Julio-Septiembre 2003, Nueva época No. 67-69 Xalapa • Veracruz • México
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Con la creación de la Casa de la Universidad
Se proyecta crear la sexta Casa
de la Universidad en el norte del estado
Ángeles González

El interés mostrado por autoridades municipales y comunitarias habla del valor que confieren al trabajo desarrollado por los brigadistas universitarios desde 1993, en el municipio Benito Juárez.

La dirección de Vinculación General proyecta lo que será la sexta Casa de la Universidad, ahora en el municipio Benito Juárez, donde desde hace 10 años brigadis-tas de nuestra institución brindan servicios de salud y educación, al tiempo que promueven el desarrollo social de la población indígena, informó José Manuel Hernández Alonso, jefe del departamento de Vinculación Social.
El alcalde Francisco de la Cruz Hernández y el Comité Comunitario –encabezado por Blanca Luisa Torres y la presidenta del Comité de Salud, Guadalupe Martínez Her-nández– están buscando el financia-miento necesario para construir la Casa de la Universidad. Este interés mostrado por las autoridades municipales y comunitarias –señaló Her-nández Alonso– habla del valor que confieren al trabajo desarrollado por los brigadistas que prestan su servicio social desde 1993.
El municipio de Benito Juárez tiene 16 237 habitantes en 40 localidades, cinco de las cuales constituyen el radio de acción de los brigadistas universitarios: El Paraje, Hueicotitla, Palma Real, Terrero y la cabecera municipal, donde un odontólogo, una trabajadora social y una enfermera atienden diariamente hasta 300 pacientes.
La coordinación técnica de esta brigada está a cargo de la enfermera Dolores Carranza González, quien además coordina la de Chinampa de Gorostiza y la de Chalma. En esta región, las brigadas están presentes también en los municipios de Zonteco-matlán, Zacualpan, Tlachichilco, Ixhuatlán de Madero, Coahuitlán, Chumatlán, Filomeno Mata, Mecatlán y Zozocolco.
El proyecto de la casa, que ya es nombrada por los jóvenes arquitectos como Chankotsih, que en náhuatl significa “mi reverenciable hogar” ya que los indígenas de la Huasteca asumen al hogar como una extensión del ser, fue planeado considerando la necesidad de edificar un centro comunitario en una zona que padece alta marginación. Por ejemplo, 32 por ciento de los habitantes de Benito Juárez es analfabeta, 27 por ciento sólo habla su lengua materna, casi la totalidad no es derechohabiente a los servicios de salud; 74 por ciento de la población ocupada se dedica al sector primario y 47.7 no recibe ingreso por su trabajo. Además, 71 por ciento de sus viviendas tiene piso de tierra, más de la mitad carece del servicio de agua entubada, la mayoría no cuenta con drenaje y 17 por ciento de las casas no tiene energía eléctrica.
El proyecto –en el que participan tesistas de la Facultad de Arquitectura-Xalapa– fue elaborado con base en las características que presentan las viviendas indígenas, como techos de dos y cuatro aguas, paredes de vara y otate con aplicaciones de barro de traspatio (bajareque) y piedra del lugar, ventanas pequeñas y puertas de madera; otras, con tapanco de tabla u otate y rodeadas de una cerca de tiras de otate recubiertas de bajareque.