Julio-Septiembre 2004, Nueva época No. 78-81 Xalapa • Veracruz • México
Publicación Trimestral


 

 Ventana Abierta

 Mar de Fondo

 Palabras y Hechos


 Tendiendo Redes

 Ser Académico

 Quemar las Naves

 Campus

 Perfiles

 Pie de tierra

 Créditos

 

 

 

Rindió la UV un homenaje póstumo al escritor español Camilo José Cela
Edgar Onofre Fernández

La Universidad Veracruzana rindió el 17 de septiembre un homenaje póstumo al escritor español y Premio Nobel de Literatura Camilo José Cela, cuya prolífica obra enriqueció la lengua española, reanimó la literatura de su país y la internacional y reunió en torno suyo la atención del mundo de las letras.

En presencia de Marina Castaño viuda de Cela, presidenta de la Fundación “Camilo José Cela”, y del gobernador Miguel Alemán –miembro tanto del patronato de esta fundación como del Premio Príncipe de Asturias–, la comunidad universitaria, encabezada por

El rector Víctor A. Arredondo, el gobernador Miguel Alemán y la presidenta de la Fundación “Camilo José Cela”, Marina Castaño, durante el homenaje póstumo que la UV rindió al escritor español. (Foto: Luis Fernando Fernández)
el rector Víctor A. Arredondo, rindió homenaje post mortem al autor de las novelas La Familia de Pascual Duarte, Baraja de invenciones, Nuevas andanzas de Lazarillo de Tormes y La Colmena.

“Camilo José Cela es uno de los novelistas más importantes y consistentes de la novela española del siglo XX, un escritor que a pesar del éxito alcanzado con cada obra nunca dudó en poner en juego una nueva técnica novelística y que, como estratega de la narración y adelantado del estilo, puede figurar sin desdoro al lado de Cervantes, Quevedo, Mateo Alemán, Galdós, Valle-Inclán y Pío Baroja”, aseguró Manuel Sol Tlachi, del Instituto de Investigaciones Lingüístico-Literarias de la UV.

Según explicó Marina Castaño, Cela jugó un papel fundamental en la recuperación de la obra de los talentos exiliados luego de la Guerra Civil española, cuando escritores de la talla de Luis Cernuda, Manuel Altolaguirre, Emilio Prados, León Felipe, María Zambrano, Josep Carner y Max Aub, desde México; al igual que Rafael Alberti y Francisco Ayala, desde Argentina; o José Bergamín y Corpus Bargas, desde Francia, tuvieron en la afamada revista Papeles de Son Armadans un reencuentro con la patria.

A través de autores como éstos, Camilo José Cela pudo entrar en contacto con escritores mexicanos que empezaron a publicar en España; fue así como Octavio Paz y María Zambrano iniciaron una estrecha colaboración con el escritor español, quien durante un viaje a México, en 1974, aprovechó la oportunidad para pregonar lo que él ya sabía desde muchos años atrás: “Sólo quiero que sepáis que México, este oasis de paz en un mundo de estúpida violencia, también está en la casa de nuestros corazones”.

Cela regresaría a México en 1980 para participar en distintos coloquios al lado de quien Castaño llamó “su vecino de Nobel”, Octavio Paz, dado que el escritor español recibió la más alta distinción de las letras mundiales en 1989 y el mexicano en 1990. Durante su última visita a nuestro país, en 1997, explicó, Cela convocó a la defensa de nuestra lengua común, pues consideraba que “es una herramienta primordial, insustituible por ninguna otra y necesaria para darnos sentido y presencia y abrir las más amplias perspectivas a nuestros anhelos“.

Tanto Castaño como Sol Tlachi coincidieron en destacar las palabras que el Nobel pronunció el día en que inauguró la fundación que lleva su nombre: “Considero mi deber la devolución a mi país de todo lo mucho que me dio. Entiendo la función social de la propiedad y creo en las bibliotecas, en las aulas y en la cultura, ese motor de los pueblos que separa la prosperidad de la miseria”.