Enero-Marzo 2004, Nueva época No. 73-75 Xalapa • Veracruz • México
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Conacyt y Conafor apoyan el proyecto
Busca el IGF asegurar el éxito
en la reforestación de bosques

Edith Escalón

Para realizar investigación científica que permita asegurar el éxito en la reforestación de bosques veracruzanos, la Universidad Veracruzana recibirá más de 153 000 pesos provenientes del fondo sectorial del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y la Comisión Nacional Forestal (Conafor). El proyecto consiste en recolectar semilla de pinos (especie patula) de todas las regiones del estado para analizar, a partir de ensayos en vivero, la variación genética de la especie, con lo que será posible seleccionar la mejor semilla para producir plantas para reforestación.

Lilia Mendizábal, investigadora del Instituto de Genética Forestal (IGF) de la UV y directora del proyecto, aseguró que esta selección garantizará que aquellos arbolitos que se planten en los bosques tengan genéticamente más posibilidades de sobrevivir y desarrollarse. Es común que se realicen proyectos de reforestación mediante la siembra de pinos u otras especies forestales “sin conocer científicamente sus probabilidades de éxito”, lo que resulta sumamente negativo, pues hay algunas variedades que no sobreviven en ciertas condiciones de altitud o humedad. Esto convierte proyectos ambiciosos en grandes pérdidas de tiempo y de recursos.

“Lo que nosotros haremos después de recopilar diferentes conos es sembrar las semillas en vivero con idénticas condiciones de humedad y sustrato, hacer un seguimiento de su desarrollo, llevar un control de quiénes son los hijos de cada árbol y registrar paso a paso su crecimiento. Así, cuando se empieza a notar el desarrollo de las coníferas, podremos saber cuáles semillas producen las mejores plantas, las más grandes y frondosas, y realizaremos el trasplante a otros envases para su posterior plantación directamente en el bosque”.

Para este proyecto eligieron la especie patula porque crece relativamente más rápido que otras coníferas. “Desde los ocho años ya son árboles de 10 metros y pueden ser aprovechados con fines maderables”. El seguimiento del proyecto no concluye en la fase de vivero, pues en este centro de investigación han realizado, tradicionalmente, seguimientos anuales aun cuando los pinos ya fueron trasplantados en el bosque: “De hecho, ya tenemos ocho plantaciones de pinos distribuidas en el estado, principalmente en Los Tuxtlas, Cofre de Perote y Pico de Orizaba”.

El equipo de investigación está conformado por Juan Alva Landa, director del igf, y el investigador Armando Aparicio Rentería, técnicos académicos y cuatro estudiantes de las licenciaturas en Biología y Agronomía.
El igf tiene una enorme experiencia en estudios de variación genética; inclusive han trabajado hasta la cuarta generación de selección con semilla mejorada proveniente de Sudáfrica, y gracias a la relación que guardan con la Central America and Mexico Coniferous Resources Cooperative, asociación dedicada a la colecta de semillas en México y Centroamérica, han podido realizar ensayos con variedades de otras regiones. .