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La
definición de lo femenino y lo masculino en el entorno social
ha sido abordada y discutida desde diferentes perspectivas, a lo largo
del tiempo. Para reflexionar sobre el concepto de género, un
equipo de estudiantes de la Facultad de Artes Plásticas, coordinado
por la maestra Gladys Villegas Morales, expuso la colectiva Femenino/Masculino,
en la Galería ap de la propia facultad.
Los jóvenes, a través del análisis de textos
diversos, llegaron a comprender que el concepto de género es
una construcción social que varía según la religión,
la sociedad, las preferencias sexuales, entre otras causas. Luego
de haber teorizado el problema, se dieron a la tarea de realizar su
propuesta plástica partiendo de los temas masculino y femenino. |
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Según Villegas Morales, en la década de los noventa,
el tema de la identidad sexual cobró otra dimensión
y se trasladó al arte con mayor fuerza. Ahora es un tema
muy contemporáneo que llevó a sus alumnos a plantear
una actitud comprometida con su momento social. “Para ellos
fue una sorpresa comprender que no son moldes fijos. Con esta información
aterrizan las ideas que están latentes en nuestra sociedad,
cuestiones que son construidas y que por lo tanto, se pueden reconstruir,
se pueden cambiar”.
Partiendo de que los moldes sociales pueden modificarse y que en
muchas ocasiones las conductas son aprendidas, impuestas o elegidas,
los estudiantes de Artes Gráficas, Escultura, Cerámica
y Fotografía realizaron esta muestra que incluye creaciones
en diversas técnicas, como grabado, pintura, xilografía,
instalación, manipulación digital y arte objeto.
Catalina Meza Zamudio, una de las expositoras, presentó en
“Cuatro patas” una reflexión basada en ideas
de Freud. Se trata de una mesa con un collage de fotos de desnudos
mixtos que, según el creador del psicoanálisis, representa
la posición sexual; además de un portarretratos con
el rostro de una virgen. Catalina quiso crear una mujer con cuerpo
de hombre, retomando elementos como lo más puro, la virgen
desligada de cualquier concepto sexual; y lo masculino, una mesa
a manera de falo: “Creo que no hay que caer ni en el feminismo
ni en el machismo. Yo debo aceptar mi parte masculina, adentrarme
en mí misma y aceptarme”.
Iliana García Espinosa tomó referentes del futurismo
para realizar sus ejercicios. En una pintura, Iliana parte de la
máquina, que los futuristas luego de la revolución
industrial toman como emblema, y la transforma en un hombre con
sus propios estereotipos de fortaleza, dureza y frialdad: “Por
eso a veces el hombre se confunde con una máquina. Mi reflexión
me lleva a deducir que el género no tiene nada que ver con
lo biológico, es una elección”.
Nancy Machuca elaboró un par de instalaciones: una de ellas
es un tendedero con piezas de papel colgadas: un sostén,
una media, un brazo y una pierna que, a elección, “se
puede uno poner”, según el rol que desee desempeñar
en el día y que puede ir de la femme fatale a la niña
rosa. “Lo femenino es como decidir qué ropa te vas
a poner, es como un juego impuesto que puede ser intercambiable
a gusto de cada quien”.
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