Enero-Marzo 2007, Nueva época Núm.101
Xalapa • Veracruz • México
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Asesorados por la Facultad de Ciencias Químicas-Poza Rica
Agricultores producirán extracto de vainilla con calidad de exportación


David Sandoval

En 30 años, una de cada tres personas en el mundo habitará en asentamientos clandestinos sin servicios, a menos de que los gobiernos implementen políticas
Agricultores del ejido La Unión, ubicado en el municipio de Tihuatlán –al norte del estado de Veracruz–, trabajan de manera conjunta con la Facultad de Ciencias Químicas de Poza Rica para mejorar la producción de extracto de vainilla. Para ello, tuvieron primero que contactar a María de la Luz Arriaga Gaona, profesora de dicha entidad universitaria, quien, junto con un grupo de estudiantes, encontró un alto potencial en un tipo de vainilla que es comercializado a muy bajo costo.

Arriaga Gaona explicó que, con el fin de darle un valor agregado a sus cosechas, un grupo de productores se acercó a la facultad con la intención de que se analizara dicha variedad, ya que era cultivada, pero se compraba a un costo menor. Cuando se obtuvieron los resultados, quedaron sorprendidos al encontrar un alto contenido de vainillina –ingrediente activo– en esta planta, la cual produce un litro de extracto con 100 gramos. “Comenzamos a trabajar con la vainilla que tiene menos precio, es decir, la pequeña, misma que es comprada por los acaparadores del mercado, pero no a un costo adecuado, y la verdad, quedamos sorprendidos porque tiene un contenido de vainillina bastante alto”.

Probablemente, dijo, quienes compran esta variedad de la planta saben de su potencial; no obstante, la pagan a un precio irrisorio, de 10 a 15 pesos el kilo, y para los productores cuesta lo mismo producir el tipo gourmet (una de las características de esta especie es que debe medir de 15 a 30 centímetros) que la vainilla pequeña. “Ahora se sabe que pueden vender la vainilla grande y producir extracto con la variedad pequeña”.

A pesar de que en los mercados internacionales se prefiere el extracto de la vainilla grande, luego de conocer los resultados del estudio realizado en la Facultad de Ciencias Químicas, se abre la posibilidad de comercializar otro tipo de extracto tanto en el ámbito nacional como en el internacional. “Buscamos los datos necesarios para hacer el extracto e investigamos cómo se realizaba el proceso siguiendo la norma internacional. Después de obtener la información y de llevar a cabo el estudio pertinente, se pretende crear una planta productora; posteriormente, se distribuirá el producto para saber cuál es su aceptación”.

De la flor al extracto
El proceso desde que polinizan la flor hasta su cosecha dura nueve meses, comentó la investigadora: se fecunda la flor, se poliniza en la primera o segunda quincena de marzo y se corta en diciembre; posteriormente, se deshidrata a través de un proceso de secado (antiguamente este último paso se hacía bajo el sol, pero puede realizarse en horno, aunque es lento porque debe mantenerse a una temperatura menor a los 40 grados), para que se desarrolle el aroma de la vainilla.

Después de que se obtiene la vainilla, ésta se pica en porciones pequeñas y se pone en una solución alcohol-agua: “El proceso puede ser más efectivo por medio de percolación: se coloca en un tanque y se recircula el solvente para que se disuelva la vainillina”. Luego, todo el líquido se filtra, ya que la vainilla tiene unas semillas muy pequeñas que deben removerse para envasar el extracto, y como tiene un mínimo de 35 grados de alcohol, no requiere de conservadores, lo que lo hace un producto cien por ciento natural.

Los ejidatarios producen una tonelada de vainilla de este tipo al año, informó María de la Luz Arriaga: “Hemos visto que la mayor cantidad de materia prima que podemos procesar es de 100 kilogramos, con lo cual tendríamos una producción durante todo el año; ya hicimos el análisis económico y no es muy alto. Ahora, los productores están buscando financiamiento para instalar su propia planta; de hecho, ya tienen un terreno cerca de la autopista hacia Tuxpan, donde piensan edificarla”.

Además, se pretende que los alumnos del servicio social apoyen en la instalación y operación de la planta, así como en la capacitación a los agricultores, para que éstos se hagan cargo de la producción e, incluso, contraten a algunos de los egresados.

La universitaria aseguró que cuando se ponga en marcha esta planta, aproximadamente 40 familias de los productores serán beneficiadas, y señaló que también se trabaja con ellos para obtener un refresco de vainilla: “La primera inquietud de los productores fue saber cuáles son las posibilidades de elaborar un refresco, ya que hay en el mercado hay una bebida de este tipo que se vende como si fuera de vainilla natural, pero en realidad está hecho de harina. Las posibilidades son muchas; sin embargo, el primer paso es capacitarlos para que administren su propia planta de extracción; después podrán producir el refresco”.