Julio-Septiembre 2003, Nueva época No. 67-69 Xalapa • Veracruz • México
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Rinde la UV homenaje póstumo
al maestro José Luis Melgarejo
Edgar Onofre Fernández y Ricardo Luna

Durante el homenaje póstumo rendido por la uv y su Junta de Gobierno al antropólogo José Luis Melgarejo Vivanco, en el Museo de Antropología de Xalapa (MAX), el rector Víctor A. Arredondo reconoció que la UV“se ha consolidado a lo largo de generaciones con el aporte de una comunidad fuerte y con la herencia de universitarios ilustres como el profesor Melgarejo, bases que sirven para actuar con certidumbre no sólo en defensa del patrimonio y la integridad moral de la Universidad sino, sobre todo, para cimentar sus perspectivas de futuro”.
En presencia de la viuda del investigador, Guadalupe Cruz, y de su hija Luisa

Acompañada por Estrella X. Dorantes, Víctor A. Arredondo y Luisa Melgarejo, la señora Guadalupe Cruz viuda de Melgarejo corta el listón inaugural de la exposición Vida y obra del profesor José Luis Melgarejo Vivanco, en el homenaje póstumo rendido al desaparecido investigador universitario. (Foto: Luis Fernando Fernández)

Melgarejo, el rector destacó la forma en que José Luis Melgarejo colaboró para establecer y consolidar el Instituto, el Museo y la Facultad de Antropología de la uv, “que orgullosa-mente ofrecen docencia e investigación y difunden la cultura antropoló-gica y la historia del estado”.
Asimismo, elogió la vocación multi-disciplinaria de Melgarejo Vivanco, quien, entre la poesía, la geografía, la historia y la literatura, “buscó entender el comportamiento social y ampliar su comprensión del entorno, a partir de los comportamientos colectivos e individuales, tanto desde la perspectiva del presente como basado en las raíces del pasado”.
El homenajeado, expresó Arre-dondo, participó en la reconstrucción revolucionaria en aquellos tiempos en que la sociedad y el Estado ingresaban a un gran proceso de transformación que obligaba a dar cauce a las demandas sociales. En esos años había que dedicarle mucho empeño a la formación de los jóvenes que debían atender los viejos problemas y los nuevos retos que se vivían en el campo y en las ciudades.
En nombre de la Junta de Gobierno, Carlos Pallán Figueroa rememoró los años que compartió con Melgarejo Vivanco en ese órgano colegiado, de 1997 a 2002, al tiempo que lo definió como un “hombre con virtudes antiguas y de ideales nuevos” y como un místico del deber, convencido del silencioso trabajo perseverante. De hecho, uno de los legados de quien también dirigió el max tiene que ver con su férrea responsabilidad: “pareció pedirle permiso a la muerte para terminar con su mandato al frente de la Junta de Gobierno de la uv. Melgarejo consideraba el trabajo de la Junta como una gran causa, por lo que podemos tomarlo como un ejemplo para la misma Junta y para todos los universitarios”.
Luego del homenaje póstumo –al que asistieron Nicodemus Santos, en representación de Juan Maldonado Pereda, secretario de Educación y Cultura; Alicia González Cerecedo, subsecretaria de Desarrollo Político de Gobierno del Estado, y Raúl Arias, secretario Académico de la uv, entre otros– la señora Guadalupe Cruz, junto con el rector, inauguró la exposición Vida y obra del profesor José Luis Melgarejo Vivanco, la cual estuvo integrada por fotografías que él tomó durante sus frecuentes visitas a zonas arqueológicas, muchas de ellas sin explorar, y por artículos personales que usaba para realizar su trabajo de campo.
Asimismo, se organizaron mesas redondas en las que maestros universitarios, normalistas y colegas del profesor Melgarejo hablaron acerca del trabajo y la obra del homenajeado, al tiempo que compartieron sus experiencias vividas durante varios años al lado no tan sólo del intelectual, sino también del hombre.
En esta serie de actividades se destacó, en todo momento, la agudeza intelectual y personalidad del profesor, a quien reconocieron como una persona incansable, multidimensio-nal, trascendente y adelantada a sus tiempos, porque aparte de impartir cátedra en varias instituciones, hizo investigaciones en varios sitios arqueológicos, lo que le permitió publicar más de 40 libros sobre dichas zonas, entre ellos: Totonacapan: historia antigua de Veracruz, Las ruinas del cerebro y Música sideral.