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Nuestro
artista invitado
Pepe Maya: celebración
y canto al eterno femenino
Dionisio
Morales
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Pepe
Maya ha participado en más de 100 exposiciones colectivas y
30 individuales, y ha realizado casi una decena de murales y un centenar
de diseños, ilustraciones y artículos que han aparecido
en varias publicaciones. (Foto: Fernanda Saldaña) |
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Para algunos pintores el dibujo representa no sólo el fondo
básico para la concepción y ejecución de una
obra, sino que la amalgama, además, en un lienzo la sabia y
sumisa condición de los colores do-meñados por la fiebre
y el rastreo de la mano que esconde en su sangre la imagen y el estallido,
el cuerpo y la luz de una idea o de un ideal visto o apenas entrevisto;
para otros el dibujo es el logro mayor aprehendido en cada uno de
los trazos iniciales, arriesgados, indagadores, que conforme el ojo
los in-venta y el pulso los delinea, adquieren energía, vigor
y forma (s) cuando la otra luz negra viola la luz original
y se en-tinta, se mancha, se oscurece de vida.
Pepe Maya no rechaza ninguno de estos medios y ejerce su vocación
con una liviana libertad que le permite abarcar, de acuerdo con sus
necesidades expresivas, uno y otro camino en los que, indistintamente,
perpetra con placidez y regocijo contagiosos despar-pajado y a veces
desfachatado, pero también con soltura, con ingenuidad aparente
y cierta erótica malignidad, las figuras, los conjuntos, las
situaciones captadas en los cuadros o en los dibujos, reflejo directo
de sus inquietudes amatorias y pasionales, y de sus sueños
contados en voz alta.
Los dibujos de Pepe Maya pueden ser vistos como el esqueleto de una
obra realizada con otra magnitud no de mayor magnitud
ya que un trabajo dibujístico no tiene por qué desmerecer
ante nuestros ojos, pero también atisbamos de inmediato
su autonomía, el desprendimiento sigiloso de una posible concepción
otra porque la ausencia de color es sustituida por la dificultad
que arrastra la precisión del trazo primero y último,
y por el movimiento secreto que de tan silencioso se hace visible
en la conformación de esta obra, canto al eterno femenino.
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