Julio-Septiembre 2004, Nueva época No. 79-81 Xalapa • Veracruz • México
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Realizan programa de educación
ambiental en la zona de Alvarado

Ricardo Luna

Para sensibilizar a los pescadores de la zona de Alvarado sobre la necesidad de cuidar y conservar el medio ambiente, investigadores, egresados y estudiantes de la Universidad Veracruzana llevan a cabo desde hace varios meses un programa de alfabetización con cuatro de las 19 cooperativas que existen en la zona.

Se trata de una estrategia didáctica diseñada por Claudia Ileana Negrete Guzmán, egresada de la Facultad de Biología, quien planteó la posibilidad de aumentar la sensibilidad ecológica de los
Alumnas de Biología que forman parte del equipo que impulsa la campaña universitaria de educación ambiental en Alvarado. (Foto: Luis Fernando Fernández)
 

pescadores a partir de la enseñanza de la lectura y escritura, es decir, de ofrecerles a cambio un beneficio adicional.

El plan consiste en presentarles un programa de alfabetización integrado por frases y palabras derivadas del conocimiento del entorno, del medio ambiente y de los problemas que éste enfrenta, de manera que aprendan a leer y escribir fijando en su conciencia la importancia de estos conceptos.

Este trabajo es respaldado por Enrique Portilla Ochoa, coordinador del área de Biología de la Conservación del Instituto de Investigaciones Biológicas de la UV, quien aseguró que el trabajo educativo que hoy realizan en Alvarado tiene enormes posibilidades de desarrollo. De hecho, una de las acciones que más ha permitido llevar éste y otros programas a cabo es justamente la disposición que muestran los pescadores para el aprendizaje, ya que no fue necesario imponerles el programa de alfabetización, sino que fueron ellos mismos los que se percataron de su necesidad.
Según reportes de los investigadores, el analfabetismo es un problema muy específico que tienen los pescadores de la zona, más evidente ahora que están participando en proyectos productivos que les exigen firmar acuerdos, convenios, contratos y, por lo tanto, los orillan a saber leer y escribir.

Es por ello que esta estrategia aporta beneficios en muchos sentidos, aseguró el investigador, pues ”así como a nosotros nos interesa conservar los recursos naturales y buscamos aliados para lograrlo, a ellos les interesa mejorar sus condiciones de vida y para conseguirlo un factor importantísimo es el conocimiento, ahí es donde la Universidad cumple un papel fundamental”.

Los problemas que los universitarios están tratando de solucionar se relacionan con las prácticas pesqueras que representan un peligro para el ecosistema. Entre ellas un tipo de pesca prohibido llamado “arrastre”, que consiste en utilizar una red de malla muy cerrada y jalarla por el agua entre dos lanchas para sacar todo lo que quede atrapado ahí. Esta práctica genera “una matanza impresionante”, pues no sólo captura peces en edad adulta, sino también larvas que al ser extraídas disminuyen las posibilidades de éxito en la reproducción para siguientes temporadas de pesca.

A partir del programa de alfabetización, manifestó, se puede reunir nuevos aliados para la conservación de humedales, manglares y otros ecosistemas, ya que, en la medida que adquieren conciencia ecológica, los pescadores van cambiando sus actitudes de respeto a la biodi-versidad: “Es como cuando la primera palabra que aprendes en la escuela no es guerra, sino respeto por la naturaleza. Y eso es fundamental si de verdad queremos cambiar prácticas nocivas para el ecosistema”.
Como parte de la campaña universitaria de educación ambiental que se lleva a cabo en Alvarado, este año dio inicio un proyecto enfocado a ofrecer a los niños una visión de la importancia del humedal, de los problemas que enfrentará en el futuro y de las estrategias que pueden ayudar a resolverlos.

Este trabajo es posible gracias a la creación de un club infantil en el que participan los hijos de los pescadores de cuatro cooperativas, con el respaldo de nuestra casa de estudios.

Para Enrique Portilla Ochoa, director del proyecto, el club Herederos del Humedal está permitiendo generar conciencia ecológica desde la infancia, que es la función central del proyecto, y sensibilizando a los hijos de los pescadores.

Algunas cooperativas que no estaban integradas al proyecto ya han manifestado su interés por participar, para que sus hijos acudan a los talleres y aprendan estrategias de respeto y conservación ambiental que les permitan cuidar sus recursos naturales. Ante este interés, se planea llevar los programas de educación ambiental a la población urbana de la región.

Uno de los puntos fuertes de este programa de educación ambiental son los recursos didácticos, pues han permitido no sólo un acercamiento con la comunidad, sino también empatía con sus integrantes, tanto niños como adultos. Tal ha sido su importancia, que la Secretaría de Educación y Cultura (SEC) premió el Manual Escolar de Educación Ambiental, un libro para colorear que presenta mensajes en pro de la defensa del manatí y que elaboró Blanca Elizabeth Cortina Julio, egresada de la Facultad de Biología. Además, la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), a través del Centro de Educación Ambiental y Capacitación para el Desarrollo Sustentable, otorgó al equipo universitario un financiamiento de 15 000 pesos para realizar 10 talleres de educación ambiental en escuelas primarias de Alvarado.