Julio-Septiembre 2004, Nueva época No. 78-81 Xalapa • Veracruz • México
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Después de 15 años de trabajo conjunto con la UNAM
Consolida la UV grupo de investigación enfocado al estudio de trastornos afectivos

Edith Escalón

Teige P. Sheehan, reputada investigadora norteamericana,
concedió el carácter de ‘pensamiento clásico’ a 12 de los más
de 50 artículos publicados por este equipo de investigación
Después de 15 años de esfuerzo, la Universidad Veracruzana ha logrado consolidar un grupo académico enfocado al estudio de la biología de la depresión, cuya producción científica ha sido considerada como pensamiento clásico y citada por destacados investigadores en revistas arbitradas de prestigio internacional.

Se trata del equipo de Neurofarmacología de los trastornos afectivos, una línea de investigación que llegó a la Universidad Veracruzana en 1989, como parte del proceso de descentralización de la unam que motivó a muchos de sus científicos a emprender proyectos de investigación en otras instituciones del país.

Es el caso del doctor Carlos M. Contreras, quien fue asignado por la UNAM para liderar este grupo y crear en la UV un laboratorio que sirviera de apoyo a la consolidación la línea de investigación, que fue reforzándose año tras año gracias a la participación de nuevos talentos científicos extraídos de las filas de la UV.


Hoy, la conjunción de esfuerzos y la red que
Carlos M. Contreras fue asignado por la unam para liderar el grupo académico enfocado al estudio de la biología de la depresión. (Foto: Luis Fernando Fernández)
 

han creado la UV y la UNAM han dado frutos: el laboratorio de Neurofarmacología es una realidad. Está ubicado en el Instituto de Neuroetología de la UV, uno de los centros de investigación más prolíficos del país que promueve de manera incesante la formación de especialistas de alto nivel en el área de las neurociencias e investigación clínica, tanto en su programa de maestría como en su doctorado. Además, con esta línea de investigación, en la UV se han titulado cerca de 25 licenciados y se han graduado 20 maestros en Ciencias y seis doctores.

Específicamente, en la investigación de trastornos afectivos destaca la participación de cuatro científicos que conforman un cuerpo académico extraoficial (su integración formal a la plantilla de investigadores de la UV está en proceso): Ana Gloria Gutiérrez García (Psicología-UNAM), Margarita Saavedra Vélez (QFB-UV), Blandina Bernal Morales (
QFB-UV) y Juan Francisco Rodríguez Landa (Biología-UV), todos ellos egresados de la maestría en Neuroetología de la UV y doctorados en Psicología por la UNAM.

Su trabajo, aunado al apoyo de un equipo de tesistas de maestría y doctorado y estudiantes en servicio social, ha resultado fundamental para consolidar el grupo de investigación. Prueba de ello son los más de 65 artículos que han publicado en revistas indexadas, entre las que destacan Physiology and Behavior, Neuro-psychobiology, Progress in Neuro-psyhcopharmacology and Biological Psychiatry, Behavioral Brain Research, Psychoneuroendocrinology y Psycho-pharmacology; 18 capítulos de libros y 36 artículos de divulgación y docencia.

Pensamiento clásico
En 2004, el equipo de investigación recibió un reconocimiento a su labor: 12 de los más de 50 artículos científicos que han publicado desde 1993 fueron citados por Teige Sheehan, prestigiada investigadora norteamericana, en un artículo que fue aceptado para su publicación en la revista Brain Research Reviews, una de las más importantes en el área de las neurociencias.

El trabajo de la doctora Sheehan en el campo de la psicología ha sido reconocido mundialmente; de ahí el valor que le confiere al trabajo universitario no sólo servir de base para estudios científicos en el extranjero, sino además ser considerado como “pensamiento clásico” por una reputada investigadora.
Además, ser citado es un parámetro que ubica a la investigación en otro nivel, como explica Carlos M. Contreras: “Incluso alguien puede citarte para decir que estás equivocado, pero eso también es bueno, porque significa que tu investigación está teniendo cierto impacto en el conocimiento mundial”.

El que estos artículos hayan sido citados por el departamento de Psicología de la Universidad de Brown, en Estados Unidos, como lo reconoce la doctora Sheehan, denota que el trabajo del equipo universitario veracruzano constituyó uno de los fundamentos para su investigación y texto que pronto será publicado.

Biología de la depresión
Hasta hace 50 años se consideraba que la gente que se deprimía era cobarde, débil, pusilánime o simplemente no tenía agallas. De hace cinco décadas a la fecha, las enfermedades psiquiátricas han sido consideradas como alteraciones biológicas, alteraciones en la función del cerebro.

El tema que trabajan en el equipo de investigación de Neurofarmacología de los trastornos afectivos es justamente ése, pues analizan cuáles son las partes del cerebro que se afectan en alguien que está deprimido y de qué manera los tratamientos farmacológicos revierten el esquema clínico y la gente recupera las ganas de vivir.

Carlos M. Contreras (ccontreras@uv.mx)