comunitario
del Instituto de Investigaciones Psicológicas de la UV (IIP).
Moreno Hernández diseñó, junto con un grupo
de estudiantes de la especialidad, un programa de intervención
en un grupo de alcohólicos anónimos de Xico, para
detectar entre sus miembros rasgos de violencia familiar y contribuir
a su control.
Para llegar a estos resultados, fue necesario revisar los proyectos
previos que realizaron las generaciones anteriores de la especialización
y la maestría, los que revelaron que en cuestión de
violencia sólo se había puesto atención a la
parte agredida. De ahí surgió la idea de partir de
la mentalidad del varón que golpea a la mujer que ama y a
los hijos que lo aman.
A partir de 2004, el grupo de trabajo realizó, mediante animación
sociocultural, sesiones semanales con el grupo de alcohólicos,
de las que se rescató que el resentimiento fue su problema
más recurrente. A raíz de esa labor, añadió
Moreno Hernández, se instó a los interesados a participar
en un proceso de cambio, que seis personas aceptaron. Con cada uno
se trabajó su historia de vida para conocer las causas del
resentimiento, y la gran coincidencia fue la violencia intrafamiliar,
protagonizada por la madre, principalmente.
Entonces, los estudiantes aplicaron nuevas estrategias y técnicas,
mediante las cuales la gente puede conocer otros puntos de vista;
además, se les recomendó escribir un diario en el
que registraron el contacto con su familia. Con ello, se logró
el cambio en cuatro personas y las otras dos consideraron que necesitarían
ayuda psicológica de otro tipo. Esta experiencia también
ayudó a los estudiantes a analizar su propia situación
de violencia e identificar el daño tan severo que genera
en el desarrollo humano, y a considerar la urgencia de trabajar
en el tema.
Alejandro Moreno comenzó a trabajar con las comunidades veracruzanas
desde 1993. Sin embargo, a partir de 2003 cambió su visión
acerca del significado de comunidad, que no es sinónimo de
localidad, y del inevitable cambio en la calidad de vida familiar,
la organización comunitaria y sus formas de hacer y de pensar. |