Julio-Septiembre 2004, Nueva época No. 78-81 Xalapa • Veracruz • México
Publicación Trimestral


 

 Ventana Abierta

 Mar de Fondo

 Palabras y Hechos


 Tendiendo Redes

 Ser Académico

 Quemar las Naves

 Campus

 Perfiles

 Pie de tierra

 Créditos

 

 

 

UV, Pemex y Semarnat se unen
para proteger tortugas marinas
Ángeles González

Operan los campamentos de Lechuguillas en Vega de Alatorre, Santander en Alto Lucero y Boca de Lima en Tecolutla, donde estudiantes y lugareños vigilan permanentemente las playas.
La Universidad Veracruzana y Petróleos Mexicanos (Pemex) trabajan de manera coordinada con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales en la protección y conservación de las tortugas marinas en peligro de extinción. Con ese fin mantienen campamentos tortugueros en playas de municipios como Vega de Alatorre, Tecolutla y Alto Lucero, donde han logrado sumar la participación de estudiantes y colonos, informó Leonel Zavaleta Lizárraga, coordinador del proyecto por parte del Instituto de Neuroetología de la UV.

Zavaleta Lizárraga destacó la preocupación de Pemex por financiar proyectos de investigación y conservación de la biodiversidad de las regiones en las que opera la empresa: “la paraestatal está más consciente de la necesidad de invertir en proyectos que respondan a los lineamientos marcados por dependencias como la Procuraduría de Protección al Ambiente y la Semarnat”.

Biólogo por la UV y maestro en Manejo de Recursos Marinos por el Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas del Instituto Politécnico Nacional, con sede en
La Paz, Baja California Sur, Leonel Zavaleta
Leonel Zavaleta Lizárraga, coordinador del proyecto encaminado a proteger y conservar las tortugas marinas en peligro de extinción. (Foto: Luis Fernando Fernández)

explicó que este proyecto, coordinado por la Dirección de Vinculación General y la Dirección del Área de Ciencias Biológico-Agropecuarias de la UV, forma parte de un convenio general de colaboración entre la UV y Pemex. En él participan académicos de los institutos de Investigaciones Biológicas y de Neuroetología, como Jorge Morales, Enrique Portilla y Blanca Cortina, así como tesistas de la Facultad de Biología.

Petróleos Mexicanos aportó cinco millones de pesos para desarrollar cuatro programas de registro y protección de la biodiversidad en distintos municipios de la zona norte de la entidad, informó el coordinador del proyecto. Uno de ellos consiste en proteger a las tortugas marinas, reptiles que surgieron hace 200 millones de años con ocho especies, siete de las cuales llegan a las costas de México. De estas siete especies, cinco arriban a las costas de Veracruz para desovar: lora (lepidochelys kempii), blanca o verde (chelonia mydas) caguama (caretta caretta), laúd (dermochelys coriacea) y carey (eretmochelys imbricata); todas en peligro de extinción debido tanto a la captura indiscriminada, la comercialización, la mortandad incidental y el saqueo de huevos, como a la modificación y destrucción del hábitat y de playas de anidación.

Con el objetivo de asegurar la reproducción de dichas especies en la entidad, funcionan 15 campamentos tortugueros, seis en el sur manejados por voluntarios, y nueve en la zona centro-norte coordinados por instituciones gubernamentales y educativas y por asociaciones civiles. La UV, Pemex y Semarnat operan los campamentos de Lechu-guillas en Vega de Alatorre, Santander en Alto Lucero y Boca de Lima en Tecolutla, donde estudiantes y lugareños vigilan permanentemente las playas para asegurar a las tortugas visitantes en su proceso de anidación, proteger sus nidos de animales depredadores y acondicionar las cámaras de incubación.

A estas playas arriban tortugas carey, caguama y laúd, especie esta última considerada la más grande pues llega a medir dos metros de largo por dos de ancho. Cabe mencionar que una tortuga pone de 120 a 130 huevos, y de cada 100 tortugas liberadas sólo una alcanza la edad adulta; por tanto, sólo una es la que regresa a las playas a desovar. De ahí la urgencia de trabajar en su protección.

A este trabajo, comentó el biólogo, se debe sumar la labor de difusión y educación ambiental que se realiza a través de talleres para niños que concluyen con liberaciones de crías, y las investigaciones que tesistas de la Facultad de Biología llevan a cabo para determinar el sexo de las tortugas, conocer el estado de salud de las hembras anidadoras, y estimar la natalidad de las crías y la mortalidad asociada a la presencia de parásitos y bacterias en los nidos.