Enero-Marzo 2007, Nueva época Núm.101
Xalapa • Veracruz • México
Publicación Trimestral


 Ventana Abierta

 Mar de Fondo

 Tendiendo Redes

 ABCiencia

 Ser Académico

 Quemar Las Naves

 Campus

 Perfiles

 Pie a Tierra


 Números Anteriores


 Créditos

 

Nuestro artista invitado
Alberto Tovalín enfrenta el retrato con la imaginación y la mirada

Francisco Castro Leñero

 

Es, sin duda, el retrato uno de los géneros que, por la abundancia de ejemplos, implica mayores riesgos para la fotografía entendida como creación. Alberto Tovalín los enfrenta con las armas que le ofrecen la imaginación y la mirada. Así lo demuestra cada una de sus obras, tan variadas como variados son los sujetos mostrados en ellas.

Alberto Tovalín juega con sus fotografías un juego de identidades. Es fiel al retratado en cuanto la imagen que aparece es la suya. No se muestra, sin embargo, preocupado por extraer su esencia, por el contrario, sus personajes parecen más bien liberados del peso que pudiera implicar corresponder a la propia imagen. Son ellos -y al mismo tiempo no lo son- sujetos, pero también objetos, pretextos para la creación. En ese sentido, Tovalín sabe que cualquier representación de la realidad -aún la fotográfica- es ficticia y como tal la asume, aunque en el retrato parezca inevitable mostrar la verdad de lo visto.

No hay, sin embargo, más verdad en el arte que la creada por la voluntad del artista. Quizá por ello Alberto Tovalín ha dado a una de sus obras el sugerente título de "El otro y/o de lo visible", espejos que nos muestran y ocultan a la vez, resueltos al final, en la admirable claridad de sus propuestas.