Enero-Marzo 2007, Nueva época Núm.101
Xalapa • Veracruz • México
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Apuntes para un diagnóstico de la situación actual
Vinculación entre investigación y posgrado, presente en la política y la gestión institucionales


Porfirio Carrillo Castilla 1

Investigación. El Programa de Trabajo 2005-2009 de la Universidad Veracruzana (UV) nos señala la necesidad de trabajar para lograr la vinculación entre la investigación y los programas educativos de licenciatura y posgrado. El marco de esta vinculación, constituido como el eje rector del programa referido, debe construirse atendiendo tanto a las llamadas vocaciones regionales de desarrollo social, económico y cultural que caracterizan a cada campus universitario, como a los procesos de departamentalización, a la transparencia en la gestión y el uso de los recursos, y a la impostergable demanda de desarrollo sustentable, en todos los niveles de la organización universitaria.

Como podemos ver, la reorganización de la Universidad es un conjunto de acciones que deben articularse en todos los niveles, en la estructura, en la gestión, en la legislación, en la misma operación de la Universidad. Asimismo, es imperativo que sean los diferentes campus de la institución y sus comunidades de académicos y directivos los que construyan su destino educativo en la investigación-posgrado con calidad y pertinencia social.

Dado que es imposible describir en estas líneas todos los indicadores de esas dos grandes áreas de la Universidad, la investigación y el posgrado, sólo presentaremos algunos datos que pueden constituirse como elementos clave para construir un sistema universitario de investigación-posgrado fuertemente ligado a la licenciatura, que sea la base para la construcción de nuestra propia identidad departamental en los distintos campus de la UV.

La investigación en la Universidad se desarrolla básicamente en los institutos, pero poco a poco esta labor se está realizando también en las facultades.
(Foto: Luis F. Fernández)
Sin duda, uno de los factores más importantes para el óptimo desarrollo de la vinculación entre docencia e investigación es la revisión del tipo de nombramientos y la definición de los mismos que tenemos los académicos de la Universidad. Este rasgo, compartido históricamente con muchas instituciones de educación superior (IES) del país y del mundo, define separadamente la actividad de docencia y la de investigación, diferencia que se acentúa con el hecho de que las dependencias de docencia (las facultades o escuelas) están apartadas funcional y estructuralmente de las de investigación (los institutos o centros).

Hay que reconocer que hasta hoy Xalapa ha concentrado la mayor parte de la investigación, pues tiene a 17 de las 21 dependencias que realizan, como su actividad principal, este quehacer, ya sea en el área científica, social o de las humanidades. Por lo anterior, no es extraño que las mejores competencias en esta disciplina se concentren en esta región, donde se encuentra el mayor número de investigadores de la UV que pertenecen al Sistema Nacional de Investigadores (SIN) y de profesores con perfil Promep (Programa de Mejoramiento del Profesorado).

La investigación en la UV se desarrolla básicamente en los institutos. En ellos, hasta antes de la llegada del concepto de Cuerpo Académico, se reconocían diversas estructuras sociales, informales o formales, dentro de los cuales los investigadores y técnicos académicos se agrupaban (y aún se agrupan) para realizar las actividades de investigación: laboratorios, grupos, academias, áreas, programas, líneas y proyectos de investigación, entre otros. Estos grupos o unidades básicas de operación de la investigación se formaron de acuerdo a condiciones de desarrollo histórico y a decisiones personales, más que por procesos de crecimiento de áreas de investigación o de estrategias institucionales encaminadas al desarrollo de áreas prioritarias o emergentes.

Debido a la disposición federal del trabajo colectivo de docencia-investigación, esto es, el conjunto de políticas asociadas a los cuerpos académicos (CA) y al Promep, la UV empezó la reorganización social de la investigación utilizando el esquema de los cuerpos académicos. Hasta la fecha, la Universidad tiene aproximadamente 200 cuerpos académicos, de los cuales sólo dos están consolidados y 23 en consolidación. Esto demuestra que nuestras agrupaciones sociales en el marco de la investigación y la docencia necesitan ser más efectivas, y para ello se requiere de una gestión universitaria de largo plazo y de apoyos y esquemas adecuados.

En el seno de nuestra institución, también se trabaja para que los académicos que tienen nombramiento de investigador impartan clases en las licenciaturas (son los investigadores quienes mantienen una presencia significativa en el posgrado) y para que los académicos con nombramiento de profesores registren una línea de investigación en la Dirección General de Investigaciones (DGI).

Sobre los apoyos para la investigación hay que decir que éstos siguen siendo escasos; principalmente, provienen de los recursos ordinarios que cada una de las dependencias de investigación ejerce. Sólo, recientemente, la administración central, a través de la DGI, ha destinado montos importantes para que los académicos de la UV compitan por recursos para proyectos de investigación.
Cabe mencionar también que la gestión central del área de investigaciones se desarrolla bajo la opinión del Colegio de Profesores, una figura colegiada importante que deberá apuntalarse en la normatividad universitaria.

Posgrado
De los datos más relevantes en el posgrado tenemos que en nuestra Universidad hay autorizados 81 programas, de los cuales operaron 68 en el semestre agosto-febrero de 2007. De éstos hay 17 catalogados como programas de investigación (dedicados a la generación del conocimiento) y 51 son posgrados profesionalizantes (en donde el énfasis está en consolidar o enseñar nuevas competencias profesionales asociadas a un campo profesional determinado o a una disciplina de conocimiento). La convocatoria publicada por la UV para el periodo 2007-2009 (con 53 programas) nos indica que 13 programas de investigación se ofertan en Xalapa y dos, en Veracruz. En el caso de los posgrados profesionalizantes, nuestra oferta por regiones es: 22 en Xalapa, ocho en Veracruz, dos en Córdoba y cinco en Poza Rica.

Otros datos importantes son los relacionados con los posgrados en vía de acreditación por el Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), nicho de oportunidad que hay que atender con mayor esmero, dado que de 19 programas en vía de acreditación, en 2007 sólo seis que mantuvieron la calidad necesaria se ubicaron en el PNP (de estos seis, sólo uno se ubica fuera de Xalapa: la maestría en Medicina Forense, que ofrece el Instituto de Medicina Forense, campus Veracruz). Hay que agregar, además, que el último trabajo académico y de gestión de las distintas áreas académicas de nuestra casa de estudios permitió la creación de 14 nuevos programas que hoy aparecen en la convocatoria 2007.

Otro aspecto que hay que atender es el del autofinanciamiento de los posgrados, pues aunque los pagos realizados por los estudiantes sirven para la operación de estos programas (de hecho, en muchos casos ésta es la única fuente de ingreso), un porcentaje elevado de estos recursos se ocupa para el pago de los profesores y del personal de apoyo académico-administrativo, de tal modo que es difícil invertir en infraestructura para investigación y destinar recursos para becas o estancias para maestros o estudiantes. El carácter autofinanciable del posgrado en nuestra universidad es, pues, insostenible bajo el esquema brevemente descrito. Se necesita diseñar esquemas institucionales que permitan el reconocimiento de la diversificación de carga, el incremento en la inversión de infraestructura para investigación, el aumento de apoyos para estancias académicas, entre otros requerimientos. Sólo los programas inscritos en el Padrón Nacional de Posgrados pueden becar a los estudiantes que cumplen con los requisitos que exige el Conacyt.

Respecto a la gestión académica, es importante señalar que el Reglamento de Posgrado de esta casa de estudios califica al Comité Académico y al Colegio de Profesores como instancias donde se debe analizar, dar seguimiento y evaluar el trabajo de los posgrados, así como dar seguimiento puntual y efectivo a las trayectorias académicas de los estudiantes. No obstante, los análisis realizados en la Dirección General de Posgrado (DGP) nos indican que estos órganos colegiados son escasamente utilizados por las comunidades académicas. Por ello, es necesario sumar a las tareas pendientes la de proporcionar al Comité y al Colegio las facilidades y la fuerza normativa para que cumplan con las funciones descritas
Finalmente, sobre la gestión del posgrado en su conjunto es importante puntualizar que la DGP tiene asociada a su estructura el Consejo Consultivo de Posgrado –formado por un conjunto de distinguidos académicos–, que ha servido para la toma de decisiones sobre el desarrollo del posgrado en la UV. Reconocemos que este cuerpo colegiado deberá consolidarse como el órgano que tome decisiones, más que recomendaciones, que sean la base para el desarrollo de programas de posgrado de calidad en la UV.


Dentro de la política y la gestión institucionales se está desarrollando un conjunto de acciones que interrelacionan la docencia y la investigación.
(Foto: Luis F. Fernández)
Hacia la vinculación de la docencia y la investigación
En este momento, y con base en la información del comportamiento histórico de las áreas aquí citadas, se está desarrollando dentro de la política y la gestión institucionales un conjunto de acciones que interrelacionan de manera puntual y efectiva la docencia y la investigación, entre ellas el necesario reconocimiento de los posgrados como sistemas formados por al menos dos grandes ejes: en el primero reconocemos el mapa curricular como unidad flexible del aprendizaje académico de los estudiantes, donde se debe desarrollar el conjunto de experiencias de aprendizaje tanto en el aula como en otros escenarios, que incluyen la actividad de investigación (en el caso de las maestrías y/o doctorados de investigación) o el desarrollo de las competencias profesionales (en el caso de las especialidades o la maestrías profesionalizantes).

En el segundo eje se reconoce el conjunto de proyectos de investigación o de intervención profesional que forman parte del sistema investigación-posgrado, conjunto que, además, construye el sistema tutorial. Esto es, en el marco de las líneas de generación y aplicación del conocimiento (LGAC), los posgrados deben reconocer cuáles son los proyectos en los que los estudiantes de estos programas deben desarrollar sus tesis de posgrado. El reconocimiento se basa, principalmente, en la detección de los proyectos (o de los académicos) más productivos.

Uno de los puntos más relevantes del sistema investigación-posgrado de la UV deberá ser la construcción y operación del sistema de evaluación y seguimiento de la investigación y el posgrado. Esta evaluación estaría basada en, al menos, dos importantes instrumentos: uno de ellos se refiere al seguimiento de la productividad de los académicos del área de investigaciones (instrumento que está construyendo la DGI y el Colegio de Profesores); el otro será el instrumento que, con indicadores asociados al primero, forme el Padrón de Tutores de Posgrado de la Universidad Veracruzana (éste lo está construyendo la Dirección General de Posgrado para su aprobación y análisis en el Consejo Consultivo de Posgrado), donde se registren los académicos con base en la productividad de sus líneas y proyectos de investigación, productividad que preferentemente debe estar asociada a la obtención de grados de especialidad, maestría y/o doctorado de estudiantes de nuestros posgrados o de otras instituciones que tienen acreditación de calidad.

El tema de la departamentalización –uno de los ejes más importantes en la gestión universitaria actual– está también íntimamente ligado a la gestión de la investigación y el posgrado. Por un lado, en la investigación tenemos que desarrollar este quehacer y la vinculación-innovación de grupos de profesores e investigadores que, bajo un esquema de carga académica diversificada, tengan un producción académica relevante que les permita tener el perfil deseable y su membresía dentro del Sistema Nacional de Investigadores o de Creadores, o que, en el caso de la actividad profesionalizante, estén acreditados por organismos plenamente reconocidos por su calidad. Este trabajo individual, sin duda, tendrá repercusiones en el trabajo colectivo, pues llevará a los cuerpos académicos a consolidarse y a los posgrados a obtener su acreditación dentro del Padrón Nacional de Posgrados de Calidad del Conacyt.

Por otro lado, el esquema de las vocaciones regionales puede promover que el desarrollo de la actividad de investigación-vinculación-innovación de los cuerpos académicos sea el producto de la necesidad de transferir el conocimiento en algún área productiva, social o cultural específica de una región determinada o que esté íntimamente relacionada con el desarrollo de oportunidades de trabajo e incremento de la productividad de un sector claramente reconocido. Este esquema nos obliga, entonces, a reconocer los nichos de oportunidad en dos direcciones: oferta de conocimiento desarrollado en la UV, y que tiene un valor o potencial de transferencia para la innovación, y/o el reconocimiento de procesos de producción o de gestión de desarrollo regional que no hemos atendido y cuyas problemáticas pueden ser abordadas desde la investigación básica o aplicada que se realiza o puede hacerse en la UV.

Epílogo
Considerando el Programa de Trabajo 2005-2009, los universitarios estamos comprometidos a desarrollar nuestra labor de investigación y posgrado en el marco de, al menos, tres grandes visiones: el trabajo conjunto investigación-posgrado; la departamentalización como forma de reconocimiento del quehacer académico interdisciplinario, y la reorganización universitaria basada en una regionalización que atienda e impulse las vocaciones regionales para el desarrollo productivo y social y la promoción de los valores étnicos y de la culturas.

El reto no es menor ni a corto plazo; sólo el trabajo unificado de la gestión y de la academia en todos los niveles puede hacerlo factible y viable en el largo plazo. Sin duda, los caminos pueden ser varios, y en muchos casos son procesos cruzados u horizontales a las actividades sustantivas. Nosotros creemos que uno de los esquemas más importantes puede provenir de la construcción de un gran proyecto estratégico: los Programas Universitarios Regionales de Docencia-Investigación. Si bien su construcción es una labor de toda la comunidad, desde las direcciones de Posgrado e Investigación estamos proponiendo una serie de rasgos importantes: los programas son agrupaciones multidisciplinarias de CA y LGAC (con sus líneas y proyectos de investigación) que permiten el desarrollo académico para la consolidación grupal o individual. En lo grupal, se une el quehacer de docencia-investigación de todas las regiones y dependencias universitarias, así como los cursos de licenciatura y posgrado que están plenamente identificados como parte de dichos programas universitarios, y se trabaja con ellos con el fin de revisar los contenidos que lleven a troncos comunes en los planes y programas de estudio.

En las regiones, el énfasis de la innovación en los sectores sociales se convierte en el insumo para adecuar nuestra oferta de posgrados profesionalizantes. Esta adecuación está ligada a los proyectos de vinculación registrados y operados desde la UV que han demostrado su efectividad o que tienen potencial para demostrarla en el corto plazo. La innovación en la investigación aplicada que se realiza en el posgrado profesionalizante debe mostrar su pertinencia y calidad con la consecución de recursos desde sus sectores usuarios más que desde la contribución individual por cuotas de recuperación.

En el posgrado de investigación se deberá: consolidar las líneas de investigación con producción de calidad y que contribuyen a la acreditación del mismo, reunir los programas afines y buscar que la desconcentración de los posgrados ofrezca, desde Xalapa, salidas terminales en los distintos campus de la UV. Asimismo, en el caso de los campos emergentes del conocimiento, para los cuales los programas universitarios no tienen una estructura desarrollada, se deberá planear su desarrollo, por ejemplo, enviando a nuestros mejores egresados para su formación. Para ello, se deberá implementar esquemas de apoyo que garanticen no sólo su formación de calidad, sino también su regreso a la UV, todo con el fin de alcanzar la investigación científica de excelencia que nos permita posicionarnos en la frontera del conocimiento globalizado.

Dado que el objeto del presente artículo no es describir con minuciosidad el sistema universitario de investigación-posgrado, hemos presentado unos de sus principales rasgos y algunas propuestas incompletas que deben ser desarrolladas por la propia comunidad. Pero hay un rasgo central insustituible y obligatorio que hay que puntualizar para concluir estas líneas: es necesario que la Universidad pase del discurso a la acción individual, colectiva, institucional, para que todas nuestras actividades se desarrollen bajo el criterio de sostenibilidad.

NOTAS
1. Titular de la Dirección General de Posgrado de la Universidad Veracruzana.