Enero-Marzo 2004, Nueva época No. 73-75 Xalapa • Veracruz • México
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Durante el primer trimestre de 2004
Triunfan alumnos de Música
de la UV en concursos nacionales
e internacionales

Gina Sotelo

La Facultad de Música de la Universidad Veracruzana tuvo un éxito rotundo a inicios de 2004, gracias a los destacados lugares que sus alumnos obtuvieron en diferentes encuentros nacionales.

Uno de ellos fue el concurso de violín “Hermilo Novelo”, cuya séptima edición fue realizada en la Escuela Nacional de Música de la Universidad Nacional Autónoma de México.

El concurso, realizado en honor del destacado violinista mexicano, tuvo como objeto apoyar el desarrollo artístico musical y reunir a estudiantes de violín, quienes –distribuidos por edad en cinco categorías– presentaron un repertorio musical con alto grado de dificultad, lo cual muestra que el nivel y la madurez de los estudiantes mexicanos han progresado sensiblemente.

El ganador más pequeño de la UV fue Zahil Guevara Díaz, quien obtuvo el segundo lugar en la categoría “B”. Él tiene 12 años y
Zahil Guevara Díaz, violinista. (Foto: César Pisil)
 

estudia el primer año de secundaria y el tercer semestre de la carrera de Música. Egresado del Centro de Iniciación Musical Infantil (CIMI), Zahil descubrió su pasión por el violín: “desde que era muy chiquito me gustaba el violín de cualquier tipo, fuera clásico o huasteco”.

Fanático de Vivaldi, Paganini, Mozart, Bach y Brahms, Zahil estudia tanto como su tiempo se lo permite, especialmente los fines de semana, cuando más oportunidad tiene. Con rasgos aún muy infantiles, pero una madurez mental poco usual, el gran violinista pretende terminar su carrera en música y a la vez cursar la preparatoria: “además de una maestría en Música quiero estudiar Paleontología”. Alumno del maestro Ernesto Tarragó, éste es su primer concurso y en él tuvo la oportunidad de conocer a otros niños que han cambiado los juegos por el violín.

También discípulo del maestro Tarragó, Aleksander Antoni Dechnik ganó el tercer lugar en la categoría “E”. Estudia el décimo séptimo semestre en la Facultad de Música y está a punto de concluir la preparatoria. El adolescente se siente honrado de tener compañeros que, a su corta edad, tienen más de ocho o nueve años de estudiar el instrumento: “me gusta ver el progreso que tenemos juntos. Siento que hay muy buenos elementos, incluso me considero uno de los estudiantes mejor preparados de la facultad, pero hay quienes me superan y eso es muy bueno, la buena competencia es muy estimulante”.

Con el mismo tutor, Eduardo Carlos Juárez López recibió el primer lugar en la categoría “D”. Actualmente cursa el décimo tercer semestre, y es la primera vez que participa en un concurso nacional de violín: “este logro sólo es fruto de un estudio arduo. Estoy en la Orquesta Sinfónica Juvenil y, además de ensayar en ella, practico en clases; aproximadamente son siete horas de trabajo al día”.
Aleksander A. Dechnik, violinista. (Foto: César Pisil)

Eduardo, quien estuvo acompañado por la pianista Eleonora Barrales, al igual que todos los participantes, afirmó que haber obtenido el primer lugar es una forma de agradecer a todos los que lo han apoyado, sobre todo a sus padres pues lo han apoyado incondicionalmente.

En la categoría “E” destacó Lázaro Jasha González Muñoz, quien obtuvo el primer lugar. Cuenta con 24 años de edad y el premio le significa más confianza en sí mismo: “estaba muy temeroso, pero es una muestra de que sí se pueden hacer las cosas. La verdad es que no me esperaba este primer lugar, yo fui con la idea de participar por la experiencia misma, mas no pensé en ganar, pero mi maestro confió en mí”.

A Jasha, fanático de los grupos pequeños, como los de música de cámara, no le gusta competir, pero se arriesgó, y más que el premio le gustó mucho haber aprendido tanto, por lo que ahora valora el recuerdo que esta experiencia le dejará. A raíz de este premio hace una reflexión en su vida de estudiante y músico: “me di cuenta de que puedo hacer mucho más, que puedo desarrollarme incluso como persona y concertista a la vez. Quiero conocer la música, entenderla y ejecutar el repertorio que existe, el cual es enorme, aunque el verdadero premio es la aceptación del público”.

Jasha es alumno del maestro Manuel Lozano, con quien empezó a trabajar desde enero del año pasado, cuando éste descubrió que el joven tenía enorme potencial. “Trato –dijo Lozano– de escoger con bastante cuidado a mis alumnos, y para poder obtener buenos resultados tiene que haber potencial pero también dedicación y disciplina. Jasha cumple con estos requisitos”.

Para el maestro Ernesto Tarragó, todos los concursos de música tienen el propósito de hacer que los estudiantes compitan entre ellos para mejorar su calidad. Al igual que en las competencias deportivas, las cualidades que se analizan son muchas: “en este caso, las cualidades artísticas, los aspectos técnicos, el dominio del instrumento, los estilos musicales, así como el repertorio para evaluar el conocimiento y el desempeño de cada uno de ellos”.

También reconoció que Xalapa, luego de la reestructuración de la Facultad de Música de la UV, tradicionalmente ha sido semillero de grandes músicos, gracias a la infraestructura y la plantilla de maestros. “Da gusto saber que estamos bien encaminados. Fui al concurso sin ninguna ambición, salvo la de verlos actuar bien, pero es muy gratificante saber que se reconoce su talento”.

Reconocimiento mundial para un joven guitarrista
Por otra parte, en el Concurso Internacional de Guitarra realizada en Mérida, Yucatán, Cecilio Perera Villa-nueva, estudiante del séptimo semestre de la Facultad de Música, obtuvo el segundo lugar a finales de 2003. Sobre esta experiencia en su ciudad natal, Cecilio afirmó que fue algo muy importante en su carrera, pues aunque ya antes había participado en concursos nacionales, este certamen es uno de los más prestigiados en el mundo.

Luego de este éxito, Cecilio hace nuevos planes: quiere estudiar, viajar al extranjero, dar conciertos y foguearse. Considera como única la experiencia de tocar ante un público motivador: “en el escenario trato de concentrarme al máximo, de hacer música. Estar allí es mágico y especial, se goza. Es una unión de alegría, adrenalina y sentimiento que sale a través de la guitarra”.

Según su maestro, Alfredo Sánchez Oviedo, este concurso tiene ya una trayectoria, pues es el más importante de Estados Unidos (por primera ocasión se celebra fuera de ese país) y en esta ocasión participaron más de 80 concursantes de países como Bélgica, Oceanía, Japón, China, Yugoslavia, Francia, Argentina, Brasil, los Estados Unidos y México, entre otros, y en él resalta el grado de competitividad y el alto nivel de sus concursantes, ya que sólo se presentan quienes tienen capacidades comprobadas: “hay músicos excepcionalmente buenos y entre ellos Cecilio. Cuando toca hay mucha emoción, lo digo no por ser su maestro sino por oír a un guitarrista que tiene este nivel artístico y que es joven.
Cecilio sacó algo en el escenario que no habíamos visto en Xalapa y que tal vez no sabía que tenía, la competitividad sana te hace crecer. Había magia y emoción en el escenario”.

Acerca del nivel de los guitarristas con los que Cecilio compitió, Sánchez Oviedo mencionó que ya hay una homologación mundial, pues al ser México un país insertado totalmente en la globalización, el ámbito artístico no se puede sustraer de este fenómeno; en ese sentido. También han desaparecido las fronteras.
Logros como éste ratifican que la Facultad de Música de la UV vive un momento importante que ninguna otra institución en el país comparte; prueba de ello son los resultados que arroja la formación desde el nivel inicial hasta el posgrado, con programas completamente integrales. El resultado es que tanto alumnos como egresados tienen premios y reconocimientos nacionales e internacionales.