Julio-Septiembre 2003, Nueva época No. 67-69 Xalapa • Veracruz • México
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Afirmó Esther Hernández Palacios
En la obra de Dolores Castro existe
la seguridad ética de un escritor clásico

Gina Sotelo

¿Por qué rendirle un homenaje a Dolores Castro? Por su fructífero trabajo como poeta, novelista, cuentista y crítica literaria; porque ha legado a la literatura mexicana obras de indiscutible calidad artística; porque ha formado a varias generaciones de literatos y periodistas; porque además es mujer de una sola pieza.
A lo homenajes realizados en las ciudades de México, Oaxaca y Aguascalientes, durante este año, Xalapa sumó uno más, el que organizó la Dirección General de la Editorial de la uv y en el que participaron Ramón Rodríguez, Esther Hernández Palacios y Francis Mestrie.
Rodríguez rememoró la etapa de formación de la escritora y su cercanía con Rosario Castellanos: “hay escritores que desde el principio de su carrera abordan los géneros literarios destacando en ellos una gran avidez expresiva. Con cuidadosa y responsable actitud, la obra narrativa de Lolita la convirtió en una asentada poeta”. El escritor cordobés leyó algunos pasajes de la novela La ciudad y el viento, y exaltó sus virtudes, especialmente
Dolores Castro recibió en Xalapa un homenaje organizado por la Editorial de la UV.
 

por tratarse de un texto impecable, sin villanos ni héroes, sino con seres humanos.
Esther Hernández Palacios señaló que en la obra de Dolores Castro existe la seguridad ética de un escritor clásico; es una autora capaz de escribir poesía de pocas palabras, muy simples y selectas, que evocan una inteligencia sensible que nace del corazón de una mujer que reconoce la existencia del dolor, la conciencia de un destino.
Castro nació en Aguascalientes el 12 de abril de 1923. Estudió la licenciatura en Derecho y la maestría en Letras en la Universidad Nacional Autónoma de México. Además, realizó estudios de estilística e historia del arte en la Universidad de Madrid, de lingüística y literatura en la anuies, y de radio en el Instituto Latinoamericano de Comunicación Educativa.
Su labor en la difusión cultural es extensa. Ha sido correctora de estilo, escritora y productora de programas de radio, conferencista y colaboradora en revistas como América, Fuen-santa, La Palabra y el Hombre, Poesía de América y Nivel. También fue miembro del consejo de redacción de Suma Bibliográfica y jefa de redacción de las revistas Barcos de Papel y Poesía de América. Como docente, ha impartido numerosos cursos en preparatorias y en las escuelas de Bellas Artes de Veracruz, Cuernavaca y el Estado de México, así como en la Universidad Iberoamericana y en la Escuela de Periodismo “Carlos Septién García”.
Su primera incursión en la literatura fue en el terreno de la poesía con El corazón transfigurado (1949) al que siguieron Dos nocturnos (1952), La tierra está sonando (1959), Cantares de vela (1960) y Soles (1977). En 1951, junto con Rosario Castellanos, Efrén Hernández y Marco Antonio Millán, participó en la realización de la obra de teatro Dichas y desdichas de Nicolás Méndez.
Castro también ha participado en los medios de comunicación. En la década de los sesenta, colaboró en Radio Femenina bajo la dirección de Margarita Michelena y condujo un programa de poesía en Canal 11, y colaboró en El Televidente, de Canal 13.