Coatzacoalcos,
Ver.- La participa ción de la Universidad Veracruzana
en la rehabilitación de 170 animales afectados por el derrame
de hidrocarburos en Coatzacoalcos, entre los que se cuentan más
de 150 pelícanos y, en menor número, gaviotas, tortugas,
serpientes, gavilanes e iguanas, es una prueba más de su
capacidad de intervención en los problemas que afectan el
entorno natural del estado.
En las primeras semanas de la contingencia, no sólo investigadores
y académicos acudieron al llamado estatal para enfrentar
el problema ecológico, sino que además un grupo de
estudiantes de la UV se ofrecieron como voluntarios para apoyar
la rehabilitación de la fauna silvestre.
Ellos trabajaron en el Club de Pesca “Manuel Ávila
Camacho”, que albergó durante dos semanas el Hospital
de Rehabilitación de Fauna Silvestre, montado por Petróleos
Mexicanos y la organización no gubernamental (ONG) Fundación
Internacional para la Protección Animal (IFAW, por sus siglas
en inglés).
Su evidente capacidad de servicio convirtió la participación
en un reflejo positivo de toda la institución, y dejó
claro que en la Universidad el compromiso ecológico de los
jóvenes va mucho más allá de las aulas.
Rehabilitar
pelícanos, tarea principal
Los alumnos, 12 en total, integran el grupo que cursa en Acayucan
el programa de técnico superior universitario (TSU) en Manejo
de Fauna Silvestre, pero ni su escasa experiencia ni el hecho de
encontrarse en un periodo vacacional frenaron su participación.
Según comentó Javier Hermida, médico veterinario,
investigador de la UV y coordinador del grupo de voluntarios, la
capacidad de servicio de los estudiantes causó un impacto
positivo en IFAW, pues entre muchos grupos de voluntarios (de Pemex,
Africam Safari y la Universidad Nacional Autónoma de México,
por ejemplo), los jóvenes de la UV destacaban por sus ganas
de aprender y acaparaban el trabajo de las principales áreas
que conlleva la rehabilitación de la fauna.
Luego de una capacitación intensiva por parte de IFAW, los
muchachos participaron en todo, sobre todo en la rehabilitación
de aves: lavaron corrales, limpiaron y partieron kilos y kilos de
pescado y tomaron muestras de sangre a los animales, los hidrataron,
además de lavar, enjuagar, secar y apoyar la rehabilitación
de decenas de pelícanos, bajo la supervisión de la
ong. Explicó que IFAW tiene un protocolo especializado para
la rehabilitación de aves, pero poca información en
torno a otros animales nativos de la zona, como reptiles, nutrias,
serpientes e iguanas; sin embargo, se mostraron abiertos a las sugerencias
y recomendaciones que los especialistas de la uv hicieron en cuanto
a captura, manejo, alimentación y biología de otras
especies.
Además, por ser ésta una organización dedicada
a promover, impulsar y divulgar el conocimiento del manejo de fauna
en contingencias como ésta, el personal de la ong no escatimó
el intercambio de información, señaló el investigador.
La UV, a través del programa en Manejo de Fauna Silvestre,
ha propuesto un programa de seguimiento de animales afectados por
el petróleo, que se realizará a partir de recorridos
en las áreas más afectadas, como las zonas de manglar
y las márgenes de los ríos, mismas que requerirán
visitas periódicas, atención y estudios científicos
durante varios años, que estarán a cargo de la comunidad
académica.
Muestran
estudiantes conciencia ecológica
Desde El Porvenir, Oaxaca, a tres horas de Coatzacoalcos, llegó
Paulina Zamora Moreno para apoyar en la contingencia ambiental.
Ella no se ofreció como voluntaria sólo por lo que
representa para un estudiante de la UV la experiencia de rehabilitar
fauna silvestre, sino porque desde que se enteró del derrame,
sólo pensaba en la forma de ayudar.
A pesar de estar de vacaciones, Paulina dejó su casa para
vivir durante dos semanas en un hotel de Coatzacoalcos, junto con
sus compañeros, en donde llegaba a dormir después
de 12 horas de trabajo en el Hospital de Rehabilitación:
“Desde el primer día nos dieron guantes, googles y
cubre bocas para empezar a hacer la limpieza de la zona; luego hicimos
otras cosas, pero el trabajo no paró hasta dos semanas después”,
comentó la estudiante que tiene apenas 18 años de
edad.
Dijo que, como a todos los voluntarios, al principio sólo
los dejaron limpiar los corrales y los cientos de pescados que se
utilizaban para alimentar las aves: “Era un trabajo muy pesado,
y por eso muchos voluntarios desistieron, pero todos nosotros esperamos
la oportunidad de estar cerca de los animales, y la hubo días
después”.
Según explicó, después de terminar su carga
de trabajo, se quedaban a observar para aprender cómo los
especialistas de IFAW bañaban a los pelícanos, cómo
los sujetaban, enjuagaban sus plumas con agua y los secaban cuidadosamente,
antes de alimentarlos o tomarles muestras de sangre. “Nos
dijeron que ya habíamos visto suficiente y que si queríamos
ayudar; claro que aceptamos y desde ese día nos dedicamos
a limpiar, enjuagar, secar, tomar muestras y alimentar nosotros
a las aves, y esa es una experiencia muy valiosa”.
Los lazos afectivos que crearon con los animales, manifestó,
también afianzaron en ellos una conciencia ecológica:
“Pasamos tanto tiempo con ellos, abrazándolos, alimentándolos,
cuidando de su salud, procurando la impermeabilidad de sus plumas,
cuidando cada detalle para su recuperación, que cuando los
liberamos sabíamos que habíamos hecho un buen trabajo”.
A pesar del enorme aprendizaje que los 12 estudiantes obtuvieron
y del apoyo que mostraron todos los organismos para su capacitación,
Paulina reconoció que falta mucha información científica
para conocer y poder ayudar a los animales salvajes a rehabilitarse,
cuando enfrentan un impacto como éste, sobre todo aquéllos
cuyo hábitat ha sido seriamente perjudicado.
Propone
IFAW convenio con la UV
Francisco Galindo, coordinador de proyectos de IFAW para América
Latina, reconoció la oportunidad del apoyo y el valor del
trabajo de la UV en el Hospital de Rehabilitación, que bien
podrían justificar un convenio de colaboración entre
la casa de estudios y la ONG. “Nosotros tenemos convenios
con universidades mexicanas para intercambiar conocimientos sobre
el manejo de vida silvestre, y por lo que pude ver en Veracruz,
firmar un acuerdo con la Universidad Veracruzana sería provechoso
para ambas partes”.
Dijo que la participación de la Universidad fue fundamental
tanto en la captura y el manejo de especies nativas, por la experiencia
y los conocimientos que poseen sus investigadores, como en las labores
diarias que los voluntarios realizaron en las dos semanas que duró
su participación. Destacó la futura colaboración
que este organismo, que cuenta con 13 oficinas en todo el mundo,
realizará en el área de educación ambiental,
al lado de Domingo Canales, investigador y director del Instituto
de Neuroetología de la Universidad Veracruzana, quien junto
con IFAW realizará una encuesta de actividades y percepciones
de las comunidades que rodean la zona afectada.
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